Ataques a navíos mercantes en el mar Rojo generan cambios en el flujo comercial internacional

Afectan el precio del petróleo, el gas, y el transporte marítimo

Los hutíes yemeníes atacaron a más de una docena de barcos en la zona, lo cual está desviando buena parte del comercio internacional. El Canal de Suez es utilizado para el 20% del comercio global, y afecta, sobre todo, la vía Europa-Asia, cuyos fletes han aumentado hasta el 100%.  Aun así, los efectos pueden sentirse mundialmente en los costos del petróleo, el gas y la logística. Consultados por CRÓNICAS, Ignacio Bartesaghi y Gonzalo Oleggini, expertos en comercio internacional, dieron su visión del tema y cómo esto podría afectar a la economía uruguaya. 

Por: Sofía Dri

Si Moisés partiera hoy las aguas del mar Rojo no detendría el paso del ejército del Faraón, sino la ruta comercial de miles de buques de carga. La vía del Canal de Suez es una arteria principal del comercio internacional por la que transita aproximadamente el 20% de la mercadería globalmente. Sin embargo, un aumento en los ataques a barcos cargueros en la zona a mano de los hutíes yemeníes está causando estragos en la ruta comercial, por lo que muchas empresas están evitando el pasaje.

Los hutíes son un grupo político y religioso armado, predominantemente de la rama chiíta del Islam. Desde el inicio de la guerra civil en Yemen, los hutíes han tomado el control de alrededor de un tercio del territorio del país árabe, en gran parte gracias a la ayuda militar que obtienen de su aliado chiíta, Irán. Como resultado de la escalada en el conflicto entre Israel y Hamás, los hutíes han intensificado su campaña de bombardear barcos cargueros con misiles y drones. Según los hutíes, los barcos que tienen en la mira son únicamente israelíes, pero se han constatado casos en que los vehículos no tenían conexión alguna con el país.

En consecuencia, las fuerzas armadas de Estados Unidos y el Reino Unido han bombardeado zonas de operación hutíes. Según reportó NPR (National Public Radio), oficiales que comentaron anónimamente declararon que “el objetivo sigue siendo desescalar las tensiones y restaurar la estabilidad en el mar Rojo, pero reiteramos nuestra advertencia a los líderes hutíes: no dudaremos en defender las vidas y el flujo libre del comercio en una de las vías marítimas más críticas del mundo de cara a la amenaza constante”.

Consultado por CRÓNICAS, Gonzalo Oleggini aclaró que “en ese pasaje siempre hubo ataques a barcos, solo que ahora hubo una escalada por el conflicto en la Franja de Gaza”, por lo que “eso aumentó la cantidad de empresas que se sintieron resentidas a transitar por ahí”. Por su parte, Ignacio Bartesaghi aseguró que el aumento de estos ataques en el mar Rojo ya está teniendo un efecto en los precios del petróleo y el gas, aunque todavía no es tan contundente dado que “por el momento no se ha dado una regionalización del conflicto”.

El riesgo de que los buques sean atacados por cohetes hutíes lleva a las empresas a buscar nuevas rutas. Al igual que Vasco da Gama cuando el Imperio Otomano suponía un bloqueo en el comercio asiático para Europa, muchas empresas de logística están optando por rodear el continente africano. Esto, expresó Bartesaghi, tiene “consecuencias en los costos logísticos”, dado que el viaje es mucho más largo. “Vamos hacia un comercio internacional que va a estar cada vez más afectado por los enfrentamientos geopolíticos entre los estados. Va a ser cada vez más difícil asegurar que un producto va a poder llegar en el tiempo previsto al lugar previsto”, explicó.

Oleggini, por su parte, comentó que, si bien la situación complica el comercio a nivel global, la línea más afectada es la que une Asia con Europa. De hecho, el comercio a través del Canal de Suez supone cerca del 40% del comercio entre los dos continentes. Según constató el experto, en algunos casos los fletes marítimos de Asia a Europa han aumentado hasta el 100%. Una alternativa al cargamento marítimo es el envío aéreo, pero “obviamente hay mercaderías que no pueden ser transportadas si no es por barco”, puntualizó Oleggini. El experto explicó que “lo que se genera es un quiebre en la cadena logística, porque para esquivar esa zona hay que ir por el sur rodeando África, que lleva 15 días más”. Otro efecto fundamental que tiene este desvío es el aumento en el precio del petróleo y el gas natural, ya que por el Canal de Suez normalmente viaja un 30% del petróleo que se comercia internacionalmente.

