Un emprendimiento de muebles antiguos restaurados, más que nada de campo, y otros realizados a nuevo

Rutas de emprendedores

El gusto por las buenas cosas de un músico y una fotógrafa fue lo que dio nacimiento a Escarlata Muebles, ubicado en la tranquilidad que ofrece la calle Francisco Araucho, a la altura del 1237. Gabriel García y Federica Reyes, además de ser un matrimonio, son quienes crearon, hace ya tres años, un emprendimiento que nunca antes habían pensado en llevar adelante.

Escarlata ofrece muebles antiguos restaurados, más que nada de campo, y otros realizados a nuevo, inspirados en diseños viejos y utilizando elementos con su propia historia, como lo puede ser un armario realizado con postigones cuyas marcas del tiempo le dan un valor agregado. Cada pieza es única.

Además, tocadiscos, máquinas de escribir, cámaras analógicas y demás artículos que cumplen hoy una función de decoración, se encuentran dentro del abanico de opciones que retrotrae instantáneamente a décadas pasadas.

La afinidad por los muebles de García tiene una relación directa con su vocación de músico, señaló en entrevista con Empresas & Negocios. La mayoría de los instrumentos musicales son de madera, e incluso se consideran a la guitarra y a los pianos como muebles.

Los conocimientos para impulsar un emprendimiento de estas características se fueron formando en el camino. En el inicio comenzaron vendiendo por internet durante un periodo de tres meses. Cuando notaron que realmente había un interés de trasfondo por parte de los consumidores decidieron alquilar un local. Era necesario que las personas palparan los muebles y se dejaran conquistar por ellos y, además, a esa altura, el lugar donde los tenían se había vuelto pequeño.

Si bien hay algunos elementos que diseñan los emprendedores, la gran parte de su trabajo consiste en reunir a los proveedores y artesanos para elegir el tipo de mercadería a ofrecer. La mayoría de los muebles provienen de remates del Interior del país. “Es un poco curioso el asunto. La mayoría de la mercadería procede del campo, pero la gente de ciudad les da una mirada distinta que la de sus propietarios originales”, comentó García.

Facebook: Escarlata Muebles

Los desafíos del negocio están en la provisión de los muebles. Las mesas antiguas, por ejemplo, son cada día más difíciles de conseguir por lo que desde el emprendimiento juegan a reinventarse continuamente.

Un punto que resalta es la calidad de las mesas, los armarios, las sillas… “Siempre digo que si duró 50 años, es muy probable que duren otros 50 más”, dijo el emprendedor. Muchos de los compradores son personas desencantadas del MDF, que prefieren invertir una suma de dinero en un artefacto de una calidad considerable. Pino blanco, cedro, paraíso y ciprés son algunas de las maderas que se pueden encontrar en el lugar.

La mayoría del público está compuesto por vecinos de barrios aledaños, como lo son Pocitos, Centro, Parque Rodó y Punta Carretas, de entre 30 y 50 años de edad. De todas formas, García comentó que han vendido para casi todas las zonas.

Dentro de las metas de Escarlata se encuentra incorporar mercadería con diseños variados. Para lograrlo, se proponen pasos lentos pero seguros. Los años de experiencia y el conocimiento de negocio les permiten realizar apuestas más grandes.

“La mayoría de la mercadería procede del campo, pero la gente de ciudad les da una mirada distinta a la de sus propietarios originales”

A la vez, se encuentran satisfechos por lo logrado hasta el momento y que fue “bastante mejor de lo esperado”. La respuesta del público ante el emprendimiento se corresponde con una responsabilidad de Escarlata orientada al servicio de ofrecimiento, señaló García.