La voz de quienes integran los grandes escritorios y ostentan altos cargos en empresas que lideran un sector es un faro a la hora de hablar de actualidad y proyección. Para ello, Empresas & Negocios fue a buscar a los gerentes generales de Magna, General Motors y Homero de León, protagonistas de una industria en constante cambio y movimiento, para conocer de primera mano hacia dónde camina el sector automotor.
El futuro llegó hace rato, cantaba el Indio Solari. Y es así, para todo. El mundo vive hoy en un estadio de cambios constantes, donde los avances tecnológicos se superan día a día y las comodidades para los usuarios, en varios ámbitos, son cada vez más. Por supuesto, el sector automotor no es ajeno a este asunto. Avances en seguridad, que incluyen distintas modalidades de airbags, sensores y capacidades de los vehículos, como también asistencias de manejo, avances en materia de tecnología a la hora de hablar de conectividad o mayores autonomías en aquellas unidades que han dejado atrás los combustibles fósiles. Quien mire un catálogo automotor, o esté en búsqueda de cambiar su auto, lo notará. Al husmear en esta industria podrá ver las variadas y diversas prestaciones con las que las marcas sorprenden al segmento y tendrá a su mano la posibilidad de elegir según sus comodidades e intereses.
Pero, más allá de la visión del cliente, en esta ocasión Empresas & Negocios fue en busca de la opinión de quienes están detrás del mostrador, para brindar al público una lectura certera sobre la actualidad y futuro de este segmento, que mes a mes sorprende con novedades.
La electrificación de los vehículos como novedad principal
El primer vehículo a combustión interna data del 1886, cuando Karl Friedrich Benz en la ciudad alemana de Manheim, creó el modelo Benz-Patent Motorwagen. Años más tarde, se transformaría en un Mercedes Benz. La historia del automóvil transcurrió sobre ese eje: los motores a combustión que utilizan combustibles fósiles para su funcionamiento.
Sin embargo, con el paso de los años aparecieron vehículos eléctricos, cuyo funcionamiento ya no dependía de un combustible líquido, sino de estar conectado a la corriente un largo rato, como cualquier dispositivo electrónico. Aunque el lector no lo crea y piense que se trate de una innovación de las últimas décadas, el primer auto eléctrico lo creó General Motors (GM) en 1996, cuando se anunció el EV1. Claro está que ese modelo no contaba con la autonomía de los autos actuales, pero sirvió como piedra fundacional para que la industria se desarrollara.
En la actualidad, las ventas de eléctricos han ganado terreno a paso fuerte. En 2024, sus ventas a nivel mundial aumentaron un 25% en comparación con 2023 y se comercializaron un total de 17.1 millones de unidades eléctricas, con China a la cabeza de esta tendencia, donde se vendieron 11 millones. Uruguay no es ajeno a esta tendencia; el año pasado se triplicaron las ventas de vehículos eléctricos, con 5.856 unidades vendidas.
Al ser consultados sobre qué innovaciones en el sector consideran más importantes, Claudio D’Agostini, gerente general de GM Uruguay; Federico Bangerter, gerente general de Magna Motors Uruguay; y Sebastián Grande, director de Homero de León, destacaron a Empresas & Negocios que la electrificación de los vehículos ocupa el primer lugar en su ranking.
La visión de D’Agostini es clara y precisa. La electrificación, a su entender, da al cliente la posibilidad de elegir según sus necesidades y la utilización que le dará a ese vehículo. La reflexión de Bangerter apunta hacia el mismo lado, con la diferenciación de que, en cada país y región, esta tendencia ha ganado terreno según la reglamentación e infraestructura vigente en cada lugar.
“Creo que, junto con Costa Rica, Uruguay en este tema pica en punta. Ahora, si nos ponemos a tratar de encontrar y centralizarnos en un punto, creo que lo más destacable de lo que ha pasado es la electrificación de los vehículos”, considera Bangerter.
Por su parte, Grande cree que el mercado uruguayo ha incorporado gran parte de la tecnología que hoy en día se produce a nivel mundial, pero identifica un problema de infraestructura vial, energética y capacitación del personal que se deberá mejorar si se quiere seguir avanzando.
El mercado uruguayo inserto en el cambio
“El cliente no es tonto”, suelta Bangerter cuando se le consulta sobre cómo ve al mercado uruguayo en cuanto a la electrificación. Su reflexión apunta a que, cuando se brinda un esquema de incentivos impositivos, la electrificación crece. “En Uruguay ya viene pasando hace muchos años que cuando ves vehículos electrificados con menos aranceles e impuestos, termina siendo más conveniente y se ve reflejado en las ventas”, añade.
Para D’Agostini, el mercado uruguayo es el que más se ha modernizado en los últimos años, algo que se ve reflejado en la comparación de qué tanto se han modernizado ambos países en su oferta. “El mercado argentino no está teniendo un cambio dramático en las ofertas de tipos de energía como está sucediendo en Uruguay”, aclara.
Sus visiones coinciden a la hora de hablar de la modernización que han tenido los portafolios de las marcas en Uruguay, al ofrecer un abanico amplio en tecnología e innovación, pero principalmente en autos eléctricos, lo que se refleja en las cifras de ventas de este segmento.
Pero no todo es electrificación. La tecnología y lo digital pisan fuerte en materia de novedades y es algo que ambos gerentes tienen claro. Asistentes de conducción y distintas posibilidades en materia de conectividad hacen que cada cliente tenga variedades a la hora de elegir comodidad. D’Agostini resalta las pantallas y que los autos cuenten actualmente con wifi integrado, mientras que Bangerter va más allá y apunta, como principal novedad, a los sistemas de seguridad, que ayuda a que el conductor tenga menores desconcentraciones.
Sin embargo, según lo entiende el director de Homero de León, Uruguay es un país “muy conservador” y en ocasiones tanta tecnología es ir “demasiado rápido”, pero con el tiempo son cuestiones a las que el cliente se adapta y lo acepta. “Hoy en día creo que estamos en ese proceso de adaptación”, aclara.
El desafío de entender hacia dónde va el mercado
Entender y anticiparse hacia dónde irá la industria es el principal desafío que tienen sus protagonistas. Pensar en un portafolio, en qué opciones brindar al cliente y cuáles son sus principales necesidades, en un contexto cambiante y dinámico, es el desvelo de quienes integran los grandes escritorios. Y esto, ambos gerentes generales lo tienen claro, porque se resalta en sus respuestas.
“Por supuesto que con la rapidez con la que se avanza hoy en día no es de extrañar que en 10 años veremos cosas que uno nunca imagino”, reflexiona Grande.
Su visión apunta a las políticas ambientales de los países industriales, donde el sector automotor se perfila desde un punto de vista tecnológico a la Inteligencia Artificial (IA) y desde lo energético a una energía de hidrogeno.
En tanto, D’Agostini imagina una industria, en el mediano plazo, donde el cliente podrá elegir libremente entre eléctrico, híbrido o a combustión. “En la industria uruguaya, no tendremos un escenario, dentro de 10 años, donde solamente haya autos eléctricos”, reflexiona. Y si tiene que arriesgar y pronosticar, el ejecutivo de GM Uruguay cree que en 10 años el parking automotor del país será eléctrico en un 50%, mientras que la otra mitad se distribuirá entre a combustión e híbridos. Mientras tanto, Bangerter es más cauto y plantea una incógnita abierta, donde considera que más allá si los vehículos son a combustión, híbridos o 100% eléctricos, el gran desafío es entender hacia dónde va la industria a nivel mundial y comprender cómo puede impactar en Uruguay.