Carle & Andrioli Contadores Públicos celebra tres décadas de transformaciones

Por Oscar Cestau | @OCestau

Comenzó siendo un estudio de asesoramiento contable y tributario, pero la dinámica del mundo de los negocios impulsó el desarrollo de otras áreas dentro del estudio. Las transformaciones han sido continuas en estos 30 años, acompasando la dinámica del mundo y la personalización de los servicios. Hoy, la firma está conformada por medio centenar de profesionales altamente capacitados y comprometidos con brindar el mejor servicio a los clientes. 

Era octubre de 1991. En marzo de ese año se había creado el Mercado Común del Sur (Mercosur), lo que abría un mundo nuevo para los negocios y las empresas. El país convivía con una inflación del orden del 30%, el marco tributario distaba mucho del actual y tanto las empresas como el país estaban más aisladas del mundo.

Darío Andrioli y Diego Carle trabajaban juntos en una firma arrocera. A partir del buen relacionamiento que tenían y del convencimiento de que brindar un servicio lo más personalizado posible en materia contable era el camino a seguir, decidieron dar el paso y crear Carle & Andrioli Contadores Públicos.

Un local ubicado en Convención 1382, en Galería del Libertador, fue la primera oficina del estudio. “Fuimos precursores de los cowork, porque le alquilábamos una oficina a la Inmobiliaria Daver, que estaba instalada allí, con quien también compartíamos la sala de reuniones”, rememoró Darío Andrioli al hablar de los comienzos. Hoy, la relación con la inmobiliaria se mantiene, con ésta como cliente.

El estudio empezó ofreciendo dos servicios: asesoramiento contable y asesoramiento tributario.

“El equipo del estudio estaba conformado por Diego (Carle) y yo, y nuestras dos primeras funcionarias contratadas fueron Shirley Cervantes y Verónica Vargas. Estuvimos un tiempo con esa estructura”, repasó Andrioli sobre ese comienzo.

El primer cliente del estudio fue Seven Eleven, empresa que ya no existe, y luego se integraron otras que eran atendidas individualmente por los dos socios. El grupo SEMM, Secom y Arrozal 33 conformaron inicialmente la base con la que se construyó el estudio,organizaciones con las cuales la vinculación continúa con diferentes asesoramientos. “En algunas de esas empresas trabajamos en los proyectos de creación de las mismas, por lo que estamos en su génesis desde antes que se fundaran; siempre dando un servicio y un asesoramiento personalizado”, detalló Andrioli a Empresas & Negocios.

La dinámica de trabajo llevó, con el tiempo, a la incorporación de más servicios. “A contabilidad e impuestos le agregamos consultoría y auditoría. Y en ese camino de mejora continua, fue un hito la incorporación, hace 20 años, a la red GGI Global Alliance, que nos permitió encarar los temas de auditoría con manuales y otras herramientas, además de utilizar la propia red en la canalización de consultas para la regionalización e internacionalización de los clientes”, enumeró el ejecutivo.

A esto se le agrega que desde hace más de 15 años el estudio forma parte del registro de auditores externos del Banco Central. Eso permitió desarrollar el área de auditoría, que es muy importante para la firma.

El crecimiento de la firma tanto en clientes como en personal trajo aparejado la mudanza a nuevas oficinas. El estudio pasó a funcionar donde hoy se ubica, en Bv. Gral. Artigas 1443, en Torre de los Caudillos.

Los socios actuales del estudio son Darío Andrioli, Natalia Silva y Lilye Fleitas, y se está previendo para el futuro la integración de contadores del equipo. “Y hemos conformado un equipo de profesionales altamente capacitados y muy comprometidos con la visión de la firma”.

Crecimiento orgánico

En estos 30 años de existencia el país sufrió dos crisis importantes, cada una con características diferentes: la de 2002, que fue de carácter financiero; y la que devino de la pandemia del covid-19, que tuvo su origen en 2020.

Para Andrioli, fueron dos momentos totalmente diferentes, que obligó al estudio a adaptarse a los requerimientos de los clientes. “La del 2002 fue una crisis típicamente financiera, con problemas para los depositantes y también para el financiamiento de las empresas; se cortaron todos los créditos. Ese momento nos agarró maduros, estábamos bastante capacitados en temas de financiamiento y en aspectos financieros por nuestra experiencia en otras empresas. Ahí teníamos consultoría pero para proyectos de creación de empresas, proyectos de inversión. Le dimos una vuelta más, creamos asesoramiento financiero para reestructuración de empresas. Reforzamos esa área porque la demanda iba por ahí dado que las empresas, a su vez, necesitaban reconvertir su financiamiento y sus operaciones. Ese momento nos tomó preparados y con actitud para hacer ese cambio, lo que representó un proceso de crecimiento del estudio”, describió Andrioli sobre esa etapa.

La reforma tributaria de 2007 tuvo su impacto en las empresas y en la dinámica de trabajo, además de que trajo aparejado otras condiciones de mercado, por lo que también hubo que prepararse de otra forma a la hora de brindar servicios profesionales.

