Cardona: Uruguay “debe dar pasos firmes y seguros hacia una verdadera y segunda transición” energética

MIEM presentó el Balance Energético Nacional 2024

Uruguay conmemoró los 60 años del Balance Energético Nacional (BEN), una herramienta que resume información relativa a la producción, transformación y consumo de energía. En el evento, la ministra de Industria, Fernanda Cardona, destacó la importancia de este instrumento para planificar una política energética consensuada, con mirada a 2050, que “debe dar pasos firmes y seguros hacia una verdadera y segunda transición”. Se destacó que en 2024 la matriz eléctrica alcanzó el 99% de energías renovables y que Uruguay se situó como el país con más alta participación de electricidad generada a partir de biomasa.

El Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), a través de la Dirección Nacional de Energía (DNE), presentó el BEN 2024, que completa 60 años de serie histórica, en un evento realizado en la Torre de las Telecomunicaciones. El BEN resume la información relativa a la producción, la transformación y el consumo de energía, y tiene como objetivo ser un insumo de consulta sobre la evolución de la situación energética del país.

En la presentación, Cardona sostuvo que el BEN constituye un ejemplo de los consensos que han enriquecido la historia de Uruguay. Estos hitos “se piensan con visión estratégica, con planificación” y “siempre apelando al diálogo”, afirmó.

Asimismo, agregó que esas definiciones políticas de largo plazo permitieron al país afianzar su transformación de la matriz eléctrica para apostar a las energías renovables.

A futuro, evaluó que Uruguay “debe dar pasos firmes y seguros hacia una verdadera y segunda transición, que es descarbonizar” la matriz energética. Para eso, se debe “trabajar fuertemente en movilidad eléctrica y en descarbonizar la industria”, sostuvo.

Respecto al BEN, Cardona destacó el “hito pionero” que se dio en 1965, y que “refleja anticipación y visión estratégica”, partiendo de que “la información es un insumo clave para trazar sus políticas”. “Es memoria y es motor de decisiones”, definió.

“Cualquier decisión que tomemos en clave de energía también es en clave de soberanía”, aseguró Cardona, y puso como ejemplo la transformación energética aprobada por todos los partidos con representación parlamentaria en 2010.

La ministra también dijo que el BEN es un ejemplo de acumulación positiva. Son “60 años de aprendizaje” y ejemplo de un “Estado activo y presente”. En la actualidad, ese trabajo se centra en vincular la energía con el desarrollo.

“Toda política pública, y sobre todo las de energía […] implica un diagnóstico y una planificación a tiempo”, afirmó. Por eso, el MIEM trabaja hoy para establecer una política energética “soberana y sostenible” a 2050.

Renovables

La directora Nacional de Energía, Arianna Spinelli, recordó que el BEN “es una herramienta clave para el diseño, la evaluación y la implementación de políticas energéticas, porque nos permite conocer con precisión qué fuentes de energía se consumen en el país, en qué sectores, cómo se complementan esas fuentes y cómo evoluciona el consumo en los distintos sectores”.

También es la base técnica para calcular las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector energía. “Esto es fundamental para alinear nuestras políticas con los compromisos ambientales que el Uruguay ha asumido”, explicó.

Entre los resultados destacados de 2024 señaló que, aunque el PIB de 2024 creció 3,1%, el consumo de energía aumentó 13,6%, lo que constituye uno de los datos que debe considerarse al discutir la política energética a 2050.

De acuerdo a los registros del BEN, en los últimos 60 años la matriz primaria, o también llamada matriz de abastecimiento, se triplicó. Los resultados indican también que Uruguay redujo su dependencia de fuentes de energía importadas. Entre 1965 y 1995, el país presentaba 31% de energías renovables y autóctonas en la matriz primaria. Esta cifra subió al 36% entre 1996 y 2006 y se situó en el 52% entre 2007 y 2023. En 2024, se llegó al 64% de energías renovables en la matriz de abastecimiento. 

Por otra parte, la matriz de generación eléctrica en 60 años se multiplicó por 10. En 2024 alcanzó el 99% de energías renovables: 43% correspondieron a la hidroenergía, 28% a la eólica, 24% a los residuos de biomasa, y 4% a la solar. Con la puesta en funcionamiento pleno de la tercera planta de celulosa, la electricidad generada a partir de biomasa creció 43%. De este modo, a nivel mundial Uruguay es el país con una participación más alta de electricidad generada a partir de biomasa.

En lo que respecta al factor de emisión de la red, también se registraron cambios significativos. En 1965 se emitieron 612 toneladas de dióxido de carbono por GWh, mientras que en 2024 fueron solo 6, es decir, 100 veces menos.

En cuanto al consumo final, desde 2008 lo lidera el sector industrial, que en 2024 alcanzó el 52%. Le siguen el transporte (25%), el residencial (13%) y el de comercial, servicios y sector público (6%).

Otro dato relevante de 2024 es que, por primera vez, los residuos de biomasa (36%) superaron en consumo a los derivados del petróleo (35%).

Por último, el BEN muestra que en el Trilemma del World Energy Council, un índice que incorpora las dimensiones de seguridad energética, equidad energética y sustentabilidad medioambiental, Uruguay lidera en la región y se ubica en el puesto 21 a nivel mundial.