Juan Pablo Dorrego tiene experiencia como profesor en universidades de Italia y Austria, donde se codeó con los mejores de la clase en materia de innovación y desarrollo, y es el nombre que el actual gobierno eligió para presidir la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) en estos cinco años. Entrevistado por CRÓNICAS, Dorrego explicó que en esta administración buscará “levantar la mira” de la ANDE, utilizando la plataforma creada en estos últimos años. A su vez, enfatizó en la necesidad de comenzar a hablar de desarrollo y “hacerse cargo del nombre que se le da a la agencia”.
Menú El entrevistado eligió de la carta de La Corte el emblemático matambre a la leche, que acompañó con agua sin gas. De postre pidió flan con dulce de leche y un café.
-¿Con qué agencia se encontraron al momento de asumir?
-Por trayectoria personal y profesional, me había tocado estar cerca de ANDE, más que nada en su etapa de gestación. El diagnóstico es el de una agencia que está cumpliendo en este 2025 los 10 años de operaciones, lo que habla de una organización joven dentro del espectro de las agencias públicas, y eso marca también la trayectoria. Confirmé que la agencia tiene un equipo técnico muy bueno, que está altamente calificado y que hay gente con altos grados de conocimiento. Ahora, encontramos una agencia que en términos generales estaba ordenada y funcionando, que había sido importante en algunos momentos del período pasado, sobre todo en la pandemia, pero que presenta dos grandes desafíos. Por un lado, en materia presupuestal, donde se desprenden dos grandes temas. Uno tiene que ver con la forma de financiamiento. ANDE tiene un financiamiento que no necesariamente es a través de líneas presupuestales y su presupuesto no se incluye dentro de rentas generales, lo que hace que año a año debamos negociar el presupuesto. Además, el segundo problema presupuestal son las formas. Nosotros tenemos un presupuesto que depende, entre otras cosas, del Fondo para el Desarrollo (Fondes), lo que hace que el proceso se retrase un poco y nos ponga presión en la ejecución, sobre todo en la segunda mitad del año.
-El programa del Frente Amplio pone énfasis en el apoyo a la creación, incubación y aceleración de startups y promete impulsar cambios que reduzcan los costos de la formalización para las micro y pequeñas empresas. ¿Cómo van a llevarlo a cabo?
-Si bien la agencia está ordenada, en líneas generales tenía una orientación destinada a prestar asistencia directa a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), en una lógica muy asistencial. Es cierto que esto tiene que ver con la pandemia que el período anterior atravesó, pero en los años anteriores también sucedía. A mi entender, hacía mucho foco en atender problemas y problemitas de las empresas de manera directa. Nosotros entendemos que ese acumulado de estos últimos cinco años debe ser una plataforma sobre la cuál posarnos, pero debemos levantar la mira. Tenemos que empezar a hablar de desarrollo y hacernos cargo del nombre que se le da a la agencia. Hay que hablar de la competitividad a nivel país y también de la competitividad territorial y cómo nuestros territorios avanzan en este sentido. En esa estrategia de levantar la mirada hay algunos ejes que la pueden estructurar. Hay uno, que es también un mandato presidencial, que busca impactar directamente sobre el sistema de ciencia, tecnología e innovación. De alguna forma, este es un gobierno que se hace cargo de una situación país que encuentra en materia de productividad un rezago y con un crecimiento que no supera el 1%. En esto, entiendo que la innovación y el desarrollo pueden ser una alternativa para avanzar en este camino.
-Oddone habló de la importancia de atraer y generar inversiones para incentivar el crecimiento de la economía…
-Está claro que es un esfuerzo que no lo puede hacer solamente el sector público; necesitamos del sector privado. Hay buena parte de ese diálogo que desde ANDE podemos posibilitar. Entonces, este es un camino de ida y vuelta. El componente de ciencia, tecnología e innovación es un vértice que estructura la estrategia, porque debemos estar preparados para recibir iniciativas que surjan, sobre internacionalización de pymes, identificación o scouting de startups, validación de transferencia tecnológica, IA aplicada a la producción, entre otras cosas. Son iniciativas que van a surgir, que nosotros debemos tener la estructura dispuesta para canalizarlo. Nosotros somos una agenda propositora en ese sentido. Tenemos un programa de digitalización de pymes de mucho valor, con líneas de trabajo con otros ministerios de adecuación tecnológica.
-¿Cuál es su diagnóstico sobre los problemas de competitividad y productividad que tiene el país?
-Nosotros presentamos, hace algunas semanas, un documento que da cuenta de algunos factores que afectan la productividad laboral de las empresas en Uruguay. El objetivo era mirar la ventana entre 2008 y 2022 y cómo se había comportado la productividad laboral en las empresas del país. Entre 2008 y 2022, las empresas uruguayas, en materia de productividad laboral, tuvieron un magro crecimiento. Cuando se mira el promedio de las empresas, la productividad avanzó en el período por encima del 3%, pero cuando se hace foco en la mediana, que nos muestra la empresa tipo uruguaya, el avance fue en el entorno del 0,89%. La diferencia entre ambos segmentos nos muestra que hay algunas empresas que están cinchando y siendo muy productivas, lo que eleva los niveles de productividad de las empresas uruguayas, pero son muy pocas. En definitiva, la empresa tipo uruguaya avanzó muy poco y hay algunas empresas que están moviendo la aguja y siendo muy potentes en la productividad laboral. Entonces, no solamente tenemos un magro crecimiento en materia productiva laboral, sino que se avanza porque hay pocas empresas productivas, y esas son empresas grandes. Para nosotros es importante ver cómo reducimos esa brecha y cómo hacemos que otras empresas puedan dar el salto. Es importante hacer un esfuerzo país de invertir en innovación y desarrollo, con políticas públicas que apalanquen, porque los datos muestran que una vez que las empresas consiguen dar el salto, son capaces de sostenerse.
