ALFREDO CABRERA, PRESIDENTE DEL BANCO DE PREVISIÓN SOCIAL (BPS)
El BPS cerró 2024 con avances significativos. Lanzó Mi Jubilación Estimada, redujo a tres meses el acceso a viviendas con el nuevo subsidio, amplió beneficiarios del Programa Ibirapitá e implementó llamadas gratuitas y una app. Logró récord de cotizantes, mayor cobertura en lentes y prótesis, y mantuvo baja la informalidad. Para el año próximo se sentaron las bases para alcanzar la jubilación digital.
¿Qué balance hace de este año en lo que respecta a la gestión del BPS?
Cerramos el 2024 con resultados muy favorables en la gestión del banco, principalmente por la concreción de algunos proyectos de largo aliento que se iniciaron durante este período y que se terminan concretando ahora.
Entre ellos, cabe destacar, en primer lugar, la puesta en marcha de Mi Jubilación Estimada, un servicio de estimación de jubilación abierto al público en condiciones de jubilarse, o a dos años de hacerlo, de libre acceso que se presentó en el mes de junio de este año en su primera versión, y al cual en octubre se le adicionaron las personas con vínculos zafrales o destajistas. Increíblemente, es la primera vez que el BPS abre a los ciudadanos una aplicación así y, con ello, evita lo que sucedía hasta ese momento, que era que la persona que quería saber cuánto cobraría de jubilación debía iniciar un expediente jubilatorio para obtener la información.
Otro logro fundamental en este período fue la puesta en marcha a partir de enero del nuevo subsidio de alquiler para los beneficiarios del Plan de Soluciones Habitacionales, que permitió reducir en casi un 50% la lista de personas en espera de que se les entregara una vivienda. Este programa, a nuestro juicio, es de los logros de gestión más importantes, porque incrementó sustancialmente los beneficiarios, con una utilización mucho más eficaz de los recursos destinados al programa en términos tanto económicos como de tiempo, con una solución sumamente sencilla de instrumentar. Los estudios previos que realizamos para analizar la conveniencia del nuevo programa nos arrojaron que el tiempo promedio para entregar una vivienda desde la decisión de iniciar la construcción de un nuevo edificio hasta su entrega efectiva a los beneficiarios era de 52 meses y, ahora, el tiempo promedio para que la persona acceda a un alquiler es de tres meses desde que lo contactamos hasta su efectivo ingreso a la vivienda elegida.
Pero, además, este sistema permite otorgar viviendas en cualquier ciudad o pueblo del país donde exista un beneficiario y un propietario que desee alquilarla, con lo cual permite por un lado evitar el desarraigo de nuestros mayores, que pueden seguir viviendo en su lugar, junto con sus afectos y sus rutinas y, por el otro, tiene un efecto de inversión económica en el mismo lugar, ya que el dinero lo reciben propietarios locales.
Un tercer proyecto que logramos concretar este año fue la reestructuración del Área de Salud del BPS y la designación dentro de la misma del Crenadecer, como Centro de Referencia de Enfermedades Poco Frecuentes y Defectos Congénitos, que también fue un gran paso a nivel institucional, ya que el banco pasó a tener un lugar formal dentro del Sistema Nacional Integrado de Salud que hasta este momento no tenía.
Vale la pena detenerse en este tema un poco, porque dentro de las muchas áreas y prestaciones que el BPS atiende, las de salud son de las menos conocidas, entre otras cosas, porque a partir de la creación del 2008 del Sistema Nacional de Salud, el rol del BPS como prestador que tenía desde la vieja Ley de Asignaciones Familiares, principalmente para nacimientos, se redujo considerablemente y las personas ya no concurrían. A partir de ese hecho, se contrató una consultoría externa con el cometido de ayudarnos a definir nuestro rol, centrándonos en buscar la excelencia en hacer aquello que ningún otro efector realiza, que es la atención de las enfermedades poco frecuentes y los defectos congénitos. La reforma realizada, con la creación de la Dirección Técnica de Salud y el Centro de Referencia, es un gran avance en ese camino.
En otro orden, se ampliaron los beneficiarios del Programa Ibirapitá, incorporando en enero a los pensionistas por fallecimiento y en junio a los pensionistas a la vejez e invalidez.
