El déficit fiscal se mantiene a pesar del ajuste encubierto por inversión realizado en 2016

CPA » NO CREEMOS QUE EL DÉFICIT CONVERJA AL 2,5% DEL PIB

En medio del inicio de una nueva discusión presupuestal, “probablemente el ajuste de un punto que vamos a tener este año no va a bajar el déficit de 4% a 3% del PIB, porque en el medio con seguridad haya un cambio en los gastos y se liberen algunas inversiones públicas necesarias, sobre todo en el área de infraestructura”, dijo el economista de CPA Ferrere, Santiago Rego a CRÓNICAS.

Por Adolfo Umpiérrez | @AdolfoUmpierrez

El gobierno se prepara para ingresar en una nueva discusión presupuestal de medio tiempo. Luego de haber decidido elaborar un presupuesto para el inicio de la administración, hoy el Poder Ejecutivo está camino a presentar uno adecuado a las circunstancias económicas que atraviesa Uruguay, y que le permita llegar a 2020. El domingo, en Anchorena, el Poder Ejecutivo estableció algunos lineamientos con los cuales se elaborará la nueva ley: la educación, el Sistema Nacional de Cuidados, la seguridad pública y las viviendas serán prioridad y podrían llegar a tener un aumento presupuestal.

“Este año se abre una instancia que abarca mucho. Es una nueva Rendición de Cuentas que va a marcar el carácter del presupuesto por los próximos tres años”, explicó a CRÓNICAS el economista Santiago Rego de CPA Ferrere. Esta nueva discusión se dará en medio de un año en el que, dado el ajuste vigente y el nuevo aumento de tarifas, se verá una mejora del resultado fiscal. “Probablemente el ajuste de un punto que vamos a tener este año no va a bajar el déficit de 4% a 3% del PIB, porque en el medio con seguridad haya un cambio en el mix de los gastos y probablemente se liberen algunas inversiones públicas necesarias, sobre todo en el área de infraestructura”, considera Rego y agrega que “el escenario fiscal no es un escenario de holgura que permita aumentar el gasto, más bien todo lo contrario”.

Pudo ser peor

En un informe presentado por CPA Ferrere en 2016 se asegura que el gobierno realizó un ajuste fiscal encubierto mediante la reducción de la inversión pública. “Si el gobierno no hubiera reducido las inversiones públicas y aumentado las tarifas durante el año pasado, el déficit fiscal hubiera cerrado el año por encima de lo que cerró”, agregó Rego.

Durante 2016, en la cuenta dada entre los ingresos y los egresos, que define el déficit (ver recuadro),  se observa que los ingresos se incrementaron levemente dado el aumento de tarifas, al mismo tiempo aumentaron los egresos en mayor medida. “El incremento de egresos estuvo en las partidas que el gobierno tiene establecidas como rígidas”, detalló Rego. El ingreso de un nuevo contingente de beneficiarios al Fonasa, que significó una transferencia mayor de dinero al sistema, y el pago de una partida extraordinaria para un pago estipulado por el concurso de Pluna, de unos 70 millones de dólares, incrementaron los egresos.

De todas maneras, con el ajuste fiscal en funcionamiento, y una Rendición de Cuentas con tintes de presupuesto en camino, “si todo se mantiene como está, nosotros no creemos que el resultado fiscal converja al 2,5% del PIB como estaba previsto en el presupuesto anterior”, detalló Rego.

No preocupa

Tras la necesidad de aplicar el ajuste fiscal que llevó al Ministerio de Economía a realizar cambios en la recaudación del IRPF el IASS y el IRAE, se encontraba el temor de que Uruguay perdiera, de mano de las calificadoras de riesgo de deuda, el grado inversor. Prioridad que el propio Tabaré Vázquez había expresado en cadena nacional en marzo de 2016. “Las calificadoras en su momento explicitaron que la posición fiscal en Uruguay era vulnerable y por eso se tomaron las medidas que ya sabemos. De hecho cuando se tomaron las medidas, las calificadoras ratificaron el grado inversor y a Uruguay como un país confiable. No creo, dado que ahora va a empezar a regir el ajuste fiscal, y vamos a ver una mejora en los resultados de las cuentas públicas, que vaya a ser una preocupación”, destaca Rego, al mismo tiempo que asegura que el déficit debe ser una preocupación desde el punto de vista interno y de estabilidad fiscal, mucho más que por las calificadoras.

En medio de esto, es esperable un escenario más complejo para los países emergentes al momento de ofrecer deuda en el mercado internacional. “Ya hubo un aumento de las tasas de interés, existen mayores restricciones al flujo de capital y todo eso a países emergentes con déficit fiscales altos y cuentas corrientes erosionadas, les presenta un escenario complejo”, agrega Rego. Este no es el caso de Uruguay, pero sí es la situación que están viviendo Argentina y Brasil. “Como el escenario internacional para tomar deuda va a ser más complejo, lo lógico es cuidar el resultado fiscal. No creo que sea un problema por el lado de las calificadoras. De todas maneras hay que seguir siendo prudente en términos fiscales, y en este sentido la política económica tomó como prioridad lo fiscal y probablemente siga en esa línea”, sostuvo el economista.