“Es altamente improbable” que China deje de ser el principal destino de las exportaciones

Fernández > TLC con China “está sobre la mesa”, pero “hay mucho más para hacer en la etapa previa”

El impacto de la epidemia del coronavirus sobre la economía china representa “una gran incógnita” para Uruguay, según la economista de la Cámara de Comercio y Servicios (CCSU), Ana Laura Fernández. A su entender, nuestro país debería apuntar a ampliar sus destinos de exportación y mejorar la competitividad, para reducir la dependencia con ese país. Más allá de ello, el embajador uruguayo en China, Fernando Lugrin, opinó que “es altamente improbable” que ese país deje de ser el principal destino de las exportaciones uruguayas.

La epidemia del coronavirus ha generado una gran convulsión internacional y ha afectado a los mercados financieros que esperan un impacto a la baja sobre la economía china, la segunda mayor del globo.

Al otro lado del mundo, en Uruguay, se mira con atención la situación, ya que China es el principal socio comercial del país. La semana pasada, la Unión de Exportadores evaluaba que para mitigar el impacto de esta coyuntura, Uruguay debería abrir su catálogo de países de destino de exportación y generar nuevos mercados (ver CRÓNICAS del 7 de febrero). La Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay (CCSU) opinó en la misma dirección que la gremial de exportadores, evaluando que es importante que ante la epidemia del coronavirus Uruguay apunte a diversificar sus mercados de exportación y a mejorar la competitividad del país.

Así lo valoró en diálogo con CRÓNICAS, Ana Laura Fernández, estimando que el impacto final es “una gran incógnita”, pero que representa un riesgo ya que “Uruguay tiene una dependencia bien importante de China, tanto como vendedor y como proveedor”.

Tanto Fernández como el embajador uruguayo en China, Fernando Lugrin, estimaron que la caída de las exportaciones a China que se registraron durante el mes de enero estuvieron incididas por el efecto estacional de los feriados por los festejos del Año Nuevo en aquel país, que en esta oportunidad cayó en enero y que se vio extendido por decisión gubernamental a raíz de la epidemia de la enfermedad.

“Para ponerlo en términos uruguayos, es una gran ‘semana de turismo’”, graficó Lugrin; explicando que se trata de un período normal de cierre de actividades públicas y privadas.

Esta situación se prolongó por el coronavirus, lo cual llevó a prolongar el feriado. A esto se le suma que todo el problema surgió en una ciudad como Wuhan, contó el embajador, de más de 10 millones de habitantes. Está en cuarentena para proteger la salud tanto de China como del mundo, lo cual tiene consecuencias económicas.

“Imaginemos, como uruguayos, a San Pablo o a Buenos Aires en cuarentena por 15 días. Sin ningún lugar a dudas habría distorsiones en el comercio, las comunicaciones, la logística y -ni qué hablar- el turismo”, evaluó Lugrin.

No te quedes

Ante este escenario, Fernández explicó que se está “en una gran incógnita”, ya que no se sabe cómo se irá desarrollando.

Asimismo, si bien no hay mucho que Uruguay pueda hacer en cuanto a la epidemia, sí puede tomar acción para minimizar riesgos. Esto es, diversificar mercados, afirmó Fernández, ya que “está claro que hoy Uruguay tiene una dependencia bien importante de China, tanto como vendedor y como proveedor”.

Esto supone, a su vez, trabajar en ser más competitivos a la hora de salir a vender sus productos y servicios al mundo, a través de la reducción de costos internos y tiempos de producción.

El favorito

Pese a este contexto adverso, no se espera que China pierda protagonismo para Uruguay.

Según Lugrin, “es altamente improbable” que China deje de ser el principal destino de las exportaciones uruguayas de bienes. Si bien el comercio entre ambos es susceptible a oscilaciones, “las tendencias estructurales de mediano y largo plazo son claramente al alza”, sostuvo.

China, que continúa creciendo al 6% anual, demandará más carnes del mundo y del Uruguay, mantendrá su demanda de granos, seguirá siendo un fuerte comprador de lana, requerirá más madera y celulosa, pero también incrementará mucho su consumo de lácteos; todos productos que Uruguay produce y exporta al gigante asiático.

Así, en el análisis del diplomático, en los bienes que Uruguay exporta al mundo, el país “encuentra en China a un socio confiable, en expansión y con demanda clara de nuestros productos”.


El camino más largo

En momentos de transición presidencial, la relación que tendrá el nuevo gobierno con China también es un tema importante.

Fernández explicó que se dieron reuniones entre el sector privado y algunos organismos involucrados del sector público con el objetivo de plantear un listado de acciones para mejorar la relación comercial con China, para luego presentar a las autoridades.

“Al final del camino puede ser pensar un tratado de libre comercio, pero los diferentes pasos pueden ser tratar de ir reduciendo todas aquellas medidas arancelarias que hoy se transforman en una traba” a la hora de comerciar con dicha potencia, comentó la economista.

Si bien apuntó que el TLC “está sobre la mesa”, no debe ser el centro de atención. “Hay mucho más para hacer en la etapa previa”, sostuvo (por ejemplo, los aspectos burocráticos del Mercosur).


Made in China

La CCSU junto con la Cámara de Comercio Uruguay-China, organizaron un evento el pasado martes para analizar las oportunidades y riesgos en importaciones desde el gigante asiático. El orador principal fue Mario Trujillo, director de InTrade, una organización especializada en negocios entre Asia y América Latina.

Considerando el poder de China en el plano internacional y las perspectivas de que siga creciendo a futuro, las oportunidades recaen en “qué es lo que podemos hacer nosotros para aprovechar” el comercio con este país.

Trujillo argumentó que, en realidad, en Uruguay se conoce muy poco sobre las costumbres de China. En este sentido, los principales riesgos significan no tener una definición exacta de los productos que se quieren comprar, o no contar con una fuente de búsqueda apropiada de proveedores del servicio, por ejemplo.

“Yo creo que China es el presente, es el futuro, es quien tiene la mejor capacidad productiva a nivel mundial. Creo que es una obligación para cualquier empresa ver la posibilidad de comprar en China porque puede traer beneficios importantes”, manifestó el director de InTrade.