Dependencia de China, situación política y económica y «crisis humanitaria» de Venezuela preocupan en la región

Política > PÉRDIDA DE LIDERAZGOS Y PARTICIPACIÓN GENERAN "CAMBIO DE ORIENTACIÓN"

José Miguel Insulza, Fernando Henrique Cardoso y Sergio Abreu

El pasado jueves, la Asociación de Dirigentes de Marketing del Uruguay convocó a Fernando Henrique Cardoso, ex presidente de Brasil; José Miguel Insulza, ex secretario general de la OEA; y Sergio Abreu, presidente del Consejo Uruguayo para las Relaciones Internacionales (CURI), a intercambiar opiniones sobre la situación económica y política de América del Sur. El periodista Rosendo Fraga ofició de moderador y marcó el hilo conductor del debate.

Por Federica Chiarino | @FedeChiarino

Cardoso habló de los antecedentes históricos de la crisis política en el mundo occidental, el proceso de globalización y el mundo post Muro de Berlín. «Un mundo donde hay una convivencia entre Estados Unidos y China. Algunos interrogantes: ¿qué hacer con Rusia? Si aceptarla como parte de ese gran juego europeo o no. ¿Qué hacer con los países emergentes? Turquía, Arabia Saudita, si integrarse y a qué nivel de integración», reflexionó.

Insulza, por su parte, dijo que hoy el mundo tiene una economía «mucho más amplia» y que la globalización es un fenómeno que se da en el mundo entero, no solamente en la economía. Sin embargo, advirtió que el cambio y el avance tecnológico no han podido resolver algunos de los problemas más importantes del mundo globalizado. «Un 15% de la población mundial no tiene para comer todos los días», expresó, y a eso añadió la preocupación de que «los seres humanos nos seguimos matando entre nosotros con gran entusiasmo».

Abreu introdujo, en su primera intervención, el tema de China como primer exportador de bienes del mundo, e invitó a reflexionar sobre su influencia en los países de la región. «La apertura es un hecho irreversible en la economía mundial y la negociación que se produce entre los estados y los países se está realizando, entre otras cosas, entre bloques comerciales y no dentro de un sistema multilateral», dijo.

La gran potencia

Cardoso afirmó que se trata del primer cliente de las exportaciones brasileñas. «Los chinos siempre han estado preocupados por su región. Son mercaderes, son comerciantes globales y tienen comunidades chinas por todos lados; entonces China hoy día es un factor de poder considerable», dijo.

«Seguimos destruyendo el planeta en el cual vivimos, sin tener realmente acuerdos para resolver los grandes problemas de ambiente que se han creado en nuestro mundo», dijo José Miguel Insulza

El ex presidente de Brasil agregó, además, que los chinos son los únicos que pueden aportar recursos reales frente a la situación financiera de su país «y a lo mejor se van a beneficiar de la crisis por la que está pasando Brasil». Para Cardoso, el mundo actual se caracteriza por «grandes competencias, gran concentración de capitales y gran desigualdad».

Insulza dijo que China es una potencia y su papel seguirá siendo fundamental para los países de Occidente. «Cuando una potencia ya es gran potencia, probablemente no quiera cambiar el rostro del mundo. Por lo tanto, China no va a ser una potencia subversiva, ni mucho menos, lo cual no significa que no vaya a tener problemas», expresó.

Según Abreu, China ha sido muy importante para el país, su crecimiento y proyección de comercio exterior. «China tiene claramente en la cadena industrial una participación fundamental», dijo.

Cambio de rumbo

En 2014, en los cuatro gobiernos que hicieron elecciones presidenciales, resultaron triunfadores los partidos que estaban en el poder. Dilma Rousseff en Brasil, Evo Morales en Bolivia y el triunfo, nuevamente, del Frente Amplio en Uruguay con Tabaré Vázquez a la cabeza. Este fue el último año en que América del Sur registró un crecimiento.

