La ANII se encamina hacia nuevas formas en su gestión

Flavio Caiafa, presidente de la Agencia de Investigación e Innovación (ANII)


A principios de 2020, la Agencia de Investigación e Innovación (ANII) comenzó a ser presidida por el ingeniero civil Flavio Caiafa. De los primeros retos que se planteó el equipo de nuevas autoridades fue modificar aspectos en la forma de gestión, y es por ese camino que transita la agencia en este momento. Además, recientemente, alineados a sus proyectos para estos años, lanzaron un beneficio fiscal para empresas privadas que realicen actividades de I+D.

El objetivo de Agencia de Investigación e Innovación (ANII)  sigue siendo el mismo de siempre: hacer que la ciencia y la innovación sean factores claves para un cambio de magnitud en el crecimiento económico y en el desarrollo social del país. En abril, fue designado como presidente de la organización Flavio Caiafa, quien es ingeniero civil y fue el coordinador de proyectos de ThalesLab durante dos años.

“Por ciencia e innovación nos referimos a dos áreas claves que promueve la ANII”, aseguró su presidente a Empresas & Negocios. Indicó que el organismo, como agencia de promoción de investigación y desarrollo, está muy bien posicionada a nivel de América Latina, y que, por eso, es usada como ejemplo en muchos otros países.

Además, la ANII es parte de la Red Latinoamericanas de Agencias de Innovación (RedLAI), y la primera presidencia de esta red la tuvo la agencia uruguaya, apostando a la creación de una escuela de evaluación y monitoreo.

“Uruguay tiene un excelente posicionamiento a nivel de su sistema de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+I). Dentro de todas las cosas malas que trajo la pandemia, el país salió muy fortalecido en el sentido de que demostró que aplicando la ciencia e innovación se pueden encontrar soluciones rápidas para atacar problemas complejos”, reflexionó Caiafa.

Siguiendo la línea de la Investigación y el desarrollo (I+D), la ANII lanzó un nuevo apoyo a las empresas privadas a través de beneficios fiscales por sus gastos en actividades de esta índole. “Es una ley nueva que permite a las empresas que realicen actividades de I+D acceder a un beneficio fiscal que se brinda a través de la agencia. La idea es que las empresas privadas que hacen I+D de cualquier tipo postulen las actividades en un formato de proyecto que puede durar hasta 36 meses y, en función de los gastos, van a tener un crédito fiscal de hasta un 35%. En el caso de que el proyecto incluya a un centro tecnológico el porcentaje pasa a ser 45%”, relató el entrevistado.

Esta ley es la Nº 19.739 y, si bien se reglamentó en diciembre del año pasado, ahora comenzará a bajarse a tierra, y se definió que el monto total para los beneficios será de $132 millones, es decir que se pueden dar diferentes créditos por hasta ese monto.

Para que las empresas puedan postularse deben ingresar a la web de ANII, y en el destacado principal encontrarán un enlace a “beneficios fiscales para I+D de empresas”. Allí hay un formulario de contacto para iniciar el proceso y presentar la descripción de las actividades que, posteriormente,  se rendirán los gastos.

Por una nueva manera de gestionar

Su presidente aseguró que el primer punto es hacer un cambio en la gestión, “no porque sea el punto más importante pero sí es el más urgente”, sostuvo. Indicó que este cambio consiste en no comprometerse a gastar más que los recursos que se tienen. “Históricamente la agencia era deficitaria, ya que sistemáticamente se gastaba más de lo que ingresaba y no era sustentable”, agregó.

Este plan de transformación de gestión consta de tres grandes componentes. Uno de ellos es apoyar la excelencia en los proyectos que prueban. “Esto quiere decir enfocarnos tanto en investigación, innovación, emprendedurismo, y otras cosas, proyectarse en los mejores proyectos académicamente hablando, en los que prevemos más impactos y mayor valor a largo plazo”, describió Caiafa.

El segundo foco es priorizar también el alto impacto de los proyectos que creen que tendrán mayor impacto en el desarrollo científico, económico y, en particular, en industrias con alto valor agregado. “Esto incluye el agro, que es un sector que parece no tener mucha tecnología pero sí la tienen y es el responsable del 75% de las exportaciones y, obviamente, otros sectores como el software, servicios, turismo”, aseguró.

En lo que refiere al tercer punto, están proponiendo una estrategia para que la ANII no sea solo una agencia subsidiaria o promotora, sino que genere recursos genuinos para seguir creciendo la inversión en I+D+I.