Gerardo Ameigenda: “El perfil de inversión del uruguayo tiende a ser de mucha cautela”

Gerardo Ameigenda, vicepresidente de SURA Asset Management Uruguay


La proximidad de las elecciones en Estados Unidos y la imposibilidad de establecer un ganador –más allá de ciertas tendencias-, ha generado volatilidad en los mercados. En diálogo con CRÓNICAS, Gerardo Ameigenda, vicepresidente de SURA Asset Management Uruguay, se refirió a este momento de la economía global y a las repercusiones que en el ámbito financiero aparecen ante este tipo de acontecimientos. Además de dar su visión sobre el perfil del inversor local, el experto aconseja hacia qué tipos de activos habría que mirar y qué variables es imprescindible considerar a la hora de armar cada portafolio.

-¿Cómo pueden repercutir las elecciones de Estados Unidos en los principales mercados de acciones? ¿Qué puede pasar según triunfe Trump o Biden?

-La contienda electoral de Estados Unidos ha sido uno de los factores principales en la incertidumbre que mostraron los mercados en las últimas semanas. La ventaja de Joe Biden sobre Donald Trump se ha mantenido estable en el último tramo de la campaña y, a diferencia de lo que sucedió en las elecciones pasadas, el candidato republicano no está teniendo ese sprint final en el mes previo a la elección, que lo llevó a ganarle la presidencia a Hillary Clinton. Si nos anticipamos a un escenario con Biden en la Casa Blanca, según ha sido su posicionamiento durante la campaña, podría esperarse una postura receptiva a gravar más a los ingresos de capital, en particular a los de las grandes empresas. 

Igualmente, una posible repercusión negativa de la bolsa americana podría verse mitigada por el ya confirmado nuevo estímulo fiscal, más allá que gane Trump o Biden.

-¿Y a nivel local cuál puede ser el impacto?

-La principal vía de transmisión de los movimientos del mercado enfocados en Estados Unidos en Uruguay es el tipo de cambio, dado que es el canal financiero directo. Después del fortalecimiento que tuvo el dólar a nivel local con la llegada de la pandemia, se entró en una fase de estabilidad con tendencia al fortalecimiento del peso, una situación que ha sido bastante generalizada con otras monedas. Independientemente de quién sea el nuevo presidente en Estados Unidos, nuestro escenario base considera que el dólar mantendrá cierta estabilidad en los próximos meses, salvo algún shock significativo. De todas formas, es importante introducir en el análisis la eventualidad de cierta volatilidad en los mercados, tanto internacionales como locales, ante una victoria de Biden en Estados Unidos, teniendo en cuenta la importancia que se le suele dar a la continuidad de un gobierno que busca la reelección.

Por otra parte, es probable que el contexto de tasas bajas se mantenga a medida que Estados Unidos, Europa y Japón implementen planes de estímulos para reactivar sus economías, lo que inyectará liquidez al mercado y contribuirá al financiamiento a bajos costos de la deuda de los países emergentes, como es el caso de Uruguay.  

En contrapartida, si bien no se esperan subas de tasas de referencia de los principales bancos centrales, de ganar Biden con un parlamento fuerte, que permita un poder de acción de las políticas públicas significativa, podría generarse un aumento del bono de referencia a 10 años, impulsado por el nuevo estímulo fiscal, generando una presión a la baja de los precios de los activos de renta fija.

Las tasas bajas siempre tienen dos caras: permiten financiarse “barato”, pero a la vez implica tener que asumir más riesgos para obtener mejores retornos. Es más difícil encontrar productos más seguros y más rentables. Por ello es clave que cada inversor conozca su perfil y defina sus objetivos. En SURA Inversiones contamos con una amplia variedad de productos financieros que se adaptan a cada perfil, de esta forma impulsamos a nuestros clientes a tomar mejores decisiones financieras.  

-La pandemia del coronavirus sacudió a todo el mundo y afectó a la economía global. ¿Cuál es la situación actual en materia de inversiones? 

