Cepal espera una profundización de la desaceleración económica de América Latina en 2023

Mejoró la estimación de crecimiento de 2022 pero corrigió a la baja la del año próximo

Mientras que la economía de la región tuvo una primera mitad del año con importante dinamismo, en la segunda se evidenció una fuerte desaceleración, por “el agotamiento del efecto rebote” de la pandemia, y por “los efectos de las políticas monetarias restrictivas, mayores limitaciones del gasto fiscal, menores niveles de consumo e inversión y el deterioro del contexto externo”.

En un contexto de incertidumbres externas y restricciones internas, los países de América Latina y el Caribe cerrarían el 2022 con un crecimiento de 3,7%, poco más de la mitad de la tasa del 6,7% registrada en 2021. No obstante, el dato marca una leve corrección al alza respecto a la estimación del organismo en octubre, cuando proyectaba un crecimiento de 3,2%.

Distinta es la situación para 2023, año para el que Cepal espera una profundización de la desaceleración económica y que el PIB se expanda 1,3%, una décima menos que el 1,4% proyectado dos meses atrás.

Así surge del informe Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2022, presentado ayer jueves por el Secretario Ejecutivo de Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs. En el documento se advierte que las respuestas de política monetaria adoptadas a nivel mundial en 2022, en un contexto de aumento en la inflación global, provocaron incrementos en la volatilidad financiera y en los niveles de aversión al riesgo, lo que llevó a menores flujos de capital hacia economías emergentes. Sin embargo, estima que una reducción de los niveles de inflación internacional el año próximo moderarán los incrementos de las tasas.

Las dos mitades

El informe advierte que el 2022 estuvo divido en dos mitades. La primera mostró un gran dinamismo, pero la segunda evidenció una fuerte desaceleración, en parte por “el agotamiento del efecto rebote” generado tras la pandemia, y por otra por “los efectos de las políticas monetarias restrictivas, mayores limitaciones del gasto fiscal, menores niveles de consumo e inversión y el deterioro del contexto externo”.

En cuanto al mercado laboral, advierte que la recuperación registrada en la primera mitad del año no permitió eliminar las brechas entre hombres y mujeres que exhiben indicadores como la tasa de participación laboral y la tasa de desocupación. Además, se observó tanto un aumento de la informalidad como una caída en los salarios reales.

En al ámbito fiscal, si bien se observa una reducción del déficit primario, se entiende que los niveles de endeudamiento continúan siendo altos, por lo que cabe esperar que el espacio fiscal siga condicionando la trayectoria del gasto público. A su vez, el riesgo de aumento de las tasas de interés, de depreciaciones de las monedas y el mayor riesgo soberano dificultarían el financiamiento de las operaciones de los gobiernos en 2023.

La Cepal señala que la coyuntura impone desafíos al manejo macroeconómico. En materia fiscal hay que evitar ajustes prematuros del gasto y ampliar el espacio fiscal a través de la reducción de la evasión y elusión, revisión de los gastos tributarios, reformas que aumenten la recaudación y progresividad de la estructura tributaria, y el apoyo multilateral a través de la movilización de la liquidez global. Además, es necesario avanzar en mejoras en la eficiencia y eficacia del gasto público para potenciar la política fiscal.

Por último, plantea que es fundamental dinamizar la inversión y la productividad para atender las demandas sociales, la creación de empleo decente y reducir la informalidad, la desigualdad, la pobreza, y avanzar en la adaptación y mitigación del cambio climático.


Proyecciones para Uruguay

Al igual que para su proyección regional, las estimaciones de crecimiento de Cepal para Uruguay tienen una corrección al alza para este año, pero una leve modificación a la baja para 2023.

En su informe de octubre, el organismo esperaba que la economía uruguaya cerrara el año en curso con una expansión del PIB de 5,1%, mientras que, en el informe publicado ayer, estima un crecimiento en el año de 5,4%.

Para 2023, en el informe anterior proyectaba un crecimiento de 3%, mientras que en la actualización publicada ayer jueves, estimó una expansión de la economía de 2,9%.