Confianza del consumidor refleja una “adaptación” a la situación sanitaria, pese a su agravamiento

Informe > Percepción sobre Situación Económica del País registra su mejor valoración desde agosto de 2010

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La confianza de los consumidores uruguayos alcanzó en mayo “su mayor puntaje desde marzo de 2020”, acercándose a la zona de moderado optimismo. Los datos del mes dan “la idea de una ‘adaptación’ de la población a la situación sanitaria del país, aún frente a un notorio empeoramiento de ésta, siendo mayo el mes con récord de muertes desde que se inició la pandemia, aún con un porcentaje elevado de población vacunada”.

La confianza del consumidor registró un aumento de 1,6 puntos durante el mes de mayo, alcanzando un puntaje de 49,7 puntos, según la información difundida por la Cátedra SURA de Confianza Económica de la Universidad Católica y Equipos Consultores. De esta forma, si bien el índice aún permanece dentro de la zona de moderado pesimismo, se acerca al límite de “moderado optimismo” (a partir de los 50 puntos).

Medido en términos interanuales, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) se encuentra 4,1 puntos por encima de mayo de 2020, mientras que si se considera el promedio enero-mayo se observa un crecimiento de 1,8 puntos en comparación con igual período del año pasado.

El informe destaca que el incremento registrado en mayo, sitúa al índice en “su mayor puntaje desde marzo de 2020, reforzando el aumento del mes pasado y la idea de una ‘adaptación’ de la población a la situación sanitaria del país, aún frente a un notorio empeoramiento de ésta, siendo mayo el mes con récord de muertes desde que inició la pandemia, aún con un porcentaje elevado de población vacunada”.

Los tres subíndices que componen el ICC se comportaron de manera diferente: uno mantuvo su puntaje incambiado, otro empeoró y el restante mejoró su desempeño.

La percepción sobre la Situación Económica Personal fue el subíndice que mantuvo el mismo puntaje que el mes pasado. Ello se dio por una disminución en la percepción sobre la situación personal actual, que fue compensada por el aumento de la percepción a un año. Según se explica, “esto pudo deberse a un mayor optimismo a la recuperación a futuro y una mayor cautela presente por la extensión de la pandemia y las medidas sanitarias que podría llegar a ocurrir”.

Por su parte, la percepción sobre la Situación Económica del País tuvo un aumento de 6,3 puntos, lo que implica el mayor incremento mensual desde que se mide el índice, y alcanzó los 69,8 puntos, lo que representa la valoración más alta desde agosto de 2010. La mejora de este subíndice estuvo impulsada por sus dos componentes: la percepción a uno y tres años, y supera en ambos casos los puntajes obtenidos en todos los meses del último año. “Continúa reflejándose la expectativa de una recuperación económica del país a corto y mediano plazo posiblemente asociado al ritmo de vacunación, la posibilidad de volver a la ‘normalidad’ dentro de ese período y el anuncio de la llegada de nuevas inversiones al país, como, por ejemplo, la instalación de un centro de datos de Google”, señala el reporte.

Por último, la predisposición a la compra de bienes durables fue el único subíndice que descendió, aunque no contrarrestó en su totalidad la suba del mes anterior. Ambos componentes del subíndice disminuyeron (electrodomésticos, y automóviles y viviendas), aunque la variación en los electrodomésticos fue superior. Estos cambios en signo y magnitud pueden estar influenciados por la adaptación de expectativas debido a que moderan la suba del mes anterior.

Otros indicadores

El informe también hace referencia a “otros indicadores” de confianza económica, que muestran –en general-  una mejora respecto a 2021, lo que también permite interpretar “una posible adaptación de las expectativas sobre el impacto de que la situación del covid-19 tendrá en la economía”. Fueron las excepciones la capacidad de ahorro y la preferencia por la moneda nacional. La caída en la capacidad de ahorro podría estar relacionada con el leve deterioro de la situación económica personal actual.

Las expectativas de ingresos y preferencia por el depósito en el país aumentaron por segundo mes consecutivo. En tanto, las expectativas de desempleo disminuyeron por segundo mes consecutivo y las expectativas de inflación se redujeron notoriamente. Estas mediciones están relacionadas a la confianza de la población con respecto a la Situación Económica del País.


El menos desconfiado

El análisis publicado por la Cátedra Sura de Confianza Económica también incluye un análisis de la situación en la región, donde se destaca que Uruguay es el único país que se encuentra en la zona de moderado pesimismo (entre 40 y 50 puntos). Los restantes se encuentran en niveles de atendible pesimismo (menos de 40 puntos).

Chile es el país con menor puntaje de la región (24,9 puntos) y luego de la caída de 4,3 puntos en abril, en el mes de mayo se mantuvo constante con el mismo puntaje.

Argentina, al igual que en Chile, tuvo un importante descenso en el mes de abril (-5,9 puntos) y en mayo tuvo un leve descenso de 0,1 puntos continuado en la zona de atendible pesimismo.

Brasil aumentó por segundo mes consecutivo (+2,2 en abril y +1,9 en mayo), aunque aún no logra recuperar los puntajes registrados en los primeros meses de la pandemia de covid-19 (43,9 puntos en febrero 2020).