SALVADOR FERRER, PRESIDENTE DEL BANCO REPÚBLICA
El balance del año para el presidente del BROU es muy positivo, y los números lo avalan. Según el ejecutivo, para el quinquenio manejan una estimación de rentas generales, entre dividendos e impuestos, un promedio superior a los US$ 500 millones anuales. A su vez, destacó que en el sector agropecuario y el de la construcción el BROU tiene una participación de mercado por encima del 40%. Todo esto sin dejar de lado el rol de ser el banco de desarrollo del país, cumpliendo así un papel esencial.
¿Qué balance hace de su gestión frente al banco?
Podemos decir orgullosamente que mantenemos un banco enfocado en el cumplimiento de sus objetivos, con un balance sólido y rentable. Cuando repasamos los objetivos trazados, en todos ellos vamos en la buena dirección. En primer lugar, en lo que tiene que ver con la expansión del crédito, lo impulsamos desde el primer día convencidos que hay espacio para un mayor desarrollo del crédito, pero también fuimos conscientes del rol relevante que tiene el Banco País para jugar en este sentido. Esto, tanto a nivel corporativo o empresarial, en donde vemos oportunidades relevantes, como a nivel de banca persona o de consumo, en donde el banco mantiene ya una participación muy relevante, pero también con oportunidades para poder ser un mejor soporte de muchos uruguayos. Por otra parte, el BROU sigue siendo un fuerte impulsor de la modernización de la oferta de servicios, y en particular en lo que viene sucediendo en el sistema de pagos, en donde hoy tenemos transferencias instantáneas, que se pueden hacer al “alias” con que nuestro contacto haya activado sus cuentas en su banco, y funciona las 24 horas del día los siete días de la semana, y que para nuestros clientes las hacemos sin costo, dentro de lo que llamamos de bajo valor, que es el equivalente a US$ 50. Recientemente, el sistema bancario lanzó “Toke”, para pagos con QR o transferencias a comercios directamente desde la cuenta bancaria y también esperamos que esto se vaya desarrollando. Lo cierto es que hoy, casi el 80% de los montos que se pagan en nuestra economía se procesan de forma digital, y esta es una tendencia que solo va a seguir creciendo. Por último, diría que el banco sigue enfocado en ese doble rol que nos corresponde, de ser un banco comercial en competencia en el mercado, pero a su vez también el banco de desarrollo del país, cumpliendo allí un rol muy importante. Tanto en tiempos complejos, como pudo haber sido durante la pandemia o las sucesivas emergencias agropecuarias, pero también en los buenos momentos, y basta con ejemplificar lo que viene sucediendo con la importante inversión en infraestructura que se viene dando en nuestro país, y que viene teniendo al Banco República como soporte de una parte muy importante de estos proyectos, este cumplimiento del mandato y los objetivos trazados se viene dando. Además, ofreciendo a todos los uruguayos, como dueños de la institución, resultados récord, lo que no es un tema menor, cuando consideramos la relevancia de la institución en nuestra economía.
¿Cuál es la proyección de resultados para este 2024?
No hemos cerrado balance todavía, pero estimamos que vamos a superar holgadamente el resultado récord del año anterior, de más de US$ 600 millones, estando bien por encima de los US$ 700 millones.
¿Cuáles son los grandes números que deja el banco bajo su gestión?
Soy de los que prefiere, a la hora de hacer balances de gestión, enfocarnos en el cumplimiento de nuestro mandato institucional e histórico. Y esto es ser soporte del desarrollo económico de personas, familias y empresas, y ofrecer a los uruguayos mejores soluciones financieras y transaccionales. En todos estos objetivos tenemos historias positivas para contar. Por supuesto, con mucho más por hacer, pero convencidos de que el BROU va por el camino correcto. Estamos cerrando el período de mayor renovación de la plantilla del banco en su historia. Aproximadamente el 40% del personal se ha jubilado en estos casi cinco años, y de la mano de esto tenemos un proceso de renovación de talento nunca visto, con todo lo que esto implica. A modo de ejemplo, la edad promedio de la plantilla del banco ha bajado de los 55 años a menos de 40.
Y esto se ha logrado procesar en un contexto de crecimiento del negocio y expansión del crédito. El crédito total del BROU se ha expandido en más de un 50%, desde marzo 2020 a la fecha, de la mano de señales muy claras que dimos al mercado en lo que tiene que ver con condiciones de plazo y tasas que nos han permitido reposicionarnos, además de generar un mercado muy competitivo para beneficio de todos los tomadores de crédito. A las plataformas del banco, EBrou y AppBrou, que han sido modernizadas durante este período para ofrecer al cliente una solución de vanguardia, ingresan 800.000 personas diariamente para operar o consultar. Está evolución de la transaccionalidad digital solo va a seguir aumentando, y conscientes de ello venimos generando incluso soluciones para que nuevos clientes puedan incorporarse al banco de forma totalmente digital. Es lo que ha pasado en el último año, durante el cual más de 60.000 jóvenes se han hecho clientes del BROU sin tener que visitar una sucursal, con un onboarding 100% digital. Y esto no quiere decir que le demos menos relevancia a la operativa en sucursales. Cabe destacar que cubrimos unas 30 localidades que entendimos estaban desabastecidas de servicios financieros, con la instalación de cajeros automáticos. Y esto no va en contra de lo que promovemos en materia de digitalización de soluciones, simplemente se trata de entender la realidad de nuestro país, y ofrecer las soluciones que nuestros clientes requieren. Y para cerrar este rápido repaso de números, referiría a los muy buenos resultados que se han generado a lo largo de todo este período. Hemos manejado una estimación, para el quinquenio 2020-2024, durante el cual estaremos pasando a rentas generales, entre dividendos e impuestos, un promedio superior a los US$ 500 millones anuales. Son más de US$ 2.500 millones en el período, lo que sin duda es una contribución excepcional para con todos los uruguayos como dueños del banco.
