Expectativas empresariales muestran un deterioro general y un incremento de las posiciones neutras

Un 42% considera que la agenda de Trump tendrá impactos negativos sobre sus negocios

Si bien las valoraciones neutras son las mayoritarias, en términos generales puede observarse un deterioro en la percepción de los altos ejecutivos de las empresas radicadas en Uruguay, relevados en la Encuesta de Expectativas Empresariales de Exante. Respecto a la economía en general se percibe un aumento de las posiciones neutras, pero también aumentan las respuestas negativas, y el clima de negocios –que se ubicaba en niveles cercanos al 90% en la pasada administración- evidencia  un deterioro, aunque sigue mostrando un saldo favorable. La percepción sobre la propia empresa es algo más favorable que la del conjunto de la economía, pero también muestra un empeoramiento.

Cambió el gobierno y cambió la percepción de los altos ejecutivos de las empresas que operan en Uruguay respecto al rumbo de la economía, de su empresa y en general del país, según puede leerse de los resultados de la Encuesta de Exante, un sondeo que reúne más de 300 respuestas de altos ejecutivos de empresas que operan en Uruguay.

Respecto a la coyuntura económica, la mayoría de los altos ejecutivos percibe la situación económica idéntica a la de un año atrás, mientras que el balance entre quienes ven “mejor” (11%) y “peor” (12%) se hizo nulo. Eso supone un deterioro significativo respecto a sondeos anteriores, en los cuales las respuestas favorables superaban el 30%.

En cuanto a las proyecciones para dentro de un año, también se constata un alto porcentaje de respuestas neutras, pero se advierte un fuerte incremento de los ejecutivos que prevén un deterioro (29%), que alcanza su mayor nivel desde inicios de 2020.

Por su parte, la percepción acerca del clima de inversiones dentro de un año también evolucionó desfavorablemente y solo el 5% de los encuestados aguarda una mejora, y el saldo neto de respuestas se asentó en terreno negativo (-39%).

Si bien la evaluación sobre el actual clima de negocios sigue reflejando un entorno mayormente favorable, se evidencia una fuerte caída respecto a los niveles cercanos al 90% que se observaron durante la pasada administración. Muy pocas respuestas lo califican como “malo” o “muy malo” (1%), pero suben las que lo califican de regular (31%) y caen las valoraciones positivas (68%).

Por otra parte, las proyecciones de crecimiento de la economía uruguaya para este año son de un promedio de 1,9%, bajando frente al relevamiento previo (2,2%) y acumulando una caída de 1 p.p. versus 2021.

En materia de inflación, más del 60% de los encuestados espera que este año se mantenga dentro del rango de tolerancia, pero para 2026 se observa un menor anclaje de expectativas, con el promedio algo arriba de 6% y el 55% de los encuestados aguardando niveles superiores al rango oficial.

Situación de las empresas

En cuanto a la percepción sobre la marcha de las propias empresas, hay una opinión más favorable que respecto de la economía en general y sigue observándose un balance neto de respuestas positivo. Sin embargo, la valoración acerca de la situación general de las empresas se movió hacia una posición más neutral (52%). Un 39% de los consultados considera que la situación general de su empresa es mejor que hace un año y solo 9% piensa que está peor.

Las perspectivas sobre la situación de las empresas para el próximo año son menos optimistas, pero el 60% tiene juicios neutros y el porcentaje de respuestas positivas (31%) es muy superior al de las perspectivas económicas (7%).

A pesar de la incertidumbre generada por Trump en los últimos meses, más de la mitad de los encuestados considera que estas tendrán “impactos nulos o poco significativos” en sus empresas. No obstante, el 42% considera que la agenda de Trump tendrá impactos negativos sobre sus negocios, y el porcentaje supera el 50% en los agronegocios y el transporte.

Las perspectivas en cuanto a la producción e inversión de las empresas para el próximo año también se debilitaron, pero con predominancia de respuestas neutras y saldos netos que siguen siendo ampliamente positivos y superiores a los prepandemia.

En el mismo sentido, cayó la proporción de empresarios que aguarda una mejora en la rentabilidad en los próximos 12 meses, registrándose un mayor porcentaje de respuestas negativas y un saldo neto más ajustado.

En cuanto al empleo, volvió a caer la proporción de encuestados que estima que su empresa empleará a más trabajadores el próximo año (23%), aunque el saldo neto sigue siendo levemente positivo (+5%). El 60% de los consultados espera que su plantilla no varíe.

Lo que no cambian son las razones para no contratar. Al igual que en octubre, la principal razón que condiciona las decisiones de contratación es el salario real elevado, seguido por el bajo volumen de negocios y la disponibilidad de tecnologías ahorradoras de mano de obra. A propósito, la encuesta muestra que tres de cada cuatro altos ejecutivos indicó que la firma ya introdujo o planea incorporar nuevas tecnologías en su empresa.

Por su parte, la presión de costos y la competencia creciente prevalecieron como los principales desafíos que enfrentan las empresas, al tiempo que se duplicó la proporción de encuestados que incluyó a la conflictividad laboral.


Aprobación de Lacalle Pou y opiniones neutras sobre Orsi

Como se evidencia de los resultados generales de la encuesta, el escenario político condiciona la opinión de los altos ejecutivos, que claramente muestran una mayor simpatía por la administración anterior.

Eso se evidencia en la alta aprobación de la gestión del gobierno de Luis Lacalle Pou, que comenzó su mandato en un 90% y cerró en 80%, respecto a la valoración de los primeros pasos del nuevo gobierno, que fueron valorados mayormente de forma neutra. Un 68% no aprueba ni desaprueba, un 18% aprueba y un 14 desaprueba.

Al igual que en encuestas previas, más de la mitad de los encuestados entienden que el gobierno debería priorizar la mejora de la calidad educativa y de la seguridad pública.

En cuanto a la política económica, no se prevén cambios significativos en la política económica: la mitad de los consultados augura solo modificaciones menores, aunque son más los que aguardan un leve deterioro que una mejora.

Donde sí habría cambios según los encuestados, es en el marco de relaciones laborales y en los lineamientos para la próxima ronda de negociación salarial, donde más de la mitad aguarda cambios importantes. En un segundo escalón de menciones figuran con cierta probabilidad de cambio los regímenes de promoción de inversiones, el sistema tributario y la estructura del gasto público. En cambio, en general no se esperan grandes modificaciones en la política monetaria-cambiaria.

Al consultar específicamente sobre el proceso de “diálogo social”, más del 40% espera cambios que redunden en un aumento en los costos del sistema previsional, pero muy pocos encuestados aguardan cambios sustantivos en torno al régimen de AFAP.