Iturralde: “Las políticas sociales actuales están más alineadas con las necesidades y no al discurso altisonante de la izquierda”

EN PANINI'S

Pablo Iturralde, presidente del Directorio del Partido Nacional


El pasado sábado 7 de agosto, Pablo Iturralde fue electo presidente del Directorio del Partido Nacional (PN) en el marco de la Convención Nacional denominada Jorge Larrañaga. A pesar de que ya estaba en funciones hace más de un año, la elección respaldó aún más su posición dentro de la fuerza política. En diálogo con CRÓNICAS, Iturralde se refirió a sus objetivos al frente de la conducción del PN y a la importancia de fortalecer  la coalición de gobierno. “La pandemia generó una luna de miel extendida que probablemente esté terminando y van a aparecer problemas”, sostuvo. Consultado acerca de si el PN está, hoy por hoy, cerca de la gente, el reconocido dirigente se refirió a las políticas sociales que está aplicando el gobierno y afirmó que “están mucho más alineadas con las necesidades y no al discurso altisonante que tenía plano social y que después no lo bajabas al piso con nada”.


 El Menú  En la cálida cava de Panini’s, el presidente del Partido Nacional degustó salmón acompañado de vegetales grillados y agua mineral. A la hora del postre, prefirió un volcán de chocolate con helado de frutilla que secundó con un café.


– Acaba de asumir la presidencia del Partido Nacional. Como dirigente y militante del partido, ¿qué significa esto para usted?

– Es el lugar más lindo en el que me ha tocado estar junto con los últimos dos años de la vida de Wilson (Ferreira Aldunate) que compartí con él trabajando en el semanario La Democracia, cuando se desempeñaba como director.

Me han tocado lugares lindos, pero este es el más lindo. Me encanta el partido; hace más de 40 años que milito en el PN, creo que lo conozco bastante, y también a sus dirigentes, a muchos militantes y conozco la lógica de los distintos departamentos. Todo eso me gusta mucho.

Mi señora siempre me decía que los lunes era el día en que me levantaba más contento porque había Directorio; de hecho, ya hace 26 años que estoy en el Directorio. Primero fui suplente de Guillermo García Costa, un hombre muy emblemático para el wilsonismo; el compañero  y amigo de Wilson de todas las horas, que fue candidato a vicepresidente de la República, tras la muerte de Ferreira Aldunate, acompañando a Alberto Zumarán en las elecciones de 1989. Después, del 2000 al 2005, fui suplente de Zumarán y con los dos tuve una relación de amistad muy profunda, me formé con ellos, me marcaron duramente. Ya en el 2004 asumí como miembro y secretario del Directorio, y seguí en ese cargo hasta que el año pasado me eligieron presidente, lo que ahora se respalda con la elección de la convención, aunque la legitimidad ya estaba dada.

De aquí en adelante tenemos al menos tres años enteros para trabajar. Es una tarea muy linda, que me llena y para la cual tengo muchos planes.

El partido ha cambiado su naturaleza y me parece que tiene que hacerlo aún más. Tiene que modernizarse, pero no solo eso. El rol de los partidos ha cambiado porque antes de la reforma constitucional del año 1997, al haber varios candidatos a la presidencia y comparecer todos en conjunto con el doble voto simultáneo y la ley de lemas, cada movimiento y cada candidatura eran como un partido pequeño. Ahora, al tener elecciones internas, elegir a un candidato único y comparecer todos con él obliga a tener mucha más política de partido. Hay algún politólogo que decía que los partidos históricos nuestros no eran partidos sino federaciones de partidos, y había un poco de eso. Creo que la reforma del 97 nos obligó a pensarnos mucho más como partido.

– Más allá de la consolidación del sector Todos que demostró la votación del pasado 7 de agosto, ¿cómo proyecta la interna del Partido Nacional?

– Yo creo que hay una consolidación de todos los sectores del PN. Algunos podrán votar un poco más o un poco menos, pero han pasado cosas en este último tiempo y el partido, al ganar, se lleva sus mejores cuadros al gobierno y, por consiguiente, no se puede contar con determinados compañeros porque tienen inhibiciones constitucionales. La más notoria es la del presidente de la República, que es muy importante para el partido, un hombre joven que ha demostrado un liderazgo claro y que se ha transformado en el jefe del partido, más aún siendo presidente. 

En este marco, la lista del senador Gandini votó muy bien, y por otro lado hay otros grupos emergentes que quizás no tuvieron tanto protagonismo.

 – ¿Es el caso de la agrupación liderada por Juan Sartori?

– Él se ha insertado en el partido, es parte de la orgánica, ha respetado las decisiones internas y con eso es suficiente.

