Marcelo Guillermo, uno de los socios directores de esta empresa que se dedica al desarrollo inmobiliario, dialogó con Empresas & Negocios sobre los proyectos actuales, las nuevas tendencias del mercado y las zonas que más se ajustan a esta realidad. Con presencia en el Prado y en Avenida de las Américas, la compañía apunta al desarrollo de iniciativas en espacios con menos oferta y mejor infraestructura.
Con una trayectoria de 48 años, Tanco se ha destacado en el sector de la construcción y el mercado inmobiliario uruguayo, gestionando grandes proyectos en todo el país. La labor de Tanco abarca desde el análisis exhaustivo de la potencialidad de los terrenos hasta la optimización de las inversiones a partir de un planteamiento arquitectónico acertado.
Su capacidad para llevar a cabo cada etapa del proceso de construcción ha resultado en la finalización exitosa de numerosas obras, acumulando un impresionante total de más de 120.000 metros cuadrados construidos.
¿Cuáles son los principales proyectos que tiene hoy en desarrollo Tanco?
Actualmente tenemos presencia en dos zonas. Una de estas es el Prado, donde recientemente terminamos un proyecto de 11 casas, y estamos entregando ahora un edificio horizontal. Ambas edificaciones tienen la característica de que no están ubicadas en el límite, sino dentro del barrio. Y después estamos haciendo dos desarrollos en Avenida de las Américas, en el departamento de Canelones.
¿A qué se debe la elección de estas áreas en particular?
Quisimos salir un poco de la zona céntrica e ir a lugares donde la infraestructura es buena, hay saneamiento, luz y todos los servicios pero hay menos oferta y mejores condiciones ambientales. Por ejemplo, en el Prado, estos dos edificios quedan muy cerca del Jardín Botánico y de la Rural; el de Avenida de las Américas también se ubica enfrente a los lagos, lo que los convierte en lugares diferenciales a estar en la zona céntrica.
¿A qué público apuntan llegar?
En el Prado apuntamos a gente joven. En este barrio hay poca oferta de inmuebles de tamaño chico y la gente que se casa o se independiza suele tener que ir a encontrar ofertas en Pocitos, Punta Carretas, Tres Cruces o el Centro. Además, el Prado es un barrio donde hay mucho apego al lugar de donde uno es originario, también por la cercanía con los padres, con la familia y con los lugares donde hacían deporte o estudiaban. En Avenida de las Américas nos pasa algo parecido; si bien está en Canelones, es como si fuera una extensión de Carrasco y la gente que viene a vivir es también gente joven, de Parque Miramar, algunos de Ciudad de la Costa, de Carrasco, que encuentran aquí la posibilidad de tener apartamentos de uno, dos o tres dormitorios a precios razonables y cerca de donde tienen sus raíces.
¿Cuál creen que es el diferencial de la compañía en el mercado?
Nosotros tenemos el perfil de intentar dar más calidad que la que habitualmente uno percibe que deberían tener los productos. Cuidamos mucho el diseño, cuidamos las terminaciones y contratamos siempre a empresas de primera línea para la construcción. Otro diferencial es que damos áreas un poco más generosas que las que se hacen en el promedio de lo que se está construyendo en este momento
¿Cómo ven el desarrollo del sector inmobiliario en el país?
Lo vemos sostenible y lo que observamos que sucede es que hay barrios que por razones de oferta y demanda se van vaciando, y la gente se traslada hacia zonas nuevas donde la oferta es más adecuada a lo que se necesita.
Por ejemplo, hace una generación atrás era una cosa suntuaria tener un dormitorio en suite, y hoy es algo normal. Tener un baño social era suntuario, hoy tener un baño social te lo pide la gente. También se pide un garaje por apartamento y muchas veces dos. Entonces, la gente se va yendo a lugares donde eso se puede cubrir, en otros lugares no, porque tenés el problema de que ya está construido y no hay más lugar.