Tredici se orienta a producir calzado uruguayo con valor agregado

Por Anahí Acevedo | @PapovAnahi 

Dicen los que saben, que para un fabricante de zapatos de dama es más fácil realizar calzado de hombre, que viceversa. Pero, en realidad, tanto uno, como otro, pueden vivir momentos tumultuosos en una industria que, a pesar de que tímidamente se esfuerza por renacer, ha dejado atrás su época de oro en Uruguay.

A comienzos de los años 90, Gabriel López tomó una de las decisiones que marcó el resto de su vida. Había dejado sus estudios para dedicarse a vender telas. Fue de esta forma, recorriendo diversos comercios, que dio con un conocido que le ofreció comprar una fábrica de zapatos. Luego de vacilaciones, aceptó. Aún sin saber nada de calzados al comienzo, decidió hacerse zapatero. O mejor dicho, decidió agregar un nuevo oficio al que ya tenía y por el que se define: murguista.

El motivo fue, seguramente, el desconocimiento de lo que vendría después, que no fue otra cosa que una etapa difícil y el comienzo de una crisis económica. Y él, con su fábrica. Pero, sin embargo, a esa época opaca la utilizó de trampolín y, por supuesto, como punto de partida para la reconversión.

El proceso para lograrlo, justamente, fue el no saber nada, recordó López a Empresas & Negocios. Así, a prueba y error, se fue forjando una fábrica que hoy provee de zapatos de dama a las tiendas más prestigiosas de nuestro país y que, por otro lado, vende al público una línea de calzado de hombre que combina calidad y tendencias. Se trata de Tredici, que debe su nombre al número 13 en italiano y lleva cómo ícono un gato negro. Tal vez, los tradicionales símbolos de mala suerte se hayan transformado al igual que la vieja fábrica, y son los que hoy hacen que, a pesar de la corta vida de la marca –nació en octubre pasado- haya personas que ya han comprado por quinta vez.

“Entendíamos que había un nicho que no estaba cubierto que era el tema del zapato de cuero de hombre sport. Y ahí atacamos”, describió López, quien comparó fabricar calzados en Uruguay con “vender arena en el desierto”, debido al gran número de importaciones provenientes desde oriente.

Uno de los empujes de Tredici fue la inversión en diseño, para lo cual son dos las diseñadoras que trabajan en lograr un producto estético y actualizado. A esto, se le sumó un cambio en la comercialización. A pesar de que poseen un showroom en la fábrica, donde las personas pueden ir a probarse su calzado, las ventas se realizan online. “Entendemos que seguramente sea como derive todo el comercio mundial. Además, hacerlo por esta vía maneja otros costos, lo que nos permite tener un precio sensiblemente más accesible”, aseguró López.

De igual forma, en Tredici apuntan a la fidelidad de la marca con el cliente. Para ello, la calidad y la atención es lo fundamental, apuntó López. Además, respecto al público, señaló que hay un nicho compuesto por hombres de entre 25 y 55 años de edad, conocedor del producto. “Queremos llegar a las personas que saben lo que está comprando, porque es un producto casi a medida”. Es que en Tredici casi no se manejan stocks, de forma tal que cuando llega una compra, el zapato se realiza para la persona que lo solicitó. Aún así, cuando los tiempos de entrega deben ser estrechos, la fábrica comienza a trabajar a todo vapor para poder entregarlo lo antes posible.

Realizar un relevamiento de las tendencias del momento es el primer paso para realizar un producto. Luego se evalúan los cueros, las hebillas, los cierres, todos ellos cada vez más difíciles de conseguir en el mercado uruguayo. Más adelante continúa el trabajo de las muestras, las modificaciones, las correcciones. “En el detalle está la diferencia”, aseguró Lucía Vázquez, una de las diseñadoras, a Empresas & Negocios. Este concepto, asegura López, es lo que los diferencia de un producto realizado por un zapatero de uno con valor agregado.

“El mundo está ahí para todos”, dice López cuando se le pregunta por las próximas metas. Luego agrega, rápidamente: “Nos gustaría exportar y que se conozca a nivel mundial”. Confiesa que es una utopía, pero que también, por algo se debe empezar. De la misma forma que hace 25 años dijo sí al comprar una vieja fábrica de calzados y aventurarse en un nuevo rumbo.

Web: www.tredici.com.uy