Los demás grupos están más o menos iguales, salvo lo mucho que cambió por el fallecimiento de Jorge Larrañaga, que fue protagonista desde el año 1999. Luego de una interna muy dura, tuvimos muchas divisiones, y en esa oportunidad fue la única ocasión en la que salimos terceros en la historia, porque la gente no es boba y cuando ve que un partido está dividido no lo vota. En ese momento había miembros del partido que tenían vacilaciones sobre la comparecencia, y Jorge Larrañaga fue muy contundente en el sentido de que él iba a comparecer, y todos los que nos alineamos con él en la comparecencia sentimos que era una figura importante que emergía y, de hecho, fue el primero del partido en 2004. Luego fue casi siempre el segundo y, actualmente, en la opinión pública estaba siendo una figura muy importante. Al no estar él queda un espacio muy importante que tenemos que ver cómo se replantea. De todos modos, Alianza Nacional tiene la presencia del Directorio que habíamos planeado.

– ¿En qué dirección van los objetivos que se propone alcanzar durante su periodo al frente del PN?

– Van por el lado de trabajar mucho en la formación, profundizar en la formación de los dirigentes, generar cursos, actualizarse, apostar a que los jóvenes que vayan compareciendo lo hagan con una sólida capacidad y, sobre todo, trabajar la comunicación, que a veces es lo más difícil.

Queremos consolidar un muy buen trabajo que hizo el centro de estudios del partido el periodo pasado con el ministro Pablo Da Silveira a la cabeza, y hacerlo con un seguimiento de las distintas áreas de gobierno, para cooperar, atraer nuevas ideas, para estudiar; estamos instalando eso y va avanzando bien. La idea es, desde ahí, ayudar a construir políticas públicas.

También queremos hacer cuestiones de formación de la calidad de las políticas y políticas públicas, algunas dentro del partido, otras en conjunto con la coalición y otras con todo el sistema político. En definitiva, trabajar en la formación en conjunto de todo el sistema político ayuda a la gobernabilidad y a la gobernanza.

Yo quiero dedicarle mucho a estar en el Interior con tiempo, dedicándome a hablar con los convencionales, con los concejales, con los alcaldes, con los ediles, con las organizaciones sociales. 

Quiero dedicarle un tiempo largo al Interior profundo y al Montevideo olvidado, también a Canelones. Creo que tenemos que tratar de salir del encierro de Ciudad Vieja y la costa y dedicar una semana entera a recorrer el Cerro y sus alrededores, Malvín Norte y sus alrededores… Ese trabajo en territorio es muy importante.

Además, quiero tener un mapeo de las organizaciones sociales, culturales, deportivas, ONG’s, organizaciones intermedias de todo tipo para saber cuáles son, identificar a sus principales dirigentes, cuáles son del partido y, más allá de eso, saber con quiénes podemos conversar y qué está pasando, porque muchas veces ese corte de la sociedad viéndolo solo desde la política no lo miramos con atención.

– ¿Le sorprendió que se llegara a recabar  las firmas para  el referéndum que busca derogar 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC)? 

– Sí, me sorprendió. No creí que se fueran a juntar las firmas. Es parte de las reglas, es un derecho constitucional, lo ejercen y ahora hay que estar en la batalla.

Nosotros vamos a tratar de trabajar desde los partidos en una campaña de comunicación masiva y tenemos que coordinar mucho con los legisladores, que son los que van a estar en la primera línea de batalla, cómo vamos a dar la discusión. Es una tarea que tenemos que hacer todos los partidos de la coalición porque uno de los grandes objetivos es, justamente, consolidar la coalición de gobierno. 

 “Ojalá podamos tener coaliciones estables, permanentes y de largo plazo”.

En este sentido, cabe resaltar que también gracias a la reforma constitucional del 97 el presidente que gana la elección no llega con los votos de su partido, llega con más del 50% de los votos y esa mayoría se construye con gente de otros partidos. En tanto eso es así, hay que trabajar en conjunto, profundizar los lazos y saber que tenés que tener socios para gobernar. Ojalá podamos tener coaliciones estables, permanentes y de largo plazo.

– ¿Se subestimó el poder de convocatoria del FA?
– No es que se lo subestimó; no daba la impresión de que hubiera un ambiente demasiado propenso a las firmas. Evidentemente eso no fue así, lo leímos mal.

– ¿En qué se va a centrar la campaña?
– No es bueno hacer striptease de la estrategia, pero nosotros tenemos que comunicar las comisiones que tenemos. Muchas de esas cosas, por no decir casi todo lo que fue en la ley de urgente consideración, fue parte de lo que se presentó a la ciudadanía como plan de gobierno. Esas cosas van a estar.

– ¿Cómo evalúa el funcionamiento de la coalición?

– Bien, hemos tenido algunas reuniones con el presidente y hay una instancia permanente de diálogo entre presidencia y legisladores. Los legisladores en el Parlamento tienen muy buen diálogo, creo que es positivo. 

