Zubía: “Willian Rosa integró listas que nuclearon a fiscales con filiación con el FA y yo he integrado las otras”

EN HYATT CENTRIC

Gustavo Zubía, senador del Partido Colorado

En entrevista con CRÓNICAS, el senador Zubía mostró su preocupación sobre el hecho de que el gobierno y el Ministerio del Interior anunciaran que el plan a implementar para la seguridad se desarrollará en 2026 y que el cambio de enfoque en el tema debería estar hoy, “por no decir el año pasado”. A su vez, planteó que el gobierno de Lacalle Pou no cumplió sus compromisos en seguridad y declaró que la no designación de un nuevo fiscal de Corte es por el “enorme poder” que tiene esa figura política. Por otro lado, se refirió a la integración de Willian Rosa a listas vinculadas a fiscales frenteamplistas.


Menú: El entrevistado degustó una tabla de quesos y fiambres, que acompañó con agua sin gas. De postre, eligió ensalada de frutas.


-¿Qué evaluación hace de los primeros meses del gobierno de Yamandú Orsi?

-La casa de Gran Hermano parecería, por tomarlo con un poco de humor, porque, por lo que sé, en ese programa desaparece uno en un término prudencial de tiempo. Es un gobierno que ha tenido dificultades en ubicar determinados tipos de mandos con coherencia y ha tenido múltiples inconvenientes. Con todo, los considero inconvenientes secundarios. En cuanto a la gran gestión, todavía no la veo. En los temas vinculados a la seguridad, el gobierno y el ministro del Interior han dicho que el plan de gobierno se va a ver recién en 2026. Me parece algo lamentable, porque el tema de la seguridad no apareció ahora, sino que es algo que tiene tres décadas y se agrava año a año. La crítica que hacía el Frente Amplio (FA) al gobierno anterior sobre el tema seguridad y que yo también hice, no ameritaba decir que el programa lo van a tener para el año que viene. El cambio de enfoque en el tema de la seguridad debería estar hoy, por no decir el año pasado. Hubo importantes cambios de gestión con Larrañaga, luego esos cambios se vieron detenidos y no se profundizaron. 

-¿Por dónde entiende que debe venir ese cambio de enfoque?

-Primero, se debe cumplir con el compromiso país, que indicaba reformar la estructura de la fiscalía, de las cárceles y la competencia de seccionales policiales. Eso se logró, en parte, con Larrañaga y con la aprobación de la Ley de Urgente Consideración (LUC), pero quedaron en el papel. Este gobierno, enfrentado a la situación que venía criticando con énfasis, y con bastante razón, debería haber tenido las valijas preparadas. El tema seguridad es esencial y ha sido mal tratado, y nos está costando cada vez más. 

-¿En qué falló el gobierno de Lacalle Pou al momento de abordar el tema?

-El gobierno de Lacalle Pou no cumplió sus compromisos con el tema seguridad. El compromiso de reestructurar la fiscalía o de designar un fiscal de Corte, es esencial. La fiscalía es esencial a la hora de diagramar el trabajo en la lucha contra el delito y sin fiscal titular es imposible que pueda hacerlo. La actual fiscal, Mónica Ferrero, es suplente del suplente del titular. Tenemos el servicio más importante del combate contra el delito acéfalo desde hace tres años. Yo presenté el proyecto de ley para que haya un triunvirato en fiscalía y lo más cómico es que yo mismo lo criticaba. No estimaba que fuera el proyecto estrella. Lo que ocurre es que tenemos empantanada la designación de un fiscal de Corte y frente a esto, tirale la cuerda que tengas. Y la cuerda que tenía era la idea de un triunvirato.

-¿La presencia de Jorge Díaz en el rol de prosecretario de Presidencia, no le hace pensar que se pueda llegar a resolver este tema?

-Jorge Díaz fue el padre de la criatura. La criatura es el Código del Proceso Penal (CPP) y la reforma de la fiscalía. Lamentablemente, esa reforma generó los problemas que tenemos hoy. La no designación de un nuevo fiscal es por el enorme poder que tiene esa figura política. Hoy a Jorge Díaz, en una posición política, no lo veo como el más dispuesto a modificar el sistema programado para la designación para un fiscal de Corte, que es un cargo de enorme poder. La fiscalía es tan importante en sus funciones y en el poder que ostenta, que designar a uno es muy difícil. Y por eso nace mi propuesta. Designemos a tres, para que la propia oposición tenga voz y voto. Se me ha criticado diciendo que politicé la fiscalía y yo creo que es absurdo, porque no se puede politizar lo ya politizado. Entonces, mi proyecto es para salir del pantano.

-¿No lo ve laudado en el correr de este año?

-Todo puede ser. En política, los opositores de un día son seguidores del otro, porque hay transas y no puedo negar que el ser humano es afecto a transar. Puede ser, pero lamentablemente creo que no será un fiscal súper técnico e impoluto, por fuera de la actividad política. Será eventualmente un fiscal con vinculación con el oficialismo y que el oficialismo logrará, por transacciones, la venia. Pero en un sistema normal o natural de juego del Parlamento, esas venias no son de posible obtención, porque hay que traer una persona que conforme a oposición y a oficialismo. 

