Revertir estancamiento de las inversiones y el empleo son los mayores retos

Cierre de año > se espera llegar a US$ 11.000 millones de inversión en infraestructura

Foto: Somos Uruguay

El ministro de Economía, Danilo Astori, reconoció que “hace meses la economía uruguaya no crece”, y eso es una realidad “que no podemos ocultar”. Ante este problema, señaló que se deben buscar medidas de política económica que reviertan la situación, y planteó como “principal y primer desafío” el de la inversión y, junto con esta, del empleo.

“El contexto mundial no es bueno, y viene empeorando en los últimos tiempos en una forma muy notoria”.

Con ese mensaje comenzó su disertación el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, en uno de los clásicos desayunos de trabajo de la revista Somos Uruguay, donde agregó que esta coyuntura internacional “tiene que conducirnos” a ajustar las decisiones de política económica interna.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) corrigió nuevamente a la baja su perspectiva de crecimiento mundial, situándolo en 3,3% para este año. Además, hay un declive en los últimos años del comercio mundial de bienes, que se ha desacelerado desde mediados de 2017 y no hay expectativas de una recuperación en el corto plazo.

Por su parte, en el plano local, Astori destacó que Uruguay ha mantenido 16 años de crecimiento ininterrumpido. Sin embargo, reconoció que “hace meses que la economía uruguaya no crece, y esa es la realidad que no podemos ocultar”, admitió.

Ante este escenario, el principal reto para la política económica del Uruguay es revertir la caída de las tasas de inversión y de empleo, expresó el ministro. Este objetivo se logra fortaleciendo el clima de inversiones, a través de instituciones “fuertes” -algo en lo que Uruguay está “muy bien”-, una solidez macroeconómica en la que el país es visto como “ordenado” y estímulos a la inversión, para lo que Uruguay cuenta con un sistema de regímenes especiales.

Mirando para atrás

En cuanto a la promoción de inversiones, Astori propuso observar algunas decisiones recientes del gobierno para estimular la concreción de proyectos, así como para promover el empleo. De esta manera, reconoció dos tipos de estímulos: generales y específicos.

Dentro de los primeros se encuentra el régimen de la Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones (Comap), las exportaciones de pequeñas y medianas empresas (pymes) así como también la simplificación tributaria para las mismas, un subsidio al empleo y la ley de empleo juvenil.

Los estímulos específicos, en tanto, refieren a aquellos hechos en sectores particulares. El ministro destacó al agro, la construcción, el turismo y el audiovisual.

Así, señaló que los primeros resultados de las nuevas medidas se “van a empezar a ver” en el segundo semestre de este año. Por otro lado, Astori resaltó que el primer cuatrimestre de 2019 vio un aumento de 351% en el monto de la inversión recomendada por la Comap, con respecto al mismo período de 2018.

Ello demuestra que la inversión privada volverá a crecer en un futuro cercano, agregó.

Para construir el futuro

El invertir en infraestructura genera empleo por sí solo, y al mismo tiempo crea condiciones para que surjan o aumenten nuevas condiciones en el país, subrayó el secretario de Estado. Por ello, destacó el trabajo que se está haciendo en este rubro: al cierre del año, se espera llegar a alrededor de US$ 11.000 millones en infraestructura invertidos durante el quinquenio 2015-2019.

Además, destacó que Uruguay dispondrá de una infraestructura de transporte “de calidad” que contribuirá a reducir los costos logísticos y aumentará la competitividad de la producción. La inversión vial en particular fue la prioridad de estos estímulos.

“El salto de calidad en la infraestructura del país será un estímulo significativo para volver a elevar de manera permanente los niveles de inversión y empleo”, añadió.


Subidos al tren

Como un punto aparte, pero dentro de los estímulos en infraestructura, el ministro se refirió en detalle a las obras del Ferrocarril Central. Dicho proyecto “va a ofrecer a la producción centro-norte del país una alternativa para llegar al puerto de Montevideo a menores costos”, dijo Astori.

El proyecto destinará US$ 839 millones como inversión inicial, más otros US$ 97 millones en “obras viales conexas”. La construcción llevará tres años, y generará más de 1.500 puestos de trabajo “solo en el ferrocarril”, indicó Astori.

“Esta es una decisión muy importante (…) es (una inversión) fundamental”, reflexionó, y lo llevó más allá de la segunda planta de UPM: “esta es una inversión para el país”. Con la construcción del ferrocarril, las empresas de esa región “van a tener una disminución notable de sus costos de transporte, van a ser rentables y viables”, apuntó.

Por último, destacó que UPM será la mayor inversión productiva en la historia del Uruguay, ya que, de concretarse, su instalación representa solo dos puntos del PIB del país. “No veo absolutamente ningún inconveniente, lo que veo son beneficios indudables”, afirmó. Además, fortalecería también la imagen que Uruguay tiene en el mundo, argumentó el jerarca: “que una empresa como UPM, de renombre mundial, decida hacer la mayor inversión de su historia en Uruguay debería hacernos sentir orgullosos”, concluyó.