Una buena noticia para la economía: el crecimiento de la economía estadounidense

La economía de Estados Unidos muestra señales de fortalecimiento. Se estima que crezca este año e impulse la expansión del producto mundial. La preocupación está en la evolución de la inflación, que en principio se asocia a factores temporales.

Por Sofía Tuyaré (*)

La pandemia y las medidas impuestas por los gobiernos para contener la propagación de contagios, sumergió al producto mundial en una recesión. Las estimaciones para este año son más optimistas y pronostican una recuperación para la economía mundial.

La contribución de China y Estados Unidos a la expansión global sería fundamental según las proyecciones. Dos factores relevantes impulsan estás previsiones. El progreso de la vacunación y el apoyo de las políticas fiscales ante este complejo escenario aparecen como factores clave para las estimaciones de corto plazo.

Estados Unidos parece cumplir con estas dos premisas. Por un lado, el plan de inmunización avanza a buen ritmo, algo que permitió que en algunos estados o ciudades comenzaran las reaperturas en muchas actividades restringidas. Por otro, en marzo el Congreso de los Estados Unidos aprobó un paquete de alivio financiero valorado en 1.9 billones de dólares, que fue impulsado por la actual administración. Dentro de las medidas de este plan se encuentran pagos directos a los estadounidenses de renta baja, ayuda a desempleados, apoyo financiero a estados y gobiernos locales, fondos para distribución de vacunas y realización de pruebas de coronavirus, entre otras. Ante este contexto, se prevé una importante expansión en su nivel de actividad, y, si bien no recuperará los niveles perdidos el año pasado, empujará a la economía mundial.

A pesar de las buenas nuevas, se debe tener en cuenta que aún los riesgos persisten. La aparición de nuevas variantes, demoras en los programas de vacunación, cambios de condiciones financieras, aumentos repentinos de las tasas de interés por presiones inflacionarias, son algunos de los posibles  factores que pueden debilitar el crecimiento.

Nivel de actividad

Al igual que la mayoría de los países, la economía estadounidense disminuyó su nivel de actividad el año pasado. El Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos cayó en 2020 un 3.5%, debido a los efectos contractivos que provocó la crisis sanitaria. Previo a la aparición del covid-19, el nivel de actividad del país del norte se expandía en el entorno del 2% anual. En 2019 el PIB se incrementó un 2.3%.

Luego de la profunda caída en la producción, se espera una recuperación este año. El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima, en su última actualización de abril de su informe de “Perspectivas de la economía mundial”, que el PIB de Estados Unidos se expanda 6.4% este año y 3.5% el próximo, impulsado principalmente por la política fiscal expansiva y el avance más rápido de lo previsto del plan de vacunación.

Por su parte, el Banco Mundial, en el informe de “Perspectivas Económicas Mundiales” de junio, proyecta un incremento del PIB de Estados Unidos de 6.8% este año y de 4.2% el próximo.

La tasa de desempleo fue de 5.8% en mayo de este año, un 0.3 puntos porcentuales menor que la de abril de este año y 7.5 puntos porcentuales inferior a la de mayo de 2020 (13.3%).

 FED

El Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva de Estados Unidos (FED), luego de su reunión de junio, comunicó que debido al progreso en la campaña de vacunación, que redujo la propagación del covid-19, y las políticas fiscales llevadas adelante, los indicadores de actividad económica y de empleo mostraron señales de fortaleza.

En este sentido, la FED incrementó sus proyecciones de crecimiento para 2021, y en la última actualización elevó su pronóstico de 6.5% a 7%, en tanto mantuvo las previsiones de la tasa de desempleo en 4.5% para este año.

A su vez, la FED mantuvo las tasas de interés en el rango entre 0% a 0.25%, pese al alza en la inflación. La atención estaba puesta en la reacción del organismo ante el incremento en los precios, que si bien mantuvo sin cambio la política monetaria por el momento, sí puso el foco en esta variable. El incremento en los precios la FED lo atribuye a factores transitorios y que es producto de la reapertura de la actividad económica.

En mayo, el Índice de Precios al Consumo (IPC) aumentó 0.6%, para la serie desestacionalizada, luego de crecer 0.8% en abril. Los 12 meses a mayo de 2021, el IPC se incrementó 5%; esta suba es la más alta para esta medición desde agosto de 2008 (5.4%).

Impacto

Para Uruguay, el país del norte  es un socio relevante. Según el informe de Comercio Exterior de 2020 de Uruguay XXI, Estados Unidos ocupó el cuarto lugar como destino de las exportaciones de los bienes uruguayos. Las ventas hacia el país del norte disminuyeron un 14% respecto a 2019. Los principales productos que se exportaron a ese país fueron carne bovina, madera y subproductos cárnicos.

Las previsiones más optimistas sobre el desempeño económico es una buena noticia para la economía global, y Uruguay no queda ajeno a este escenario proyectado.

La política monetaria que lleve adelante la FED y cómo impacta en los mercados internacionales -sobre todo en los emergentes- se debe seguir con atención. En la última reunión de la FED se mantuvieron las tasas de interés por el momento, y manifestaron estar atentos a la evolución de la inflación. Se pronostica que las subas se den antes de lo previamente estimado de no contener el alza de los precios. Esto tuvo efecto en los mercados internacionales, y Uruguay no fue la excepción. El valor del dólar en las pizarras locales acompañó la tendencia a nivel global, luego de los anuncios por parte de la autoridad monetaria estadounidense.

 

(*) Economista, integrante del departamento  de Consultoría de Carle & Andrioli, firma miembro independiente de Geneva Group International.