-En la lógica que usted plantea con el triunvirato, al tener dos grupos políticos enfrentados, de todas formas, se da un desbalance…

-Sí, se da un desbalance, pero al menos hay una representación. El día que me vayan a fusilar, a mí me gustaría estar frente al tribunal para explicar mi posición, no que me fusilen sin escucharme. Quiero demostrar la importancia y el poder que tiene un fiscal de Corte. En política, la tranza es muy habitual, hasta más de lo deseable. En mi período pasado no trancé y la prueba es que tengo una cantidad de proyectos presentados que duermen encajonados, entre ellos, el vinculado a la fiscalía, para el que obtuve el apoyo de la bancada colorada, la de Cabildo Abierto y el silencio de la del Partido Nacional. Creo que el determinante de que me dieran pelota o no, era el presidente. El presidente se fue sin solucionar el tema de la fiscalía y al menos podría haber intentado hacerlo. 

-En el último tiempo han sido recurrentes los ataques y cuestionamientos a los fiscales. Ocurrió recientemente con el caso Penadés o el caso Besozzi y también con la reciente recusación que pidió Charles Carrera luego de que le asignaran a su causa a la fiscal Sandra Fleitas. ¿Cree que este accionar es producto de tener una fiscalía acéfala?

-En parte, sí. De todas formas, yo cuando fui fiscal y tomé decisiones importantes, fui enormemente criticado. Así que, a no asustarse de que se critique a un fiscal. El fiscal puede ser criticado, pero no puede ser presionado por vías jurídicas u otras vías del Estado. Por otro lado, ha habido casos oscuros en el diligenciamiento de las potestades fiscales durante una investigación.

-¿Por ejemplo?

-El de Alciaturi, de Soriano, que fue un caso de una grosería inusual. Tenemos artículos constitucionales y normas que hacen referencia a que el funcionario público no puede tener participación política ni realizar el proceso de obtener adherentes en su función. La fiscal cometió el error de salir en redes con apreciaciones de tipo político y luego, en un caso que vinculaba a un intendente blanco, pedir su procesamiento. Eso no es en absoluto la defensa de Besozzi, separando las cosas. Besozzi podrá ser culpable o inocente, no me importa, pero una fiscal no puede poner “blancos pillos” en sus redes sociales y al otro día estar pidiendo el procesamiento de una persona de ese partido, porque está dejando todo servido para que el Partido Nacional hiciera lo que hizo, que sería lo que haría cualquier otro partido. Carrera decía que la otra fiscal demoraba mucho y ahora que esta lo sacó muy rápido. Estamos ingresando en un área de apreciaciones subjetivas como si esto fuera un partido de fútbol.

-¿La política ha adoptado ese tono y ese sesgo que tienen las discusiones, por así llamarles, de Peñarol/Nacional? 

-Siempre ha sido así, pero lo que ocurre es que últimamente los discursos quieren hacer parecer que cambiamos en algo y, en realidad, no cambiamos en nada. Siguen existiendo apreciaciones muy gravosas.


Caso Carrera: “La argumentación del pedido de recusación debería ser más sustantiva”

-¿Qué opina de la recusación que pidió Charles Carrera?

-Está en todo su derecho de hacerlo, pero parecería que la argumentación debería ser más sustantiva, cuando se queja de la lentitud de una fiscal y de la velocidad de quien la sustituye. Parecería que no serían argumentos a tener en cuenta. El tema de Carrera tiene visos políticos. La información que me llega es de graves irresponsabilidades, teniendo en cuenta que las acciones de beneficencia no son propias de un funcionario público en ejercicios de dirección y que se hizo aparentar que una persona pertenecía a la fuerza policial, cuando no era así. Que todo eso pueda ser encartado en una causal de justificación, que no existe en el Código Penal, de ser bueno con los demás, no cierra en el razonamiento. El de Carrera no creo que sea un tema sencillo de persecución y lo de la velocidad de las fiscales me parece un tanto tonto. 


La respuesta de Zubía a Willian Rosa

-En entrevista con este medio semanas atrás, Willian Rosa dijo que usted fue uno de los promotores de la limitación del proceso abreviado, la limitación de la suspensión del proceso y también de “la politización de la fiscalía con el triunvirato como intercambio de figuritas”. ¿Qué opina al respecto?

-Leí la nota de Willian Rosa, con quien hemos estado en oposición desde hace ya varios años. Willian Rosa ha integrado en la Asociación de Fiscales, listas que habitualmente han nucleado a lo que hoy sabemos son fiscales con notoria filiación con el FA y yo he integrado las otras. Él hacía referencia a que estuve en oposición con el nuevo CPP e incluso procurando la modificación legislativa. Hay dos formatos jurídicos que, a mi juicio, vale la pena aclarar cuál fue su función y qué se hizo con ellos. Estos son, la suspensión condicional del proceso y el proceso abreviado. El proceso abreviado sigue vigente, la suspensión condicional del proceso la eliminó la LUC. En esos dos puntos, Rosa concretamente estableció mi posición contraria, como si fuera una oposición contraria a la fiscalía, cuando en realidad es una oposición contraria a esos dos formatos jurídicos como hábiles para regular el tema delincuencial.