Entre las nuevas oportunidades y los desafíos de llegar a nuevos nichos de ahorristas

EDICIÓN ESPECIAL 40 ANIVERSARIO

EDUARDO BARBIERI, GERENTE GENERAL DE LA BOLSA ELECTRÓNICA DE VALORES (Bevsa)


Bevsa ha desempeñado un papel importante no solo como plataforma bursátil, sino en su rol de facilitador, de representante de los inversores, y otros roles. El desafío del organismo es continuar siendo líder en el mercado manteniendo la capacidad de innovación y de seguir generando información de valor para los agentes.

¿Cómo ha sido la evolución del mercado de valores que administra Bevsa desde su creación hasta hoy?

Bevsa comenzó las operaciones en 1994, frente a la dificultad de las instituciones de intermediación de poder participar directamente en la Bolsa tradicional. Fueron cuatro los bancos precursores que además concibieron una Bolsa con un sistema de negociación totalmente digital, multilateral; hoy impensable que fuera de otra forma. A lo largo de los años se fueron sumando instituciones accionistas y operadores, y además de ello se generaron con mucha fuerza otros ámbitos complementarios, como el mercado de dinero y el mercado de cambios. Lo electrónico, con su posibilidad de rastreo y el modelo de matching (donde la mejor oferta compradora cierra con mejor oferta vendedora) que le dieron a Bevsa una transparencia e igualdad de oportunidades para todos los agentes que es un paradigma de la actividad.  

Esto ha atraído a los operadores más calificados y le ha dado al mercado de valores, para determinados segmentos, una liquidez y profundidad significativa, que es lo que tiene que tener un mercado para ser considerado como tal. En esto también conviene reconocer que el BCU marcó un camino y una línea de hacia dónde debe caminar el mercado.  

Hoy Bevsa es uno de los principales mecanismos que tiene el BCU para canalizar la política cambiaria y monetaria. 

A lo largo de los años se pueden marcar una serie de hitos importantes que mejoraron sustancialmente el funcionamiento del mercado, como la liquidación automática de operaciones, la generación de curvas y benchmarks de mercado, la provisión de precios de referencia, entre otras mejoras.

¿Qué se puede hacer en el largo plazo para el sector? Y a la vez, ¿qué innovaciones o amenazas podrían surgir?

Creo que hay un enorme campo de acción en el que Bevsa puede trabajar con muchas mejoras desde el punto de vista de sumar más tecnología, más seguridad y mayor mitigación de riesgos operativos y de mercado. Hoy hay pocos agentes de servicios públicos que vienen al mercado de valores, tanto de empresas públicas como de proveedores privados.  

Más que amenazas, yo diría que hay nuevas oportunidades y desafíos con las fintech que hay que incorporar y articular para llegar a nichos de ahorristas, inversores y emisores que no arriban a nuestro mercado de valores. Es frustrante ver como empresas exitosas de origen uruguayo, como DLocal, no se financian al menos en una pequeña parte en Uruguay. 

¿Cuál sería el camino para lograr un mejor desarrollo del mercado de valores local? ¿Es un tema de regulación o de tamaño de empresas?

Acá quiero hacer una puntualización: nosotros pensamos que hay segmentos del mercado inversor y del segmento emisor que tienen, aun reconociendo que podría ser más, un nivel aceptable de desarrollo, sea por volúmenes o tipo de productos. El mercado de grandes emisiones e inversores calificados ha tenido, a partir del ingreso de las AFAP en 1996, un volumen interesante, con instrumentos como los fideicomisos financieros de renta variable, similar a las acciones, por más de US$ 2.500 millones, cuyos fondos se destinan a emprendimientos productivos y de infraestructura. 

Entonces, en esto, el tamaño sí importa y habría que trabajar en ese sentido para bajar ese tamaño tanto de empresas y tipo de productos y vehículos financieros adecuados, como de inversores que acceden el mercado con productos acordes con su nivel de necesidades financieras.   

Hoy estamos trabajando en el ámbito de una Comisión de Promoción de Valores, renovada y potente, con un nivel alto de propuesta y consensos y que trata de superar barreras regulatorias y conceptuales que van a llevar mucho tiempo de análisis y discusión, pero tengo mucha expectativas en los resultados a lograr.

¿Cuán relevante es la iniciativa de desdolarización de la economía que está impulsando el BCU, a efectos de acompañar el desarrollo del mercado de valores?

Para mí la pregunta debería ser al revés: más allá de los aspectos básicos macroeconómicos, como la disminución sostenible del déficit fiscal, y de los cambios culturales, en qué medida es que el mercado puede contribuir a la desdolarización. Y yo creo que lo primero sería darle un apoyo fuerte a los mercados futuros de divisas. Y explicar, porque es fácil. 

Si yo tengo una referencia sólida de cuánto va a valer el dólar en términos de pesos a un mes, tres meses, un año, y puedo generar la cobertura adecuada, mi preocupación por devaluaciones y volatilidades va a disminuir mucho, y con ello podré vencer esa aversión al riesgo por el tipo de cambio. El fomentar la participación en mercados derivativos, largos y profundos, es una condición necesaria.   

Sin perjuicio de esto, la desdolarización es un proceso muy complejo de sostener a largo plazo.