Por último, dentro de la mejora de la gestión, hay que destacar el acuerdo alcanzado con las compañías telefónicas por el cual las llamadas que las personas realicen al banco a partir de este mes desde su teléfono celular son gratuitas, cualquiera sea la compañía de las que sean clientes, y la presentación ahora en diciembre de una nueva app del BPS, que abre un nuevo canal de comunicación permitiendo a quienes la descarguen interactuar con nosotros a partir de su usuario.
Para tener una idea, durante el 2024, en promedio se atendieron mensualmente unas 143.000 personas de manera presencial y por aplicaciones móviles unas 120.000, recibimos unas 90.000 llamadas telefónicas por mes y las interacciones en la página web de los servicios en línea fueron tres millones y medio al mes.
El período termina para el BPS con un récord de cotizantes a la seguridad social, superando el millón y medio, lo que implica un incremento de más del 6% y, como contrapartida, la informalidad se ha mantenido por debajo de los niveles del 2019.
Las prestaciones de vejez, invalidez y sobrevivencia han crecido un 1,7%, las jubilaciones un 6%, las pensiones por vejez un 20%, las ayudas extraordinarias a las personas con discapacidad o alteraciones del desarrollo que concurren a institutos de rehabilitación aumentaron un 58% y, para los trabajadores activos, la cobertura de lentes y prótesis aumentó casi un 10%.
Y estos logros se alcanzaron con un presupuesto operativo que se mantuvo estable, sin otros incrementos que los previstos legalmente y respetando las reglas de ingreso a la función pública vigentes.
¿Cuáles son las expectativas que tiene para el 2025, teniendo en cuenta el cambio de signo político en el gobierno?
Partiendo del rechazo que la ciudadanía le expresó al plebiscito impulsado por el PIT-CNT, mi expectativa es que haya quedado definitivamente consolidado en nuestro país el sistema multipilar de seguridad social, que combina el sistema de reparto con el sistema de ahorro. Las soluciones que propugnan eliminar el pilar de ahorro individual no son viables, dadas las condiciones demográficas de nuestro país y el creciente proceso de envejecimiento al que nos vemos enfrentados. Del mismo modo, mi expectativa es que la gran mayoría de las soluciones que consagró la ley de reforma aprobada, la Ley 20.130, queden vigentes y no sean modificadas, permitiendo la sustentabilidad del sistema en el mediano y largo plazo y el mantenimiento de los nuevos beneficios que consagró la norma, como la flexibilización de las condiciones para las pensiones no contributivas por vejez o el suplemento adicional de la prestación no contributiva por vejez e invalidez o la coexistencia de jubilación y trabajo, entre otras.
¿Qué desafíos cree que deberán sortearse hacia 2025?
Este Directorio va a dejar las bases para que quienes nos sucedan en la conducción puedan terminar de instrumentar la transformación digital del banco, que debería tener por objetivo alcanzar la jubilación digital. Se debe alcanzar un sistema de prestaciones económicas que sea completamente basado en aplicaciones y procesos, eliminando o reduciendo el formato de expediente electrónico. Del mismo modo, dejamos en marcha la integración de la historia clínica electrónica con el sistema nacional de certificaciones laborales, que va a permitir, en la medida que todos los prestadores terminan de incorporar la historia electrónica, contar con información estadística del sistema, de los profesionales y de los prestadores, que sirvan de fundamento para medidas futuras.
¿Cómo ha avanzado la cercanía con el usuario en estos años?
Durante estos años hemos hecho mejoras en la experiencia de usuario, mejorando los canales de comunicación y redes sociales, ampliando la llegada con la información a la gente y tratando de ser más claros, mediante la instrumentación de un programa interno llamado “derecho a entender” que analizó y reescribió más de 200 documentos para ser más comprensibles. Se trabajó a nivel de cercanía, participando de ferias y actividades en el interior del país. La apertura de la mini sucursal de Tres Cruces o de la agencia en el Centro Aparicio Saravia, o el consultorio oftalmológico móvil con ASSE, buscaron acercar el banco a las personas, y creo que se puede afirmar que el banco que recibirán las nuevas autoridades es mejor que el que recibimos nosotros.