BCU profundiza fase contractiva de la política monetaria ante la rigidez de las presiones inflacionarias

Inflación subyacente se mantendría en niveles actuales en el corto plazo

Foto: bcu.gub.uy

El Banco Central (BCU) aumentó a 10,25% la tasa de política monetaria (TPM), profundizando la fase contractiva de la política monetaria, debido a la preocupación por la aceleración de la inflación en el mes de julio, el aumento del dato tendencial (de fondo) y la rigidez de las expectativas del mercado. Asimismo, la entidad anticipa “aumentos similares en las próximas reuniones”, y reafirmó “el compromiso de profundizar el talante contractivo de la política” si se mantiene la rigidez a la baja en las expectativas del mercado.

La persistencia de las presiones inflacionarias, el aumento de la inflación subyacente y expectativas de precios que se mantienen rígidas, llevaron a que el BCU definiera en su última reunión del Comité de Política Monetaria (Copom) del pasado 15 de agosto,un nuevo aumento de la TPM,  profundizando así la fase contractiva de la política monetaria.

En las minutas (actas) de la reunión del Copom, difundidas ayer jueves,  se evidenció que en la entidad persiste la preocupación por la rigidez de las expectativas de inflación y las presiones al alza sobre el nivel de precios.

Se recuerda que el Índice de Precios al Consumo (IPC) en julio aumentó en términos anualizados a 9,56%, “acelerándose levemente con respecto a la elevada inflación de los últimos meses”. Pero, en especial, se hace referencia al aumento de la inflación tendencial o subyacente, es decir, aquella que excluye los precios de rubros más volátiles y algunos administrados, por lo que brinda una mirada de la evolución de fondo del sistema de precios. El dato subyacente se incrementó de 9,71% a 9,98%, explicados por los precios de bienes transables (comercializables con el exterior) y no transables, que recogen el impacto de los precios internacionales. “Según los modelos de proyección de corto plazo, la inflación subyacente se mantendría en el entorno de los niveles actuales, ante cierto aumento de los precios de los bienes no transables contrarrestado por una caída de los precios de los bienes transables”, señalan las minutas.

El juego de la taza

Tras analizar el contexto económico y considerando que la inflación persiste fuera del rango meta fijado por las autoridades, es que se determinó el aumento de la TPM en 50 puntos básicos, llevándola a un 10,25%, con lo que “se profundiza la fase contractiva de la política monetaria”. Asimismo, la entidad adelantó que “continuará con aumentos similares en las próximas reuniones, considerando que se llegará hacia fin de año a niveles de tasa consistentes con la convergencia de las expectativas hacia el rango meta”. No obstante, el comunicado “reafirma el compromiso de profundizar el talante contractivo de la política en caso de mantenerse rígidas a la baja dichas expectativas”.

Al igual que en reuniones anteriores, la decisión de aumentar la tasa de interés fue tomada por la mayoría de los miembros del directorio. El presidente del BCU, Diego Labat, y el vicepresidente, Washington Ribeiro, votaron a favor del aumento de la TPM, mientras que el director en representación del Frente Amplio, Ignacio Berti, volvió a votar de forma negativa.