Después de haber estado al frente del banco bajo esta administración de gobierno, ¿cuáles son las líneas de negocio que más han crecido y cuáles ve con posibilidades de hacerlo de cara al futuro?
Decíamos al comienzo que uno de los objetivos definidos era el crecimiento del portafolio de crédito. Y vale la pena referir que no lo definimos como objetivo por un interés de ganar mercado frente a la competencia, que bien sería válido, sino más bien alineado a lo que es el mandato institucional e histórico del BROU de contribuir con el desarrollo económico. En ese sentido, y si bien sigue habiendo oportunidad de crecimiento del crédito en varios sectores, creo que hay un par que merecen al menos un destaque especial, y es lo que tiene que ver con el sector agropecuario, y con el desarrollo de la infraestructura o el sector de la construcción. En lo que tiene que ver con el sector agropecuario, motor fundamental para un país de base agro-industrial exportador, creo que el banco se ha reposicionado en el sitial que siempre debió tener, como socio estratégico y permanente del sector. Pusimos a disposición de nuestros clientes todo tipo de soluciones, pero creo que en particular merece especial destaque las líneas de financiamiento a largo plazo para compra de campo y riego. La primera más exitosa que la segunda, pero ambas disponibles por igual. Ofrecer plazos de hasta 15 años para la compra de campos, y que extendimos hasta 20 y 30 años incluso para pequeños productores, ayudó a generar un importante dinamismo en el sector, y hasta nos valió un reconocimiento a nivel internacional, entre bancos de desarrollo, por la contribución que estábamos haciendo al desarrollo de la ruralidad en nuestro país. Por otro lado, como decíamos respecto a ese país que vemos en obras de infraestructura, viales, portuarias, ferroviarias, en buena medida el banco ha sido un dinamizador muy importante de ese financiamiento. También haría referencia a inversión en infraestructura por parte de intendencias varias a las que hemos apoyado, o incluso el emblemático caso del barrio Kennedy en Maldonado, como modelo de lo que se puede hacer en materia de erradicación de asentamientos.
En el sector agropecuario y el de la construcción, el BROU tiene una participación de mercado acorde, por encima del 40%. Diría que, a nivel de comercio, industria y servicios, el Banco País tiene todavía una oportunidad relevante de mejorar su posicionamiento. Por otra parte, y ya si nos vamos hacia lo que tiene que ver con el negocio de personas y familias, este ha sido un período muy dinámico para el banco en lo que tiene que ver con tarjetas. Para empezar, el banco se ha reposicionado fuertemente en el negocio de tarjetas de crédito de la mano del producto Mastercard Recompensa. Es un espacio que insólitamente el banco había relegado, y en el cual hoy somos un jugador de mercado muy relevante, con una oferta comercial atractiva, basada en un esquema de beneficios asociados al consumo cotidiano, como supermercados, farmacias y combustible, que ha llegado muy bien a nuestra base de clientes, y que ha permitido incluso jugar un papel de apoyo por ejemplo con el comercio del litoral en tiempos complejos. Y en este último año, hemos hecho un gran esfuerzo en el recambio y modernización del parque de tarjetas de débito más extendido de plaza. La tarjeta Maestro, que contaba con bastante más de un millón de plásticos emitidos, viene siendo sustituida por un producto moderno, que permite operar de forma digital y sin contacto con los mayores estándares de seguridad, y la nueva Master Debit del BROU, que también puede ir asociada a beneficios de la mano del programa “Recompensa”. Respecto a la segunda parte de la pregunta, y pensando en el futuro, sin dudas sigue habiendo oportunidades para seguir creciendo. Para empezar, a nivel de las pymes hay que seguir simplificando y potenciando el acceso al crédito. Son un motor fundamental para nuestra economía, y hay que seguir desarrollando instrumentos de garantía como el SiGa, que demostró ser tan exitoso en tiempos complejos, como durante la pandemia o las emergencias agropecuarias, para que en tiempos normales el crédito pueda seguir teniendo el impulso necesario para apalancar el crecimiento. También hay una potencialidad importante para el incremento del crédito, y es algo que ha estado recogido en los programas de gobierno de todos los partidos, en el impulso al riego y de la mano de ello la potenciación del sector agropecuario. Por otro lado, y ya pensando del lado del negocio de personas y familias, hay también oportunidades de crecimiento importantes hacia adelante. El Banco República tiene la mejor solución de crédito al consumo, que viene de la mano del crédito social, originado en lo que era la vieja Caja Nacional. Pero tiene una concentración muy alta del mismo en empleados públicos y jubilados, razón por la cual durante este tiempo hemos tratado de expandirlo hacia otros segmentos, bajando tasas, extendiendo plazos y simplificando los procesos de otorgamiento para llegar a más personas y familias con soluciones atractivas. Allí todavía tenemos camino para seguir recorriendo. Pero además de este potencial en materia del crédito al consumo, soy un convencido de que existe una oportunidad muy importante para el mayor desarrollo del crédito público hipotecario.
