Uruguay aprovechó descenso de la inflación y emitió bono en pesos nominales por US$ 1.267 millones

Gobierno “tiene abierta la venta” para salir a los mercados internacionales o conseguir fondeo localmente

Aprovechando un contexto favorable, especialmente por la reducción de la inflación, el gobierno emitió un bono global en pesos uruguayos nominales por el equivalente a US$ 1.267 millones, a una tasa anual de 9,75%. Felipe Herrán, Head of Sales & Trading de Puente, destacó la gestión de la Unidad de Gestión de Deuda del MEF, y en particular a su director, Herman Kamil, que “está en la oficina desde hace más de 15 años”, permitiendo que pese a los cambios de administraciones, se genere una “confianza de largo plazo”. Interpretó que “las condiciones estaban dadas” para hacer la emisión, ya que “existe una demanda en el exterior por papeles de calidad, como puede ser la deuda uruguaya”.

El gobierno concretó una “exitosa” operación de emisión de un bono global en pesos uruguayos a tasa fija, con vencimiento en el año 2033, y paralelamente realizó una oferta de recompra de bonos con menor plazo en dólares, pesos uruguayos y Unidades Indexadas (UI, pesos ajustados por inflación).

De acuerdo al comunicado difundido por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el objetivo de la emisión era continuar con el programa de fondeo del gobierno para el año 2023; seguir desarrollando el mercado de bonos en pesos nominales a tasa fija, estableciendo un nuevo bono de referencia a un plazo de 10 años; y aumentar la madurez promedio de la deuda en moneda local.

La oferta de recompra de deuda incluyó a los bonos globales en pesos nominales con vencimiento en 2028 y 2031; en UI con vencimiento final en 2027 y 2028; y en dólares con vencimiento final en 2024, 2025 y 2027. Los tenedores de los bonos elegibles tenían la posibilidad de venderlos como forma de pago para comprar el nuevo bono en pesos (“ofertas preferidas”), o por efectivo (“ofertas no preferidas”).

Finalmente, la emisión alcanzó US$ 1.267 millones a un rendimiento anual del 9,75%, de los que US$ 1.000 millones fueron por efectivo y el resto estuvo destinado a la recompra de bonos globales en dólares con vencimiento 2024, 2025 y 2027, en pesos nominales con vencimiento 2028 y bonos globales en UI con vencimiento 2027.

La demanda total por el nuevo bono alcanzó el equivalente a US$ 2.210 millones, y el libro de órdenes consolidado estuvo compuesto por 73 inversionistas de Estados Unidos, Europa, Asia y Uruguay.

“La reducción sostenida de la inflación en Uruguay y la robustez del marco de política monetaria del BCU fueron elementos importantes que coadyuvaron a alcanzar este volumen de colocación y la tasa de interés obtenida”, destacó el MEF a través de un comunicado.

La última vez que se había concretado una emisión en pesos nominales había sido en mayo de 2021 con vencimiento a 2031, que se terminó colocando a una tasa de 8,25% anual.

Aprovechar el momento

Felipe Herrán, Head of Sales & Trading de Puente, destacó en diálogo con CRÓNICAS que la emisión resultó “exitosa para los intereses del gobierno”, que aprovechó la desaceleración registrada por la inflación y la “credibilidad que ha ido construyendo el Banco Central, aprovechando para hacer esta emisión en pesos a tasa fija”.

El ejecutivo también destacó la importante demanda, que prácticamente duplicó lo emitido. “Fue consistente, no fue exorbitante, pero fue una buena demanda”, explicó. Asimismo, detalló que se trató de una demanda mayormente internacional y con fondos de varios países, lo cual “destaca la gestión” que viene realizando la Unidad de Gestión de Deuda del Ministerio de Economía desde hace varios años y en diferentes administraciones. En particular, elogió la figura de Herman Kamil, el director de la unidad. “Está en la oficina desde hace 15 años y esa continuidad, a pesar de los cambios de administraciones, ayuda a construir confianza de largo plazo”, sostuvo Herrán.

En su opinión, la emisión llegó en el momento justo. “Las condiciones estaban dadas. El BCU había marcado una baja de la tasa de política monetaria en la última reunión de 50 puntos básicos, acompañando a las tasas reales, y eso también acompaña la demanda, que se ve tentada por un descenso de la inflación y la incorporación de la inflación en el rango meta, que hace años no se lograba”, explicó.

En cuanto al contexto internacional, Herrán valoró que también contribuyó, fundamentando que América Latina está registrando un proceso de desinflación más rápido que en el resto del mundo. Pero subrayó que lo más importante es la fuerte demanda existente por deuda que brinde seguridad, algo con lo que cuenta Uruguay. “Existe una demanda en el exterior por papeles de calidad, como puede ser la deuda uruguaya con los upgrades que tuvo recientemente, y (por) la historia que se ve reflejada en una reducción del déficit fiscal y una administración que ha ganado credibilidad en la lucha contra la inflación”, señaló.

Consultado sobre si puede haber una nueva emisión durante este año, el ejecutivo de Puente estimó que puede haber otra emisión “para terminar con las necesidades de fondeo de este año”. “Lo que vemos es que el mercado local también está bastante comprador de instrumentos en UI, por lo que (el gobierno) tiene abierta la venta para, ya sea salir a los mercados internacionales, o a conseguir fondeo localmente. No van a tener problemas”, sostuvo.

Herrán también destacó la importancia de la presente emisión para continuar con el proceso de desdolarización de la deuda, que “se hace consistentemente desde hace 15 años y se viene manteniendo”.