Una cosa que se ha hecho bien es desdramatizar la dificultad que se genera cuando no hay acuerdo. La política es así: si hay acuerdo, fantástico, si no, mala suerte. Eso se ha venido llevando bien y hay que seguir buscando de qué manera lo profundizamos.

“Una cosa que se ha hecho bien es desdramatizar la dificultad que se genera cuando no hay acuerdo”.

– En la interna hay críticas de los otros partidos acerca de la falta de información por parte del gobierno central, incluso los más altos dirigentes se enteran de cosas relevantes por la prensa. ¿Es necesario hacer ajustes en este sentido?

– Eso hay que mejorarlo, sin dudas, y tratar de conversar previamente todas esas cosas.

– En los últimos días se dio el segundo cuestionamiento público hacia el ministro de Turismo Germán Cardoso. ¿Estos episodios no resquebrajan la coalición? 

– Esas cosas siempre pasan, en coalición o sin coalición. El ser humano tiene diferencias. Quizás se pueden hablar las cosas antes, pero a veces saltan las diferencias. El tema es tener cómo gestionar los disensos que se van a plantear, eso es lo más importante.

– ¿Ve con buenos ojos que se respalde su gestión a pesar de estos hechos que lo han puesto en el tapete de la opinión pública?

– El presidente le ha dado su confianza, el Partido Colorado lo ha puesto en ese Ministerio y no hay nada más que decir. Yo me alineo con lo que dice el presidente.

– ¿A qué cree que se debe la caída de la aprobación del presidente de 55% a 47% que reveló en los últimos días Equipos Consultores? ¿Puede tener relación con la suba de los combustibles?

– Probablemente sí, porque a nadie le gusta que suban las tarifas. En las políticas, cuando se gestiona, hay desgaste, hay cosas que gustan y otras que no. El presidente viene teniendo una gestión muy buena en mi opinión. Viene liderando muy bien una serie de temas, pero también es cierto que el aumento de los combustibles puede haber hecho mella. Siempre hay estos altibajos a lo largo del gobierno, el tema es que haya una posición preponderante de que puede volver a mejorar y, de todos modos, la aprobación sigue estando muy alta.
La pandemia generó una luna de miel extendida que probablemente esté terminando y van a aparecer problemas. La economía estuvo cerrada un año y medio como las fronteras, y todo eso se traduce en gente sin trabajo o con menos ingresos, no circula el dinero.

– ¿Cómo vio la gestión de la pandemia?

– Me parece que fue de las mejores cosas. Creo que el gobierno tomó una acertada decisión y por primera vez logramos ver una cosa fantástica en el diálogo entre política y ciencia que yo nunca lo había visto, al menos no en Uruguay.

– ¿Cree posible que el instrumento de la coalición se perpetúe para próximas elecciones tanto nacionales como departamentales?

– Creo que sí, y que tenemos que trabajar para consolidarlo precisamente en ese sentido. Es clave que logremos prepararnos. En Montevideo lo hicimos bien, en Salto ha avanzado mucho, creo que tenemos que hacerlo en Canelones. 

El problema es que el sistema tiende al multipartidismo en lo nacional y al bipartidismo en lo departamental, al no haber balotaje, entonces es mucho más complejo.

– ¿Ve buenos liderazgos dentro del partido?

– Muchísimos. Hay gente joven y también se destaca una camada de altos dirigentes, senadores y diputados, que se formaron en la década del 80 dentro de la militancia universitaria, dentro de la militancia de Movimiento por la Patria, Movimiento Nacional de Rocha, Consejo Nacional Herrerista… toda esa gente hizo escuela completa, es muy difícil encontrar improvisados en este partido.


Con espacio para todos

– En el marco de la renovación que conllevan las nuevas generaciones dentro del PN, ¿qué importancia tiene la agenda de derechos?

– En un partido como el nuestro, fundado por Manuel Oribe que abolió la esclavitud, que creó los primeros sistemas de retiro, jubilaciones y pensiones, y que ha tenido a lo largo de la historia un protagonismo tan fuerte en lo social, no es nada nuevo la agenda de derechos. Lo que pasa es que el reciclaje de las cosas hace que se llamen de una nueva manera. Hay sectores un poco más conservadores a los que no les gusta mucho la agenda, otros a los que sí, pero nosotros somos un partido de ciudadanos libres que tenemos que tener el espacio para que no solo los que piensen de una manera estén aquí. Dentro del partido tienen que caber los que están a favor y los que están en contra, porque tampoco pueden ser temas de principios los de la agenda de derechos, tienen que ser temas de conciencia que no pueden dividir al partido como una cuestión política.

– ¿Hoy por hoy el PN está cerca de la gente en el plano social?

– Yo lo veo muy cerca de la gente. Tanto las intendencias como el Mides están haciendo una muy buena gestión y creo que las políticas sociales que se están elaborando están mucho más alineadas con las necesidades y no con el discurso altisonante que tenía la izquierda que después no lo bajabas al piso con nada.