Yendo a ese último tema que menciona, ha estado tangencialmente en la discusión política. ¿Cómo cree que va a evolucionar o que se debería encarar?
Yo insisto que existe un gran potencial en el desarrollo del crédito hipotecario público de la mano de la sinergia de los dos bancos públicos. Habrá que discutir la mejor forma, yo tengo mi visión al respecto, pero sin lugar a duda tiene para ganar la sociedad por todos lados. Porque no solamente podríamos contar con una mejor y más competitiva oferta de soluciones para el crédito hipotecario, sino que de una eventual fusión entre ambas entidades podríamos liberar recursos por montos muy importantes, para que el Estado, como dueño de ambas instituciones, y en nombre de todos los uruguayos, los asigne de la forma que mejor corresponda para beneficio de todos.
¿Qué otros desafíos que tiene por delante el banco, o que temas deberían preocupar?
Creo que hay desafíos vinculados a la necesidad continua de seguir adaptándonos a los tiempos modernos. Por ejemplo, la incorporación de la IA como soporte del funcionamiento para ofrecer al cliente al final del día una mejor atención, o una mejor solución. Es un paso más en lo que ha sido la permanente mejora tecnológica, y como esto va afectando las relaciones laborales y las capacidades de producción de los trabajadores. Hay aspectos a mejorar en el funcionamiento bancario, ya no solo del BROU, sino de todo el sistema, que pasan desde modernizar el tipo de atención, los horarios de funcionamiento, y la mayor flexibilidad que los clientes necesitan, que necesitan ajustes en los convenios laborales. Hay aspectos, y este comentario aplica a las empresas públicas en general, para mejorar, que tienen que ver con la gobernanza. Esto va desde la selección profesional de directores y gerentes, a la definición de esquemas de remuneración adecuados, y en particular, para empresas que tienen un rol comercial y en competencia, impulsaría esquemas de premios y castigos, que hoy lamentablemente prácticamente no existen, y creo es de alguna forma el pecado original. Por otra parte, hace unos días leía un documento preparado por AEBU, que fuera entregado a los candidatos presidenciales, donde se presentaban algunos temas que bien pueden ser compartibles, como esto de la sinergia de la banca pública, que lo hacían enmarcado en un concepto de holding bancario estatal, aunque hacían la salvedad de la defensa del rol de cada una de las instituciones, y del BHU en particular. Creo que por ese lado hay una sana discusión a dar. También hacían referencia a la necesidad de fortalecer el rol de la banca de desarrollo, y creo que por ahí hay temas compartibles también para la agenda de discusiones. Hemos pretendido que el BROU juegue ese rol de ser el banco de desarrollo estatal, pero seguro hay aspectos institucionales a mejorar en ese sentido. Allí refieren a la CND y el rol que puede tener para desempeñar, y creo que, sin duda, en coordinación con el Banco País puede haber oportunidades para constituirse en apoyo del desarrollo económico.
¿Algo más para agregar?
Me gustaría hacer una mención al compromiso del equipo del BROU. Me tocó llegar al banco a un par de semanas de declarada la pandemia, y el banco no dejó de funcionar y cumplir su rol crítico y fundamental en el funcionamiento económico ni un solo día. En tiempo récord se logró que lo que se pudiera hacer de forma remota se hiciera, pero sin dejar de considerar que casi el 50% del personal afectado a la atención en sucursales siguió siempre al firme, y que la atención presencial se mantuviera. Esto fue una primera gran señal del tipo de respuesta que el banco podía dar y de lo que hace a un equipo con la camiseta puesta. Por lo que los reconocimiento que la institución ha recibido en estos tiempos, y me refiero por ejemplo, al reconocimiento del público para el “equipo” del banco en la gala de Infonegocios hace algunas semanas, o a la distinción del ranking merco de El País hace un par de años como la empresa de mejor reputación en el país, o al reconocimiento como el mejor banco en Uruguay de la prensa especializada, dado por “The Banker”, la publicación especializada del Financial Times. De una forma u otra, son un justo reconocimiento al rol fundamental que al Banco Pais le cabe y la capacidad transformadora fenomenal que puede tener sobre la realidad económica y social uruguaya.