-¿Y qué ocurre con la competitividad? Las pymes representan el 83% del núcleo exportador del país, lo que resulta un porcentaje significativo.
-Tenemos un desafío en la competitividad a nivel país. Somos una economía y un mercado chico, que nace y se desarrolla de puertas abiertas. Tenemos problemas de competitividad que generan ciertas disparidades territoriales, donde ANDE tiene cierta incidencia y es algo sobre lo que vamos a trabajar, sobre todo en el área metropolitana y en el interior del país. Hay interesantes oportunidades para pensar que estamos en un momento adecuado para hacer políticas públicas de competitividad territorial. Uno tiene que ver con que nuestro país ha plantado semillas de conocimiento y hoy tenemos lugares como Salto o Paysandú. También, uno va a Rivera o Durazno, por ejemplo, y se da cuenta que hay capacidades instaladas en estudiantes que accedieron a nuevos conocimientos y personas que han tenido un desarrollo humano diferente. A su vez, hay sectores productivos o cadenas de valor importantes que tienen un desarrollo en algunos de estos territorios, que es necesario capitalizar y que sean catalizadores de nuevas oportunidades comerciales y productivas.
-Una de las cuestiones que señalan los emprendedores es la carga impositiva y el peso burocrático que deben enfrentar a la hora de tener su propia empresa. El ejemplo claro es que, en determinados rubros, una mipymes debe pagar lo mismo que una multinacional, lo que termina dificultando el desarrollo de estas empresas. ¿Cómo van a atender esto?
-Acá hay una tensión permanente. Desde ANDE somos un actor o una plataforma de diálogo permanente con actores del sector productivo. Nosotros llevamos adelante el programa Centros Pyme, que cuenta con 24 centros en todo el país, que ofrece un conjunto de servicios empresariales a empresas desde Artigas a Montevideo. Y esa iniciativa la llevamos adelante con socios estratégicos, que por lo general son la cámaras empresariales locales. Eso, a nosotros nos posiciona como un interlocutor permanente del sector privado en todo el país y desde allí somos receptores de demandas o dolores que tiene el sector comercial industrial, sino que además, es una plataforma que trabajamos sobre las soluciones. Hay buenas señales de que este gobierno está preocupado por el factor impositivo para mipymes. Pero, además, hay otras discusiones que transcurren en este momento y donde hay una orientación marcada, que también dialoga con la necesidad de que empresas de distinto porte también hagan otros aportes a la prosperidad nacional. Uno de los compromisos de Yamandú Orsi es la necesidad de pensar una plataforma de facturación electrónica que sea de acceso universal para todas las micro y pequeñas empresas y debemos avanzar en ese sentido. A su vez, tenemos conversaciones con el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) y la Oficina de Planeación y Presupuesto (OPP) para avanzar en otros procedimientos de regularización, que las empresas hoy ven como muy pesados. Finalmente, hay un componente vinculado a la formalización que es importante. El gobierno anterior realizó algunos avances en ese sentido y hoy ANDE cuenta con la plataforma Formalización 360, que, de alguna manera, hemos dispuesto que cada persona o colectivo que quiera emprender pueda entender qué rutas seguir y qué camino tomar. Nosotros estamos trabajando en la órbita de Uruguay Innova, en conjunto con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), para que en esas rutas se identifiquen y solucionen problemas, como cuellos de botellas, solapamientos y duplicaciones, que entendemos que deben ser resueltas para agilizar trámites.
“Tenemos reuniones permanentes entre quienes lideramos las agencias, con actores de ministerios y OPP, donde se busca adicionar”
-¿Cómo será su labor en coordinación con Uruguay Innova, que Bruno Gili liderará?
-De alguna forma, la designación de la presidencia de ANDE tuvo que ver con un proceso de definición de liderazgos o responsabilidades dentro del ecosistema de agencias públicas único y común a todos. Alguien se tomó el trabajo de pensar cuáles son las agencias claves para el desarrollo del país y estableció que en esas agencias se necesita un conjunto de personas que estén preparadas para la labor y que tengan, de alguna manera, elementos en común. En mi caso, la invitación a presidir ANDE tiene que ver con ese proyecto, desde antes que se llame Uruguay Innova o que se geste por la Ley de Presupuesto, ya alguien había pensado en el fin último. Una vez que asumimos formalmente, dos grandes cuestiones nos refieren. Por un lado, este cometido que tiene Uruguay Innova, que es articular de mejor manera la función de las agencias públicas y de algunos ministerios de la producción, evitando duplicaciones, avanzando en eficiencia y en ejecución del gasto. Articular no tiene valor en sí mismo, sino que tiene un sentido cuando se adiciona lo que cada agencia hace, en este caso. Y eso está muy presente en la articulación de Uruguay Innova. Tenemos reuniones permanentes entre quienes lideramos las agencias, con actores de ministerios y OPP, donde se busca adicionar.