El Índice Líder del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) subió 0,1% en mayo y acumula 10 meses consecutivos de crecimiento, lo que refuerza la proyección del BCU de un aumento del 2,5% del PIB en 2025. El agro se mantiene como principal motor de incremento, con fuerte impulso ganadero y agrícola. Sin embargo, analistas advierten sobre la falta de nuevos motores de crecimiento y un escenario externo incierto que podría desacelerar la economía en el segundo semestre. Por otra parte, el mercado laboral mostró estabilidad, aunque la actividad industrial se redujo.
El Índice Líder de Ceres (ILC), que anticipa la evolución del Producto Interno Bruto (PIB), registró en mayo un incremento del 0,1% y completó así 10 meses consecutivos de crecimiento desde agosto de 2024. Este comportamiento sostenido refuerza la expectativa de crecimiento de 2,5% del PIB para el año 2025 proyectado por la Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central del Uruguay (BCU).
Según el informe de Ceres, este aumento se explica por el buen desempeño del sector agropecuario, una temporada turística más favorable que la del año anterior y el funcionamiento continuo de la refinería de Ancap durante todo el año. Sin embargo, los analistas advierten sobre la ausencia de nuevos motores de crecimiento en el horizonte y un contexto internacional incierto que podría desacelerar la economía uruguaya en los últimos meses de 2025.
El indicador que elabora el centro se fundamenta en una base de datos de variables que permiten prever la tendencia del PIB. De acuerdo con el informe, “el registro positivo del ILC se apoya en el crecimiento de la mitad de las variables que lo componen, así lo indica el Índice de Difusión (ID), que fue 50% en mayo”.
Agro: principal motor del crecimiento
El sector agropecuario se mantiene como el principal motor del crecimiento económico en Uruguay. Dentro del rubro ganadero, los precios del ganado a faena crecieron 20% en comparación con el año 2024. El ganado gordo supera los US$ 4,7 por kilo en cuarta balanza, impulsado por una menor oferta local y una creciente demanda externa, con Estados Unidos y la Unión Europea (UE) como principales destinos.
En cuanto a la agricultura, el escenario para la zafra de cultivos de verano es favorable. Se espera una cosecha récord de soja cercana a los 4 millones de toneladas. El arroz, por su parte, alcanzó un rendimiento promedio histórico de 9.407 kilos por hectárea.
China se mantuvo como el principal socio comercial, con la celulosa como producto insignia, aunque se evidenció una caída del 15% de las ventas en comparación con mayo del año pasado. Por su parte, la UE mostró un aumento del 43% en sus compras, especialmente de celulosa y carne, y superó así a China como segundo destino de la carne bovina. Brasil ocupó el tercer lugar, aunque con una caída interanual del 18%, afectada por una caída en las ventas de productos lácteos.
Empleo al alza, pero menor actividad
De acuerdo con el informe del Ceres, el mercado laboral presentó cierta estabilidad en abril, con una tasa de desempleo que se mantuvo en el 8%, lo que representa a 151.800 personas. Esta cifra es similar a la de marzo y refleja una mejora en comparación con abril de 2024, cuando había 16900 desempleados más. La tasa de empleo se ubicó en 59,5%, cercana a los niveles más altos de la última década, aunque se ha registrado una reducción en el total de personas empleadas desde noviembre del año pasado.
En lo que respecta al consumo, las importaciones de bienes de consumo aumentaron 0,8% en abril y se mantuvieron estables en la comparación interanual. Por su parte, la recaudación por IVA creció 0,6% entre marzo y abril, pero se mantiene 0,9% por debajo del nivel registrado en abril de 2024. Por otro lado, la recaudación por consumo interno mostró una variación positiva de 1,1% en abril en comparación con marzo y una de 2% en la comparación interanual.
En el estudio realizado por Ceres, uno de los datos más relevantes fue el incremento en los créditos otorgados por el sistema bancario. En abril, los préstamos a familias crecieron 9,4% en relación a marzo, mientras que los préstamos dirigidos a empresas aumentaron 6,8%. Por sectores se destacó el crecimiento de 21,7% en el crédito al sector manufacturero, seguido por el agropecuario con un 6,3% y comercio y servicios con un 10,7%.
Por su parte, el empleo industrial aumentó un 1,4%, pero las horas trabajadas disminuyeron un 2,1% en marzo. El índice global de producción industrial registró una caída mensual del 4,3%, mientras que el núcleo manufacturero (que excluye las zonas francas y la refinería de Ancap) experimentó una baja aún mayor, del 8,4%. Pese a estas caídas, el núcleo manufacturero presentó un desempeño positivo en la comparación interanual, con un crecimiento del 8,5%.