“Nuestra mejor opción es adherirnos al Cptpp, si bien hay una oposición incomprensible de Brasil de la cual nadie quiere hablar”

EDICIÓN ESPECIAL | 15 AÑOS DE EMPRESAS & NEGOCIOS

Carlos Mazal, consultor internacional y experto en innovación, propiedad intelectual y gobernanza

En un contexto mundial complejo a nivel geopolítico y comercial, la visión de Carlos Mazal, politólogo de New York University y director de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) de la ONU para América Latina y el Caribe, resulta conveniente para mirar con lupa los distintos movimientos que en el tablero global acontecen. Las posturas de Trump, las intenciones de la Unión Europea, el cambio de mando en Uruguay y la necesidad de mirar el mundo de otra forma, fueron los ejes de la charla con el experto.

¿Cómo ve el contexto mundial actual?

Hay que analizar muy bien el contexto mundial y preparar, aún de manera prospectiva, distintos escenarios de los cuales podamos beneficiarnos o protegernos. El mundo anda a la deriva y debemos hacer los deberes o sufrir las consecuencias. Hay una política de aranceles de Trump, quien logró conquistar todos los poderes y por eso es por lo que está haciendo todo lo que él quiere. Ganó las elecciones, gran parte fue porque el wokeism, de alguna manera, ya había pasado las líneas rojas, lo que hizo que ganara la Cámara de Representantes y el Senado, además de contar con una mayoría en la Corte Suprema de Justicia. Entonces, aún con sus características histriónicas propias e impredecibles, es quien maneja gran parte del poder mundial. Guste o no, esa es hoy la realidad y nos apela a ser flexibles y prepararnos. Por otra parte, dudo que con Kamala Harris nos hubiera ido mejor. La visión del Camelot que todavía tenemos en América Latina del Partido Demócrata fue solo eso, una visión. En particular, en comercio. De repente, aunque todo el mundo critica a Trump, pueden surgir oportunidades si sabemos aprovecharlas. Imagínense Argentina con Massa, Cristina Kirchner y Alberto Fernández.

En este panorama actual, ¿ve oportunidades para nuestro país en materia de comercio internacional?

El gobierno de Lacalle Pou hizo esfuerzos en materia de inserción comercial externa que deben de ser reconocidos y aprovechados sin matices ideológicos. Solo pragmatismo. Lo dice alguien que no tiene afiliación partidaria. Es hora de pensar en el país y el bienestar de todos los uruguayos. Le corresponde a este nuevo gobierno seguir en el camino de apertura. Somos un país sin mercado interno. No hay otra alternativa y el importante movimiento adicional que ha sido acercarnos al EFTA indica que se ha dado un paso sumamente importante. Lo mismo ocurre con Singapur y los Emiratos Árabes Unidos en el marco del Mercosur. Insisto en que ya deberíamos estar preparándonos frente a los distintos escenarios que puedan llegar a acontecer y no solo fijarnos en Estados Unidos sino en qué ocurriría con nuestros mercados. Muchos pueden pensar que es prematuro cuando no se han mostrado todas las cartas. Lo conversé informalmente con la vicecanciller, Valeria Csukasi, y lo ve de una manera similar. No se puede esperar al final de la película. Hay que ver desde ya las cosas que pueden pasar, en lugar de esperar a que pasen. Hoy Uruguay no es una prioridad para Trump, por distintas razones.

¿Tampoco Brasil o Argentina?

Brasil tendrá un cambio de gobierno pronto. La época de Lula ya pasó.  Intentó sentarse en la mesa chica del poder en todas partes y no lo logró. Intentó arbitrar en el tema de Guyana con Venezuela y no pasó nada, lo mismo ocurrió con Palestina y la guerra entre Rusia y Ucrania. Brasil vuelve a ser el país del mañana. 

Contrario a lo que se dice por ahí, cuando hablamos de ingreso al Acuerdo Transpacífico (Cptpp, por sus siglas en inglés), se sigue adelante; es el turno de Uruguay y su solicitud de ingreso está presente desde el 2022, además de que hemos hecho cumplido con todos los requerimientos. Quien diga lo contrario, falta a la verdad. Seguimos en camino, y si este gobierno, según declaraciones recientes del canciller Mario Lubetkin, desmentidas por el exsubsecretario, Nicolás Albertoni, no quiere avanzar, que asuma su responsabilidad. La historia juzgará no sólo a él, sino a este gobierno, por no aprovechar la oportunidad de adherirnos al Tratado de Libre Comercio (TLC) que más nos conviene por su diversidad, mercados y oportunidades de abrirnos al mundo y competir. Satisfacer a Brasil, importante socio comercial, no priva de buscar nuevos mercados, China seguirá siendo un socio comercial importante. No hay contradicción alguna. Hay que seguir haciendo lobby ante todos los países miembros del Cptpp. Si el canciller no quiere -o no puede-, el presidente Yamandú Orsi seguramente tomará decisiones que beneficien al país con una mirada sobria, amplia, y no aceptará presiones de ningún vecino. Si por el contrario, el gobierno prefiere retirar su solicitud, sería una decisión sin precedentes y con posibles consecuencias de quienes nos apoyan y se jugaron por Uruguay. 

