Noche de la Nostalgia movió en 2022 a medio millón de personas, con un gasto medio de $ 2.224

La Criolla del Prado fue la actividad anual con más participantes

Foto: Constance Wansart - Ceres

Más de la mitad de los adultos declararon haber concurrido a una fiesta tradicional en los últimos cinco años, lo que supone más de 1,3 millones de personas, sin contar la compañía de menores de edad, según detalla el libro “Fiestas Orientales: Tradición y Vanguardia”, presentado por Ceres, Opción Consultores y BMR Productora Cultural. En la Noche de la Nostalgia -que hoy celebra una nueva edición- participaron el año pasado un estimado de 500.000 personas, con un gasto medio de $ 2.224.

Fiesta Nacional del Recado, Cantando al Calor del Fogón, del Cebú, de la Sandía, del Pollo y la Gallina, de la Miel, del Queso, de la Uva y el Vino, y la lista podría seguir y seguir. Las Fiestas Uruguayas son eventos muy importantes para cada localidad, que espera año a año ese encuentro, y que en esa fecha cambia su rutina habitual para una celebración que trae gente de otros rincones del país.

“Fiestas Orientales: Tradición y Vanguardia”, es el libro presentado por Ceres, Opción Consultores y BMR Productora Cultural en el que se destaca el arraigo que tienen las expresiones tradicionales del país y el impacto económico y social en cada uno de los departamentos. La presentación, realizada en la Sala Hugo Balzo del Sodre, estuvo a cargo de Daniel Supervielle, director de Comunicación de Ceres, Magdalena Perandones, magíster en Historia del Arte y Cultura Visual especializada en Patrimonio, y Rafael Porzecanski, director de Opción Consultores.

Supervielle explicó que el equipo que trabajó en este libro se propuso “estudiar a fondo” el fenómeno de las fiestas culturales populares porque tiene que ver con “la identidad nacional y las cosas que unen a los uruguayos”. “Hay un gran movimiento económico, social, cultural y artístico con relación a las fiestas culturales y las quisimos estudiar, analizar, hacer una encuesta nacional y fotografiarlas haciendo un libro con reseñas históricas de cada una de ellas”, señaló.

Por su parte, Perandones sostuvo que, si bien ya se han realizado diversas investigaciones sobre el tema de las fiestas culturales en el Uruguay, este libro implica “dar un paso más en el reconocimiento de estas fiestas como bienes de una gran riqueza cultural e histórica y que tienen un aporte económico”. La experta explicó que el nuevo libro “busca rastrear el origen de las fiestas como para poder comprender mejor su espesor histórico y cultural y también poder dar cuenta de que tiene una riqueza patrimonial”.

En tanto, Porzecanski valoró que la encuesta incluida en el libro es “un insumo absolutamente innovador en lo que es la generación de datos de participación en fiestas nacionales”. “Mide en forma exhaustiva el comportamiento y la participación de los uruguayos en las fiestas nacionales, cuantificando la población participante, destacando los hábitos de consumo y las modalidades de participación”, explicó.

Datos

De acuerdo a las encuestas realizadas por Opción Consultores, alrededor de 15% de los uruguayos participaron este año en al menos una fiesta o festival popular o un evento sociocultural durante la Semana de Turismo, lo cual podría estimarse en unas 500.000 personas. En cuanto al efecto económico que se pudo estimar de las diferentes fiestas relevadas de la Semana de Turismo, se estima una media de gasto de $ 3.221.

A su vez, un 52% de los adultos declararon haber concurrido a una fiesta tradicional en los últimos cinco años, lo que supone más de 1,3 millones de personas, sin contar la compañía de menores de edad.

La Criolla del Prado fue la actividad anual con más participantes con relación a las fiestas tradicionales, con unos 154.000 visitantes únicos reales, lo que equivale a 13% de la población. En orden numérico, siguen la Semana de la Cerveza (unos 68.000 asistentes) en Paysandú; la Fiesta del Olimar (51.000) en Treinta y Tres; la Criolla Parque Roosevelt (41.000) en Canelones; y la Fiesta de la Patria Gaucha (36.000) en Tacuarembó, que se realiza durante cinco días de marzo.

Además de las fiestas tradicionales o gauchescas, Uruguay es reconocido por su larga temporada de Carnaval, que se caracteriza por desfiles coloridos que combinan elementos de música, baile y teatro callejero, los famosos “tablados” animados por murgas, comparsas lubolas y agrupaciones de parodistas y humoristas. Aproximadamente un 21% de los adultos uruguayos -unas 550.000 personas- concurrió al tablado durante el pasado Carnaval. La frecuencia promedio de cuatro veces a espectáculos carnavalescos por parte del público, a lo que se suma un 24% que concurrió cinco o más veces, reflejan la popularidad social de esta festividad. Respecto al atractivo de los desfiles, 22% de los encuestados asistió a alguno de ellos, lo que equivale a unas 594.000 personas.

La Noche de la Nostalgia es otro de los eventos de gran acogida entre la población y que hoy celebra una nueva edición; es catalogada como la noche en la que más uruguayos salen. Esta fiesta, que se celebra el 24 de agosto de cada año, se caracteriza por conmemorar y revivir las canciones y la cultura de décadas pasadas. De acuerdo al sondeo, un 19% de los adultos -unas 500.000 personas- declaró haber participado de este evento el año pasado. En este entretenimiento retro que, de algún modo, refleja aspectos de la idiosincrasia uruguaya, la media del gasto ascendió a $ 2.224, incluyendo gastos como bebidas, alimentación, entradas y transporte.