El programa Mujeres al Mundo de HSBC reunió a clientas y colaboradoras del banco para reflexionar sobre el rol del líder

El programa Mujeres al Mundo de HSBC marcó un nuevo hito en su agenda de trabajo y reunió a clientas y colaboradoras del banco para reflexionar sobre el rol del líder y las claves para entender a las personas y lograr mejores resultados en los equipos.

Al igual que en la última reunión, la conducción del encuentro virtual estuvo a cargo de Sylvia Chebi, emprendedora tecnológica y mentora empresarial. Para la ocasión, eligió basar el concepto fundamental del taller en el trabajo de Ichak Adizes y su clasificación de estilos gerenciales, como insumo principal para comprender a las personas.

Chebi señaló que “todos los líderes deberían desarrollar la capacidad de entender a las personas” y lo reafirmó comenzando su exposición con una afirmación de Adizes. “Saber con quiénes estamos hablando y cómo hablarles es esencial para tener éxito”, expresó.

Agregó que, según el experto, todas las organizaciones atraviesan períodos de crisis y cambios, sin embargo, algunas salen fortalecidas y otras fracasan en el intento. Para explicarlo, Chebi recogió el concepto de las cuatro vitaminas que conforman un código creado por el autor: P (Producir), A (Administrar), E (Emprender), I (Integrar).

De la combinación de estos elementos se conforma el estilo de líder que cada uno puede ser y, al mismo tiempo, un mapa clasificatorio que permite entender a las personas, su comportamiento, y el acercamiento más efectivo que el líder puede tener con ellas.

Sobre esa base, Chebi analizó la complementariedad de los equipos en función de la diferente proporción que cada persona tiene de esas vitaminas, dando lugar a personalidades diferentes, como el “llanero solitario”, la persona compulsivamente ocupada que vive de crisis en crisis; el “burócrata”, cuya preponderancia de la vitamina A le obliga a poner por delante los procesos a los resultados; el “incendiario” como figura emprendedora y creativa, amante del cambio constante; y el “politiquero”, empeñado en alcanzar acuerdos amplios y de consenso para actuar.

“El líder/gerente perfecto es el que tiene mucho de cada una de las vitaminas, pero ese líder no existe y es un error buscarlo. Un buen gerente tiene que tener un código completo y suficiente de vitaminas para liderar un equipo complementario”, concluyó Chebi.