Economía global enfrenta una situación menos grave, pero hay “un largo camino cuesta arriba”, advierte directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva

“La economía mundial está recuperándose de la profunda crisis, pero la hecatombe está lejos de haber terminado. En la actualidad, todos los países se enfrentan a lo que llamo ‘Un largo camino cuesta arriba’, una complicada escalada que será larga, desigual e incierta, además de propensa a contratiempos”, aseguró la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.

Recurriendo al alpinismo como metáfora, Georgieva se refirió al actual contexto económico y a las posibilidades de recuperación que se abren a futuro, durante un evento de la London School of Economics, donde recordó que luego de haber registrado “una caída inaudita” en el segundo trimestre, el FMI proyectó una fuerte contracción para el conjunto de 2020. La buena noticia, es que “el panorama actual es menos grave”, ya que la evolución del segundo y tercer trimestre fue “un poco mejor de lo que se esperaba”, lo cual generará una revisión al alza de las estimaciones del organismo. Sin embargo, advirtió que “la recuperación será parcial y desigual en 2021”.

Este mejor desempeño se explica por las políticas extraordinarias adoptadas por los gobiernos, que destinaron unos US$ 12 billones en respaldo fiscal a hogares y empresas, y aplicaron medidas de política monetarias para mantener el crédito. De todas formas, Georgieva advirtió que los resultados han sido dispares: “En las economías avanzadas se trata de hacer todo lo necesario. Los países más pobres se esfuerzan por hacer todo lo posible”.

La eficacia para contener la pandemia y reactivar la economía es también una razón de los resultados diferenciados. En economías avanzadas, como EEUU y la zona euro, la desaceleración sigue siendo extremadamente dolorosa, pero menos grave de lo que se esperaba; del otro lado, y China registra una recuperación más rápida de lo que se preveía. Sin embargo, los mercados emergentes, los países de bajo ingreso y los estados frágiles siguen enfrentándose a una situación precaria.

“La economía mundial está recuperándose de la profunda crisis, pero la hecatombe está lejos de haber terminado. En la actualidad, todos los países se enfrentan a lo que yo llamo ‘Un largo camino cuesta arriba’, una complicada escalada que será larga, desigual e incierta, además de propensa a contratiempos”, sostuvo Georgieva.

Continuando con la metáfora alpinista, sostuvo que en ese camino “cuesta arriba” estamos “unidos por una sola cuerda, y nuestra fortaleza vendrá definida por la de los miembros más débiles de la cordada. Necesitarán ayuda cuesta arriba”.

Ese camino, agregó, estará “empañado de una incertidumbre extraordinaria”.

De acuerdo a las estimaciones del FMI, la deuda pública mundial alcanzará un nivel máximo histórico en 2020, situándose en torno al 100% del PIB. También advierte por un agravamiento de la desigualdad, en particular por los “efectos desproporcionados” de la crisis sobre los trabajadores poco calificados, las mujeres y los jóvenes.

El camino a la cima

Georgieva estableció “cuatro prioridades inmediatas”:

En primer lugar, defender la salud, lo que implica invertir en tratamientos, pruebas y rastreo de contactos, y reforzar la cooperación internacional para coordinar la fabricación y distribución de la vacuna, en especial en los países más pobres.

En segundo lugar, evitar la retirada prematura de las políticas de apoyo. “Si se corta la cuerda de ayuda antes de tiempo, el Largo camino cuesta arriba se convertirá en una caída al vacío”, graficó.

En tercer lugar, instó a aplicar “una política fiscal flexible y orientada hacia el futuro”. “Se requerirán estímulos para la creación de empleo, especialmente en inversión verde, y será necesario amortiguar los efectos sobre los trabajadores, a través de la recapacitación y el reciclaje, pero también ampliando la cobertura y duración del seguro de desempleo”.

Por último, en cuarto lugar, llamó a abordar la deuda, sobre todo en los países de bajo ingreso, que ya tenían niveles de endeudamiento elevados previo a la pandemia. “Para evitar que se reviertan los avances logrados en materia de desarrollo a lo largo de décadas, estos deberán recibir más ayuda, y de forma rápida”, evaluó.

Georgieva aseguró que el FMI será un “sherpa” de los gobiernos en ese “largo camino a la cima”.

Para finalizar, señaló que “deberán abrirse nuevos senderos en la montaña”. “No podemos conformarnos con reconstruir la vieja economía, marcada por un crecimiento y productividad reducidos, una desigualdad elevada y un empeoramiento de la crisis climática. (…) Se requieren reformas fundamentales, para construir una economía más resiliente: más verde, inteligente e inclusiva; en definitiva, más dinámica”.

De acuerdo a estudios del FMI, un incremento de la inversión pública del 1% del PIB en las economías avanzadas y los países emergentes puede generar hasta 33 millones de nuevos puestos de trabajo. Agregó que “los proyectos verdes bien concebidos pueden generar más empleo y mayor rentabilidad que un estímulo fiscal convencional”.

“La cima de la montaña está a nuestro alcance, solo hay que seguir subiendo”, concluyó.