-Hay varios factores que contribuyen a la incertidumbre a la hora de invertir en los tiempos que corren. Hablábamos de las elecciones de Estados Unidos, pero también entran en la ecuación los cierres y aperturas resueltos por varios países frente a la pandemia, que son un factor que hay que sopesar permanentemente. Hemos visto que en Europa se registraron indicadores alentadores desde el punto de vista de la actividad, aunque débiles todavía, con el agregado de que en las últimas semanas -ante el repunte de los casos de coronavirus- varios países centrales tuvieron que frenar algunas medidas de apertura que habían implementado. Pese a esto, vemos que Estados Unidos tiene mayores herramientas fiscales y monetarias para hacer frente a la pandemia. Por ello hemos marcado nuestra preferencia por los mercados desarrollados por sobre la región –que sigue golpeada por la crisis sanitaria- o Asia emergente, que si bien se recupera, no lo hace de forma uniforme.

Al mismo tiempo, el hecho de contar con un menú de bajas tasas en la deuda gubernamental, un aumento de los spreads corporativos  y una baja en los premios por inversiones a mayores plazos, nos llevó a reducir la duración de nuestros portafolios con inversiones a plazos menores y a mantener la preferencia por los bonos corporativos, con un posicionamiento global neutro entre renta fija y variable.

-¿Es posible invertir en tiempos de pandemia? ¿Qué recomendaciones se pueden dar para el próximo año? 

-Siempre se puede invertir, pero requiere de decisiones informadas y asesoradas porque existe una combinación de riesgos asociados a los retornos esperados que cada inversor debe sopesar y ajustar a su perfil y a sus objetivos. De todas formas, en momentos de incertidumbre los agentes del mercado tienden a refugiarse en activos menos volátiles, generalmente en países más desarrollados, y de allí que nuestra estrategia considere esas variables como factores muy importantes al momento de armar cada portafolio de inversión.

En cuanto a las previsiones para el año próximo, hay todavía varios factores que tienen que dilucidarse en lo que resta de este año para poder hacer un pronóstico más certero. Por ejemplo, asuntos internacionales, como las elecciones en Estados Unidos o la evolución de coronavirus en el mundo, entre otros; y locales, como lo que nos depare la temporada turística local con las fronteras cerradas.

-¿Cuáles son los mercados e instrumentos financieros más atractivos?

-Una situación como la actual exige un análisis profundo ya que no es sencillo generalizar. Es importante hacer una búsqueda de los activos que mejor se alinean a los objetivos planteados por cada inversor. Somos conscientes de la situación que hoy presentan los mercados financieros a nivel global, y por ello recomendamos mantener cautela y serenidad ante esta coyuntura y monitorear de forma constante la situación.

En SURA Inversiones tenemos un equipo altamente calificado, con expertos en Uruguay y en el exterior, y con acceso a las principales plataformas de inversión internacionales para brindar el asesoramiento que mejor se adapte a cada cliente y en cada momento de su vida, orientado a los objetivos financieros concretos que se plantee con esa inversión. Esa es nuestra misión y nuestro motor diario; acompañarlos en todo momento, brindándoles asesoría financiera confiable, fomentando el acceso a alternativas rentables de inversión para cada etapa de su vida.   

“Es importante hacer una búsqueda de los activos que mejor se alinean a los objetivos planteados por cada inversor”.

-¿En qué recomienda invertir actualmente? ¿Cuál ha sido el comportamiento de los uruguayos a la hora de invertir en este tiempo de nueva normalidad?

-El perfil de inversión del uruguayo tiende a ser de mucha cautela. En SURA Inversiones hacemos un seguimiento permanente del mercado para poder ofrecer las alternativas que se adapten mejor a cada momento. Ese análisis es dinámico y varía en función de los acontecimientos del mercado. De todas formas, en momentos de incertidumbre recomendamos no incrementar innecesariamente los riesgos dada la volatilidad que seguramente seguiremos viendo en el corto plazo.

