Mientras que Isaac Alfie apuntó al gasto público, Jorge Caumont puso la mira en el atraso cambiario

Conrado Hughes > No ve señales claras de renovación en el sistema politico

En el marco del primer desayuno de ADM del año, los economistas Isaac Alfie y Jorge Caumont, realizaron una puesta a punto sobre la situación y perspectiva para este año para Uruguay y la región. Por su parte, Conrado Hughes se refirió al clima político que nos espera.

 

Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo

 

En la mañana del miércoles 28 de febrero, en el Club de Golf, la Asociación de Dirigentes de Marketing del Uruguay (ADM) dio por inaugurado el ciclo de desayunos y almuerzos para este año, con su primer desayuno del 2018. El mismo tuvo como temática central el análisis de la coyuntura económica y política nacional, regional e internacional. Como disertantes, participaron los economistas Isaac Alfie y Jorge Caumont, acompañados por el contador Conrado Hughes.

Isaac Alfie

“Mientras la orquesta toque”. Este es el título que el economista le dio a su presentación, refiriéndose a “los integrantes de la orquesta que tienen que tocar para que todo siga como está”. Estos integrantes son, según Alfie, el financiamiento internacional “abundante” y el atraso cambiario de Argentina y Brasil. A partir de esta analogía dio inicio a su presentación, comenzando por la situación de la región.

Para Alfie, las elecciones en Argentina le dieron un “espaldarazo” a las políticas que aplicó el gobierno. Él observa que la recesión duró “más de lo previsto”, lo cual llevó a una recuperación más lenta y menos vigorosa de lo que se esperaba. En cuanto al déficit fiscal que está sufriendo el país –que calificó como “muy importante”-, señaló que “es un tema de tiempos” hasta dónde aguanta o cuánto tiempo dura el financiamiento, y qué tan rápido se puede recuperar la economía.

En cuanto a Brasil, afirmó que hay una incertidumbre política “muy alta” y que hasta que ella no se disipe, las cosas estarán “en freno de mano”. Esto le genera poca claridad a Alfie, quien aseguró que es uno de los “riesgos reales y de los más concretos” a enfrentar durante el año.

Con estos puntos abordados, pasó a centrarse en Uruguay. Alfie reconoció dos grandes problemas: el déficit fiscal y el alto gasto público, el cual ve como un problema “realmente mayor” y que el gobierno debe tomar las medidas necesarias porque “tiene que bajar”. Alfie cree que estos altos niveles se deben “en parte al BPS”: “la asistencia a la seguridad social hoy está a niveles récord”, afirmó.

En el cierre, afirmó que el escenario de 2018 para Uruguay es benévolo. “No espero nada espectacular, no espero nada muy malo tampoco”, concluyó.

Jorge Caumont

“Lo que más nos importa de la situación argentina es esto: los precios relativos con Uruguay. Ellos marcan hoy que estamos con una cierta ventaja pero declinante; lo que podemos decir es que esa ventaja que teníamos en términos de precios relativos es muy probable que vaya desapareciendo a lo largo del año, si ya no desapareció”. Respecto al otro vecino, Brasil, remarcó que lo que se puede decir de bueno es que, con la recuperación económica del país norteño puede haber un aumento de la demanda por importaciones, y ahí Uruguay puede verse beneficiado.

Sobre la situación de nuestro país, Caumont argumentó que el déficit fiscal “no es un problema”, sino que “está en la posibilidad del gobierno de bajarlo”. No obstante, señaló que hay “bruto atraso cambiario” y destacó que el costo anual de la actual política monetaria es de no menos de US$ 600 millones.

Por último, como proyección para este año, expresó que espera un panorama regional “favorable”. Además, agregó que “no ve un crecimiento como el esperado por el gobierno”. Concluyó su participación estimando una inflación a 8,2%, un dólar a $30 y una suba de salarios de entre 7%-8% para fines de 2018.

Conrado Hughes

Con un enfoque distinto al de los dos oradores que le precedieron, Hughes focalizó la temática de su discurso en un análisis del escenario político de Uruguay en la actualidad, a 20 meses de las elecciones presidenciales. Hizo énfasis en varios aspectos, como en el hecho de que hoy no hay “candidatos cantados”, la presencia de nuevos actores en rubros sociales con peso político –refiriéndose al movimiento de autoconvocados– y a los problemas de corrupción, que surgieron en el 2015 y hasta hoy siguen presentes (poniendo como ejemplo los recientes casos de nepotismo).

“Yo presumo que el próximo gobierno no tendrá mayoría parlamentaria”, comentó a modo de cierre. Posteriormente, hizo hincapié en que Uruguay estará entrando a unas elecciones “sin señales claras de renovación” dentro de los partidos políticos.