¿Qué pasa con Europa?

El panorama europeo, según Bartesaghi, es “muy inestable” de cara al 2024. Hay que recordar que este obstáculo en el comercio se suma a la guerra en Ucrania, que ya ha complicado la situación energética del continente. Alemania, que antes de la guerra dependía fuertemente del gas ruso, se vio obligada a restringir el consumo y a buscar gas en países vecinos. Según datos oficiales del Ministerio Federal de Economía y Tecnología alemán, mientras que a finales de 2023 cerca de un tercio de la importación de gas en Alemania era de origen ruso, hoy la mayoría de las importaciones provienen de Noruega, Países Bajos y Bélgica.

Por su parte, Oleggini augura “una situación muy compleja” para el futuro de Europa. El experto señaló que el cambio que tuvo que hacer Alemania en su suministro de gas cuando estalló la guerra le supuso comprarlo a un precio “entre 30 y 50%” mayor. Eso “impacta los costos de producción, así como los precios finales”, observó Oleggini. La situación en Europa, según Oleggini, es “compleja desde un punto de vista energético, logístico, y político”. Algunos países, como Suecia, se preparan para una potencial guerra con Rusia. “A eso se le suman las fricciones políticas por el tema de la inmigración”, concluyó el experto.

Además de la situación actual, Bartesaghi agregó que las elecciones en Estados Unidos este año podrían significar complicaciones adicionales para Europa. El expresidente Donald Trump se perfila como el candidato con más chances de ganar. “No podemos olvidar que Trump sostuvo una relación muy complicada con la Unión Europea, y hay posibilidades de que vuelva a la presidencia golpeando a la OTAN, que es lo que hoy le está dando seguridad a Europa de que Rusia no siga invadiendo más países”, acotó el experto. Sobre esto, Oleggini recordó que durante el gobierno de Trump “no se generó ni un solo conflicto bélico, prefirió la negociación sobre el conflicto”. Aun así, ponderó que “el escenario hoy es distinto, no sabemos cuál sería su postura de llegar a ser presidente”.

¿Podría escalar el conflicto?

Consultados sobre la posibilidad de que el conflicto escale, tanto Bartesaghi como Oleggini estuvieron de acuerdo que es muy probable. Oleggini previó que “lamentablemente sí, seguramente vamos camino a un conflicto regional más ampliado”, y que esto, “posiblemente implica la participación de las potencias”.

Por su parte, Bartesaghi sopesó que si bien “se está yendo a una escalada en el conflicto”, consideró que “ni Irán ni Estados Unidos quieren involucrarse directamente”. A modo de ejemplo mencionó los esfuerzos diplomáticos de la Unión Europea y de Estados Unidos para que el conflicto no pase a mayores. “Tampoco creo que los otros países de la región, como Egipto y Arabia Saudita, quieran que aumente”, concluyó.

¿Qué impacto tiene esto en la economía uruguaya?

Sobre el impacto que puede tener la situación en la economía uruguaya, Bartesaghi comentó que “toda suba de precios logísticos y de precios en productos siempre terminan afectando”. “La suba de precios hace que se afecte la economía global, y si eso pasa, los mercados que te compran los productos se ven afectados, así que esto tendrá un impacto en nuestra economía”, opinó el experto.

Oleggini, por su parte, fue cauteloso, y ponderó que “hay que ver cuánto dura”. Aun así, señaló que los dos impactos más importantes son el aumento en el precio del petróleo, y el aumento en los costos de fletes. “Las empresas son las mismas, cinco o seis a nivel global, y cuando suceden este tipo de cosas, tienen presión sobre los costos que seguramente dividirán en todas sus frecuencias, con lo cual probablemente suban los precios en las líneas que unen a América del Sur con el mundo”, reflexionó.