Según el informe presentado por CPA Ferrere, los bancos uruguayos tuvieron ganancias por 80 millones de dólares durante el ejercicio de 2016. La ganancia de los bancos comerciales fue del 3%, mientras que los privados solo ganaron 0,5%. Entre las razones que explican los números presentados por los bancos se encuentra el aumento de impuestos, que durante el 2016 fue de casi el doble. En total los bancos ganaron 240 millones de dólares menos que el ejercicio anterior.
Durante 2016 continuó el proceso de deterioro en la rentabilidad que venía mostrando el sistema bancario en los últimos años. La rentabilidad de los bancos en 2016 alcanzó mínimos de la última década. Adicionalmente, sobre el cierre del año se registró una fuerte contracción de depósitos de no residentes, con un impacto importante en el volumen de depósitos y en la estructura de fondeo de los bancos locales.
Los resultados de los bancos comerciales totalizaron unos 80 millones de dólares en 2016, lo que implica unos 240 millones de dólares menos que el ejercicio anterior y constituyen además los peores resultados en términos absolutos desde 2009. A grandes rasgos, los menores resultados en 2016 respecto al año anterior fueron consecuencia de dos componentes: un fuerte aumento en la carga impositiva para las instituciones bancarias y una caída en los resultados por diferencia de cambio por valuación de activos y pasivos.
Las ganancias obtenidas por los bancos comerciales en 2016 determinan un retorno de apenas 3% sobre el patrimonio de los accionistas, lo que determina uno de los peores años calendarios desde 2004, junto a 2009. La rentabilidad promedio de los bancos privados fue virtualmente nula, con ganancias de 0,5%, aunque la mitad de las instituciones registraron pérdidas en 2016. Además del pobre desempeño respecto a años anteriores, los resultados de los bancos se encuentran muy por debajo de las tasas de retorno exigidas por los accionistas para este tipo de negocios (superiores al 15%) y también por debajo de los resultados que muestran los bancos en la región. De esta forma, la baja rentabilidad que muestran los bancos uruguayos constituye una fuente de preocupación que ha cobrado mayor relevancia en los últimos años.
Los impuestos y el cambio
Los bancos comerciales pagaron impuestos por un total de 183 millones de dólares, lo que implica un aumento de 91 millones de dólares. Un 95% más en relación a 2015. De esta forma, los impuestos absorbieron el 11% de los ingresos percibidos por los bancos comerciales, cuando un año atrás esta relación fue de 6%.
Entre tanto, la evolución del dólar tuvo un impacto en los resultados por diferencia de cambio. La apreciación del peso uruguayo a partir de febrero de 2016 generó pérdidas por diferencia de cambios para aquellas instituciones con una posición activa en moneda extranjera. De esta forma, las pérdidas de los bancos comerciales por diferencia de cambio alcanzaron los 45 millones de dólares, cuando en 2015 habían registrado ganancias por 250 millones por este concepto. De todas maneras cabe destacar que el deterioro de la rentabilidad se explica por otros factores más allá de la diferencia de cambio.
Además, en los últimos años el sistema bancario ha venido registrando un descenso de los márgenes financieros netos, lo que refleja un menor margen de ganancia en las actividades de intermediación financiera. Este fenómeno se explica por una menor diferencia entre tasas activas y pasivas (menor margen bruto) y por el aumento de las pérdidas por previsiones producto del deterioro de la calidad de la cartera y del aumento de la morosidad.
Menos depósitos de no residentes
Los depósitos de no residentes en el sistema financiero uruguayo experimentaron una fuerte caída en el último trimestre del año 2016, en buena medida vinculada a los movimientos de fondos a causa del Régimen de Sinceramiento Fiscal en Argentina también llamado blanqueo de capitales. Cabe recordar que a junio 2016 el 72% de los depósitos de no residentes estaba explicado por argentinos.
Los depósitos de no residentes cerraron el 2016 con un saldo de 3.530 millones de dólares, muy por debajo de los 4.381 registrados a setiembre de 2016. Esta contracción de 851 millones en el cuarto trimestre fue generalizada a nivel de instituciones, aunque se destacó el grupo de bancos privados por contar con una mayor cartera de no residentes en el total de sus depósitos (19%), en comparación con el BROU (4%). El análisis según los montos de las cuentas revela que el 87% de la contracción de los depósitos de no residentes se concentró en cuentas mayores a 100 mil dólares. A modo de ejemplo, la caída de las cuentas con saldos mayores a 250.000 dólares fue de 421 millones de dólares desde setiembre.
Luego de lo ocurrido en el cuarto trimestre, los depósitos de no residentes acumularon una caída de 1.044 millones de dólares respecto a un año atrás, lo que implica una contracción de 23%. Más de diez mil cuentas de no residentes fueron cerradas en el último año.
Pese a esta caída en el segmento de no residentes, los bancos comerciales registraron un aumento en el stock de depósitos en 2016 debido al incremento de los residentes. En efecto, el saldo total de depósitos en el sistema bancario cerró el 2016 levemente por encima de los 30 mil millones de dólares, unos 350 millones por encima del cierre del ejercicio anterior. En definitiva, los depósitos de no residentes perdieron participación en el fondeo de los bancos comerciales uruguayos: al cierre de 2016 explican el 12% del total de depósitos, mientras que un año atrás representaban el 15%.