Luego de ese período complicado por el que transitó el país, hubo 17 años de crecimiento de la economía. Aparecieron nuevos modelos de negocios y el mercado externo cobró cada vez más relevancia. Ese contexto permitió al estudio desarrollar nuevas áreas de servicios.

“Empezamos a trabajar más con los sectores de salud, transporte de personas y agronegocios. Eso nos posibilitó diversificar e ir creciendo… Tuvimos un crecimiento gradual, orgánico, paso a paso, a veces más lento de lo que requerían las circunstancias. En el caso de las empresas de transporte de personas, por sus características, tiene el requerimiento de ser auditadas por firmas inscriptas en el Banco Central, y cuando salió esa normativa, estábamos listos”, explicó sobre ese período el entrevistado.

Luego, en forma reciente, sobrevino la crisis derivada del covid-19, que fue de carácter sanitario, con características diferentes, que tomó a todos por sorpresa, y que llevó a una reducción de la movilidad, lo que derivó en una caída de ventas y de actividad de la economía. “Las empresas a las que se les cayó la actividad tuvieron dificultades, pero no se cortó ni el crédito ni la cadena de pagos como en el 2002. Impactó sí en la dinámica de las operaciones… comercialización, compra, exportación, que hoy es un tema complejo por la logística, los costos y el envío de la mercadería”, reflexionó Androli sobre este momento de la historia.

Un entorno profesional con cambios constantes

En 30 años cambiaron los modelos de negocio de las empresas, se transformó el estilo de gestión de las mismas y también el rol del contador. “Nosotros éramos contadores más bien de conocimiento y opiniones técnicas cuando arrancamos con el estudio, y las transformaciones llevaron a que nos convirtiéramos más en asesores confiables de negocio, lo que nos permitió trabajar en varios proyectos de empresas con las que tenemos una relación de muchos años”, reflexionó Andrioli.  

Hoy la firma cubre cuatro áreas: asesoramiento contable, asesoramiento tributario, consultoría y auditoría. “Cada uno de estos servicios ha cambiado, no son las áreas originales con las que trabajábamos antes. El procesamiento contable ya está más automatizado, hoy se basa en asesoramiento contable y elaboración de informes financieros. Tenemos asesoramiento y planificación tributaria.El primer contador no socio que se incorporó fue Javier Moo, que sigue en la firma, y que no era experto en asesoramiento tributario, pero hizo una maestría y se especializó.

La consultoríadesde hace quince años la lideramoscon Natalia Silva; esto abarca proyectos de inversión, Comap, preparación de la empresa para vender, auditoría de compra de empresas, entre otros servicios. Y sumamos a colegas con experiencia en auditoría para desarrollar ese departamento que hoy es un área importante”, explicó el socio fundador de la firma.    

Actualmente el estudio tiene 50 integrantes, con 40 años de diferencia entre los de mayor y menor edad, todos ubicados en cinco apartamentos del Piso 6 de la Torre de los Caudillos. El buen clima laboral dentro del estudio es uno de los aspectos clave donde se pone foco. En ese sentido, la firma fue incluida durante varios años en la lista de mejores lugares para trabajar según Great Place toWork; de hecho, actualmente el estudio está certificado y trabajando para seguir manteniendo ese reconocimiento.

“Es un proceso de convivencia de dos generaciones, aportando cada uno lo mejor; unos la experiencia y otros la juventud. Hoy, internamente, no concebimos el asesoramiento de hace 30 años, que era más individual. Actualmente, la actividad se hizo más compleja y personalizada;  más interesante también. Y se requiere actualización permanente, es clave tener el mejor conocimiento en todas las áreas -cambios normativos, tributarios, contables, en las estrategias de las empresas- para poderlo aplicar en casos concretos. Tenemos muchos clientes del Interior, entonces viajamos. Además, generamos buenos acuerdos de cooperación con muchas firmas de distintas zonas del país, por lo que nos complementamos”, reveló Andrioli. 

El estudio trabaja, básicamente, para empresas nacionales y de la región y se han captado clientes de España, México y Estados Unidos, con servicios de asesoramiento en operaciones que pretenden desarrollarse en esta zona del mundo.

La tecnología ha transformado, en todos los niveles, el mundo de los negocios y a las empresas. Carle & Andrioli Contadores Públicos ha transitado ese proceso, adaptándose a este contexto. 