«La apertura es un hecho irreversible en la economía mundial y la negociación que se produce entre los estados y los países se está realizando, entre otras cosas, entre bloques comerciales y no dentro de un sistema multilateral», afirmó Sergio Abreu

A partir de 2015, en Argentina cambia el partido de gobierno, luego el oficialismo en Venezuela se enfrenta a innumerables problemas y  Dilma Rousseff es destituida de su cargo en Brasil. El rumbo político de la región comienza a dar un giro en otra dirección.

Cardoso atribuyó este cambio a la crisis de 2008, que sacudió al mundo y la región. «Los distintos países tuvieron que reaccionar frente a esa crisis», explicó. Añadió que en Brasil, se reinventó lo que se llamó la ‘nueva matriz económica’, que consistió en cambiar el frente público e incentivar el consumo.

«Se dio una confusión ideológica de creer que estos errores de política macroeconómica significaban un camino hacia la izquierda y eran un camino hacia el desastre», dijo Cardoso. Según él, los partidos políticos ya no sirven como instrumento suficiente de identificación para las personas. «No está claro qué va a pasar. Se habla a cada rato de la crisis de liderazgos. No hay líderes. Me refiero a Brasil. Tenemos 30 partidos, o sea, no hay. No hay 30 posiciones distintas», opinó.

«Un problema de escala»

Así definió Cardoso la problemática actual de Brasil, uno de los grandes «conglomerados humanos» del mundo. «Brasil siente el porte de su densidad demográfica y su porte geográfico», opinó, y dijo que ese tipo de países tiende a encerrarse sobre sí mismo.

«Los chinos siempre han estado preocupados por su región. Son mercaderes, son comerciantes globales y tienen comunidades chinas por todos lados. Entonces China hoy día es un factor de poder considerable», señaló Fernando Henrique Cardoso

Según el ex presidente de Brasil, su país es uno de los pocos de la región que realmente se ha industrializado. «Tenemos necesidad de infraestructura», dijo. Advirtió también sobre el gran desempleo que presenta el país, con alrededor de 12 millones de personas desocupadas.

«Confianza y expectativas son aspectos muy importantes. Estamos empezando a divisar un cierto horizonte otra vez para Brasil», expresó. «Tenemos que darnos cuenta de que hay que buscar formas de cohesión nacional. Somos grandes pero ya no podemos vivir solos. Buscar un modo de, siendo grandes, convivir con todos y sacar ventaja», finalizó.

La apertura es la clave

Abreu habló sobre la situación actual del Mercosur y dijo que la apertura es complementaria con la política regional. «Pero también los socios tienen que pagar los costos de su liderazgo, atendiendo las asimetrías de sus economías», opinó.

Para el presidente del CURI, el Mercosur debería ser una zona de libre comercio, evitar las trabas y eliminar toda restricción arancelaria que hoy es parte de «la nueva estructura para la competencia regulatoria».

«El Mercosur es libre comercio y es flexibilidad para que todos podamos trabajar y armar nuestros sistemas de integración sin ser políticamente tan herejes como para crear resentimientos de carácter político o sentimental», reflexionó.


¿Crisis humanitaria?

«[La de Venezuela] es una economía totalmente dependiente del petróleo», dijo Cardoso. Insulza coincidió con esto y dijo que Venezuela, en lugar de diversificar su economía, está cargando todo a «una economía petrolera de 100 dólares por barril».

Cardoso dijo que la situación de ese país genera una crisis de carácter humanitaria en la región. «El desastre social es enorme en Venezuela», advirtió, y dijo que el gobierno de Brasil «lamentablemente» siempre adoptó una posición neutral sobre esta situación.

«En la jerga internacional crisis humanitaria quiere decir que la gente no tiene qué comer. Y las reservas de alimento son ya abastecidas. La comida tiene que estar en los supermercados, en el lugar donde se vende, de otra manera no funciona», agregó Insulza.

Finalmente, Abreu habló de una «hemiplejia moral» en toda América Latina. «La hemiplejia moral es que uno mira de acuerdo a cómo piensa y cuáles son los derechos de los demás», dijo. Además, resaltó la importancia del diálogo para buscar la salida a esta crisis.