Diego Vallarino, Data & Analytics director de Equifax Uruguay
Equifax presenta Id Validator: su solución antifraude para validar la identidad de las personas físicas. Esta herramienta permite verificar la identidad de un individuo a través de preguntas y modelos de decisión.
Con el auge del canal digital para realizar todo tipo de transacciones, las personas buscan flexibilidad para operar y elegir, mientras que valoran la comodidad y seguridad de operar a través de un dispositivo móvil. Como respuesta a estas necesidades, Equifax lanzó Id Validator, una solución que acompaña las tendencias del mercado y los consumidores, generando valor y confianza.
El producto permite proteger tanto al consumidor como a la organización, identificando si una persona es quien dice ser, más allá de la documentación que posea o presente, evitando así los fraudes llamados «suplantación de identidad». En diálogo con Empresas & Negocios, Diego Vallarino, Data & Analytics director de Equifax Uruguay, aseguró que el Id Validator permite «realizar negocios con confianza». «Implica la tranquilidad de las dos partes de que los costos o los riesgos asociados a la identidad quedan cubiertos», añadió.
El proceso de validación diseñado por Equifax puede aplicarse tanto al medio digital -foco principal de la compañía- como a los negocios tradicionales. A través de un portal o aplicación, al cliente se le solicitan determinados datos, tales como su nombre y cédula de identidad. En primer lugar, se verifica que esa información sea correcta, a través de la base de datos de Equifax y de la Dirección Nacional de Identificación Civil. Si los datos no son correctos o no coincide el número de cédula con el nombre de la persona, se reporta una inconsistencia.
Pero si los datos son correctos, el proceso avanza hacia un conjunto de cuestionarios. El objetivo de estos es hacerle al cliente preguntas que solo él podría responder, para asegurarse que es la persona correcta. La información con la que cuenta Equifax en sus bases de datos, junto con las respuestas de estos cuestionarios, pueden generar algoritmos que permitan la identificación. Las respuestas son capturadas de tal forma que se protege la privacidad de la información del consumidor y la verificación se realiza de una forma segura.
El proceso da como resultado una probabilidad de que esa persona sea quien dice ser. El porcentaje de acierto es configurado por cada uno de los clientes afiliados al servicio de Id Validator, de acuerdo a las respuestas proporcionadas por el consumidor.
La herramienta no solo reduce la tasa de fraudes, sino que incrementa el nivel de confianza de los clientes finales, permite transacciones más seguras y disminuye costos operativos. A modo de ejemplo, puede estar integrada en el funnel de venta del sitio de e-comerce para validar las transacciones, implementarse para mesa de ayuda o call center de venta telefónica, o utilizarse en la validación en forma presencial u online en la oferta de créditos.
Vallarino advirtió que los fraudes de suplantación de identidad son moneda corriente en estos tiempos, y es un problema con el que las empresas y clientes tienen que convivir día a día. Este tipo de fraudes surgen con dos características particulares. La primera es que se realizan por transacciones insignificantes, como podría ser una factura por un servicio extra, con un costo de 10 centésimos.
La segunda característica es cuando existe una transacción sobre la que el cliente no tenía conocimiento. Lo que ocurre habitualmente, según Vallarino, es que las empresas no lo cobran, y el cliente entra en mora. «Pero como tiene imposibilidad de comunicarse con el deudor, la mora aumenta hasta que termina siendo incobrable. En el caso de que no se pueda identificar a la persona o comunicarse de alguna manera; o, en el caso de que se ubique a la persona real, a la cual le sustrajeron la identidad, termina teniendo una deuda a la que tiene que hacer frente cuando nunca consumió el servicio o compró el producto», explicó Vallarino.
Las empresas deben ser conscientes y poseer sistemas que permitan validar y verificar la identidad de las personas a la hora de realizar transacciones. Por parte de los consumidores, la precaución fundamental es pedir o reclamar la verificación de su identidad, para tener una garantía de cada transacción.