“Lo que nos costó más en estos 30 años fue adaptarnos a las nuevas empresas de tecnología de la información. Estos negocios son modelos diferentes al mundo que estábamos acostumbrados, es decir, el de las empresas industriales y comerciales. Invertimos en aggiornarnos en esos temas, en ponernos a punto, y creo que ahora entendemos más ese modelo, que requiere del conocimiento. Cualquier asesoramiento profesional demanda conocer la actividad; hoy tenemos clientes vinculados a las tecnologías de la información y los atendemos sin inconvenientes porque nos preparamos. En mi caso, que soy el mayor del estudio, requiero trabajar con un equipo técnicamente y tecnológicamente formado. Hoy no se concibe el asesoramiento casi que de ninguna actividad sin el conocimiento tecnológico. Así como las empresas productivas han incorporado automatización, robotización, y tecnologías de la información, las firmas profesionales tenemos que hacerlo para dedicar muestro tiempo en generar más valor a nuestro asesoramiento que a procesar transacciones”, expresó Andrioli.

El entrevistado, además, destacó la importancia, en estas tres décadas de existencia, del relacionamiento con organizaciones empresariales. Así, Carle & Andrioli Contadores Públicos está entre los mentores de Endeavor y OMEU, y conforma la red de empresas socias de ACDE y de Deres.

Perspectivas y desafíos

“En la tranquilidad de un vestuario antes de salir a la cancha para jugar las próximas fechas, creemos, y no es un discurso. Tenemos que estar bien cerca de las empresas clientes, sobre todo asesorándolos en las decisiones financieras, en inversión, financiamiento, dividendos, costos;ese es nuestro rol”, indicó Andrioli al ser consultado sobre los desafíos que tiene por delante el estudio.

Agregó que, además de ser imprescindible conocer todo sobre la actividad, también es necesario dar un servicio cada vez más personalizado y, obviamente, asesorar en las decisiones de inversión de lasempresas, no sólo de reposición, sino de innovación o de incorporación de conocimiento a sus actividades.

Ante esta realidad, el ejecutivo ve a los profesionales del estudio trabajando cada vez más en conjunto con otros expertos, algo que ya se viene haciendo, pero que se va a incrementar con ingenieros agrónomos, con arquitectos, con médicos, con ingenieros mecánicos, con abogados, entre otras profesiones. “Creo que nuestra profesión se volvió más global, más digital, y más amplia en la necesidad de integrar equipos de trabajo para, en definitiva, agregarle valor a la empresa, que es lo que al final importa”, dijo al respecto.  

 Andrioli reconoce que hay una transformación del empresario, que se volvió más científico en la toma de decisiones, y utiliza la opinión de especialistas cada vez más.

“La decisión final sigue siendo del empresario, pero esta se lleva a cabo en un proceso menos intuitivo y más científico. Ya las nuevas generaciones de empresarios están acostumbrados a eso. En el agro, por ejemplo, ya no es el agro de antes, sino que se estudian proyecciones de costos, o proyecciones financieras, y aunque después el mercado y el clima determinan otras condiciones, el empresario maneja escenarios alternativos. Siempre digo que nosotros no jugamos el partido, pero podemos incidir en el mismo desde el borde de la cancha, bien cerca de donde está jugando el empresario”, opinó.

Otro de los retos de cara al futuro está en incrementar la seguridad de la información. “Tratamos de brindar servicios personalizados trabajando en un buen clima y siempre asegurando la confidencialidad. Y hoy, para asegurar esa confidencialidad de los clientes también tenemos que tener seguridad en la información. Así como desde el 2010 estamos certificados en Sistema de Gestión de Calidad, el próximo paso es certificarnos en Seguridad de la Información”, explicó el entrevistado.

A su vez, está el desafío de profundizar, a través de la red GGI -que está presente en más de 120 países-, alianzas y trabajos en conjunto con firmas regionales e internacionales.


Clima de negocios e inversión

Al hacer alusión al clima de negocios que hoy tiene el país, y que impacta en forma directa en el trabajo de las empresas que el estudio brinda asesoramiento, el ejecutivo resaltó algunas ventajas en el fomento y desarrollo de la inversión, entre otros ítems, lo que redunda en cómo nos visualizan desde el exterior.

“Tenemos estabilidad política, económica y seguridad jurídica. Por más que la pandemia movió algunas cosas, esos tres pilares se mantienen. Eso es lo que le interesa a un inversor. Medidas que se tomaron, como mejoras en acceso al crédito y establecer más incentivos tributarios para generar más inversión, han sido importantes. Estamos viendo, además de UPM, desarrollo de inversión en la industria, sobre todo en lo que va de este año, y en el sector agrícola, que por dos zafras ha crecido, y eso, a la larga, se traduce en mayor productividad”, destacó sobre el tema.

El ejecutivo remarcó en la importancia de la inversión para acelerar el proceso de restablecimiento de la economía, dado que aún no se ha recuperado la caída del 6% del año pasado.

También es clave para mejorar el empleo. “En la crisis de 2002 el desempleo llegó a ser mayor del que tenemos hoy. De todas formas,ya antes de la pandemia estábamos  con un desempleo en aumento. Habíamos asistido a niveles históricamente bajos hasta 2014, luego empezaron algunos problemas y la pandemia los acentuó. Este es un tema relevante para el desarrollo económico, determinante del consumo de los hogares, que es uno de los motores de la economía”, manifestó sobre este tema.