A quienes tienen un perfil de corto plazo, solemos aconsejarlos optar por un plan más conservador y elegir renta fija con duraciones más cortas, donde la probabilidad de rentabilidad positiva en el período determinado sea alta. En cambio, para aquellos que cuenten con más tiempo para recibir utilidades, es recomendable incorporar otra clase de activos, como la renta variable. 

La estrategia de comprar y esperar tiene un punto clave en la paciencia y serenidad necesaria en medio de la turbulencia, ya que vender en medio de una tormenta y salir del mercado puede hacer que tampoco se esté presente en lo mejor de la recuperación. Asimismo, se ha demostrado que la compra y la venta permanente de activos genera pérdida de valor. En ese sentido, vender nuestras posiciones y refugiarnos ahora puede hacer que nos perdamos lo mejor de la recuperación. 

A nivel local, los títulos públicos uruguayos del Banco Central o el ministerio de Economía en Unidades Indexadas siguen siendo un activo muy interesante, ya que, con un dólar estable, permite cubrirse del aumento de precios y obtener una interesante rentabilidad. 

Además, me parece importante resaltar que este tipo de productos son accesibles para todo el mundo. Desde SURA Inversiones tenemos opciones de ahorro e inversión para todos, con las principales plataformas mundiales, pero también con productos simples, flexibles, líquidos, rentables y sin mínimos. Asesoramos a cada cliente para que pueda armar su portafolio personalizado y a medida, el cual puede monitorear online y a su vez transaccionar cuando lo necesite.


“Estimamos que recién en 2022 se recuperará el nivel de la economía prepandemia”  

-¿Qué se espera en materia de crecimiento económico en Uruguay para los próximos meses?   

-El posicionamiento sanitario que ha logrado Uruguay con el manejo de la pandemia lo ha llevado a un lugar de fortaleza respecto al resto de la región. Eso le ha permitido al país mantener los motores de la economía encendidos, como ha mencionado el gobierno en más de una oportunidad, y que la caída de la actividad no fuera tan profunda como en otros países. Creemos que el próximo año la actividad se recuperará parcialmente aunque posiblemente no logre compensar la caída que se registrará en 2020, más teniendo en cuenta las proyecciones vinculadas a la temporada turística con fronteras cerradas.  

Según la encuesta del BCU existe cierto consenso que este año la economía caerá en torno al 4%, y en 2021 crecerá entre 3% y 4%, por lo que estimamos que recién en 2022 se recuperará el nivel de la economía prepandemia.  

-A nivel local, Uruguay se acerca a una instancia crucial tanto para el gobierno como para la actividad económica con la inminencia del inicio de la temporada turística de verano. ¿Cómo puede repercutir en la economía, a nivel país, la no apertura de fronteras? 

-El cierre de fronteras para el turismo en la temporada estival evidentemente va a tener impacto. Ya teníamos incorporados en nuestros modelos una caída importante en el flujo turístico externo debido a la situación sanitaria que enfrentan Argentina y Brasil, que son nuestros principales clientes en el rubro turístico, pero dado un cierre total de fronteras, es posible que observemos un ajuste en las proyecciones de crecimiento para el siguiente ejercicio. 

-¿Cómo visualiza los próximos meses?

-Si bien tenemos más información que en marzo, una cierta dosis de incertidumbre va a continuar por lo que el análisis de la situación debe ser constante. Hay elementos nuevos a considerar para poder tener un panorama más acabado. Hay señales alentadoras, como cierta mejora de la confianza del consumidor que elaboramos en la Cátedra SURA de Confianza Económica junto a la Universidad Católica, que permiten aventurar una recuperación del mercado interno, aunque no sea generalizada. Habrá que evaluar hasta qué punto el turismo doméstico es capaz de sustituir la llegada de extranjeros, aunque por definición no será una fuente generadora de divisas para el país.