¿Cómo ve los primeros pasos que está dando esta administración de gobierno en materia de inserción internacional y comercio exterior?

Este gobierno llegó y todavía no ha empezado, esa es la sensación; eso hasta que uno habla con determinadas personas y ve que estas cuestiones las tienen claras y que se está yendo hacia adelante. Ojalá, Uruguay fuera un poco como Japón, donde se debate, pero, al final, todos tiran en la misma dirección.

¿No ve eso en Uruguay?

Hablé con Bruno Gili, quien estará al frente de los temas de innovación tecnológica desde la Torre Ejecutiva, y quedé muy impresionado y felicito la decisión del presidente Orsi. Lo que le dije es que veía que la gobernanza de todo el ecosistema de la nación a veces no trabajaba en conjunto, como deberían hacerlo. Y eso es difícil en Uruguay. Es cuestión de ponernos de acuerdo para lograr tener un país donde la innovación productiva agregue aún más valor a nuestras exportaciones. La innovación requiere más de un mandato presidencial para dar frutos. Se ha venido trabajando muy fuerte y muy bien en los últimos años y debe continuar. Tenemos plena confianza en Gili.

¿Ve más cerca, con este mundo de hoy, el acuerdo con la Unión Europea (UE)?

Sí, porque con el tema de aranceles que quiere imponer Trump, la UE sentirá alguna necesidad, por conveniencia más que nada. Todavía está esa oposición de Francia y otros que quieren renegociar salvaguardas y algunos otros temas, pero, en principio, han bajado el tono. Hasta el principio de 2026 no tendremos novedades, pero hay esperanza de que pueda suceder.

¿Y el TLC con China? 

Yo creo que el TLC con China está muerto. Eso no quiere decir que vayamos a dejar de exportar a China, que representa el 30% de nuestros envíos al exterior. Y ojalá podamos exportar más. No tenemos que hablar de temas políticos o ideológicos con China, porque también le exportamos a Irán quien hoy está en una situación de guerra e interviniendo en la región. Existen también otros candidatos.

¿Como por ejemplo?

Con Perú, que sigue creciendo y tuvo un superávit comercial de US$ 24 mil millones en 2024. Entiendo que se han acordado los Términos de Referencia de un TLC, lo que también debemos felicitar.

¿Se puede decir que hay un reacomodo del comercio mundial?

Voy a ir un poco más allá… Hay intención de varios actores de cambiar el actual orden mundial. Entre ellos, la ONU que ha perdido su relevancia con sólo 24 países reconocidos como democracias plenas por la Unidad de Inteligencia del The Economist en su Índice Democracias 2024, ONG medioambientalistas que apoyan a grupos considerados terroristas y con presencia en nuestra región, el Foro Económico Mundial, el “wokeism”, el Partido Demócrata, think-tanks pagos por intereses ajenos a la región y a sus intereses, los principales medios en un 83% y actores de ideologías perimidas que ni siquiera pueden ser catalogados como de “izquierda”. 

Venezuela es un insulto a la izquierda. No sé si este movimiento antisistema y anarquista está conectado o es deliberado. Atacan la democracia liberal y el capitalismo. Ninguno es una panacea, pero se dan en el marco de libertad y democracia. Son modelos que cicatrizan, tienen matices y han traído la mayoría del bienestar al mundo. Hay una intención de cambio con muchos actores que buscan algo que yo no veo democrático, que es lo que Boric, Lula, Petro y otros líderes populistas que están de camino de salida, tratan de hacer. Uruguay debe medir su presencia con sentido histórico. Solo exportamos paz y no importamos conflictos. “Cuidado con la foto”, como decía un artículo de Ricardo Peirano en Voces. Me sorprende el movimiento que hay, con una Europa a la deriva, sobre todo de países como España, Gran Bretaña y Alemania. Y Macron no ha logrado un liderazgo europeo, porque se podría pensar que Francia iba a ser el líder. No lo es. Ni lo será. El mundo está en jaque.