Ananikian: “El sector inmobiliario deberá adaptarse a los requerimientos del mercado”

EDICIÓN EMPRESAS & NEGOCIOS Nº 100

Wilder Ananikian, presidente de la Cámara Inmobiliaria Uruguaya


La Cámara Inmobiliaria apuesta al desafío de crear una oferta digital. En este marco, el sector busca profesionalizarse amparado bajo la ley del Operador Inmobiliario.

¿Cómo imagina el sector inmobiliario en Uruguay en el mediano y largo plazo?

Es probable que el sector se globalice, auxiliado por el desarrollo de tecnologías de la comunicación. Y es factible que el inmobiliario nacional integre su cartera de negocios al de una cartera de perfil transnacional.

Lo mismo creo que sucederá hacia el Interior del país, por vías similares, que permitan unificar carteras de productos inmobiliarios dentro de una macrocartera de negocios a nivel nacional, con un negocio online; lo que hoy no sucede.

En este punto, una gremial como la Cámara Inmobiliaria Uruguaya tiene un papel estratégico que jugar en la conformación de la base de datos para atender la demanda de este modo, y realizar la sistematización del marco del nuevo tipo de negocio que traerá la tecnología.

Creo, además, que el inmobiliario ampliará sus roles tradicionales, añadiendo servicios al cliente que hoy no están en la agenda inmobiliaria, porque la tecnología modificará nuestro negocio, pero también cambiará la forma y calidad de vida de las personas.

La gente quizás viva más años. Ya sea por la alimentación o el deporte que se practique, o por el factor que sea, la expectativa de vida cada vez es más alta. Esto podrá demandar que el experto que antiguamente sólo le vendía o le alquilaba una vivienda, tan solo, para entonces le añada recomendaciones y sugerencias de servicios y prestaciones accesibles al sitio donde vive.

Si eso sucede de esa manera, el sector inmobiliario ampliará el contenido de su cartera. También es posible que el negocio desarrolle más productos de target, para atender los requerimientos de diferentes colectivos sociales. Así como un centro de estudios orienta el mercado hacia los requerimientos de los estudiantes, es probable que los desarrollos laborales generen nuevas modalidades de trabajo en la vivienda, dentro de esquemas virtuales de producción, lo que implicará una reconversión profunda tanto de los desarrollos inmobiliarios como de la accesibilidad de los servicios que tengan las personas que vivan en ellos.

A medida que se modifiquen los modos sociales, el sector inmobiliario deberá adaptarse a los requerimientos del mercado. Por ejemplo, si los jóvenes se emanciparan de sus familias a menos edad que ahora, surgiría un mercado en línea con ese sector.

¿Qué tareas fundamentales debería encarar el próximo gobierno en forma prioritaria pensando en el desarrollo del sector inmobiliario?

El primero, es financiero para el acceso a la vivienda. La época de la familia con dos casas -una en la ciudad y otra para veraneo-, derivó en que la casa de veraneo se convirtió en vivienda para los hijos que se emanciparon, lo que contuvo buena parte del estrés social que implica esa independencia. Y la falta de acceso a la misma es lo que hoy retrasa le emancipación de muchos hijos. Por lo tanto, es imperioso trabajar con criterio global los sistemas de garantía para el alquiler de vivienda, y abaratar el dinero para comprar vivienda. El segundo punto es profesionalizar la actividad inmobiliaria. Hoy estamos bregando por una Ley del Operador Inmobiliario que, esperamos, sea aprobada dentro del actual período de gobierno. Pero la aprobación de una norma regulatoria de la actividad no corregirá de inmediato las distorsiones que la ausencia de esa ley ha provocado en el mercado, por lo cual es imperioso que el próximo gobierno ayude a corregir esos problemas del mercado inmobiliario. El tercer punto es quitar los grilletes administrativos que hoy dificultan al público el acceso a la vivienda, y dificulta las transacciones con productos inmobiliarios.

¿Cuáles son los temas en que Uruguay, como país, tendría que poner énfasis, sin importar nivel ni sector de actividad, apuntando a un mayor desarrollo de su sociedad y de su economía en la próxima década? 

El país necesita generar inversión para el crecimiento de la economía. Lo primero que uno piensa es la inversión extranjera directa, pero en un mundo cada día más proteccionista es probable que las reglas de juego se modifiquen. Uno debería, entonces, pensar en la inversión nacional. Pero considerando que la inversión llega cuando hay ventajas, el país debería tener una política agresiva para captar inversión y en generar nuevos instrumentos de ahorro, como fondos fideicomitidos, o en el desarrollo de un mercado bursátil que permita financiar negocios de buena renta, capaces de atrapar esa inversión. Y también el Estado debería ser audaz en el aspecto normativo, puesto que allí se condiciona la promoción de inversiones. Uruguay compite contra vecinos que cuidan su rentabilidad, y el país no debería ignorar esa realidad.