La relación entre el Partido Nacional y Cabildo Abierto “nunca fue la mejor”, según especialista

Aumentan las tensiones entre ambos partidos, pero “no hay peligro” de quiebre de la coalición

El sociólogo y analista político, Federico Irazabal, conversó con CRÓNICAS sobre la futura estabilidad de la coalición y expresó que la relación entre el Partido Nacional (PN) y Cabildo Abierto (CA) “nunca fue la mejor”, recordando ciertos eventos del pasado que apoyan esta idea. A su vez, reflexionó acerca de algunas situaciones que se dieron recientemente dentro de la alianza de gobierno, y sobre sus expectativas en lo que resta de la administración.

Irazabal opinó que la relación entre el PN y CA “nunca fue la mejor” y consideró que, de todos los miembros de la coalición, el partido liderado por el senador Guido Manini Ríos “siempre ha sido el que ha planteado mayores dificultades para relacionarse, tanto con el PN como con el resto de los socios”.

La explicación que dio para esto, es que CA es el partido que “está situado en el mayor extremo del espectro ideológico”. A su vez, presenta una competencia “fuerte” para los nacionalistas en algunas circunscripciones y tiene el componente ideológico “menos parecido” al PN, o al herrerismo más concretamente.

A esto sumó que “Lacalle tuvo un buen entendimiento con Talvi para armar la coalición”, y que la razón de fondo está en que también tenía una buena relación con Sanguinetti. Por otro lado, opinó que el Partido Independiente (PI) “no tuvo mayores dificultades para acoplarse a la coalición”.

Oposición a proyectos de inversión

En lo que concierne a la reciente votación en Diputados de CA junto al Frente Amplio (FA) en contra de los proyectos de inversión en Rocha y Río Negro, que no cayó bien en filas blancas, el especialista explicó que no es fácil mantenerse “en coalición” en todos los términos para acompañar todas las iniciativas, ya que los partidos uruguayos tienen “diferentes expresiones a través de sus fracciones”.

Destacó, a la vez, que CA tiene un componente popular, similar a los planteamientos ideológicos de participación popular, “que lo acerca más al FA que al PN”. Lo ocurrido frente a estos proyectos no le llama la atención.

Afirmó también que muchas veces se “cargan las tintas” frente a CA por su carácter “díscolo”, pero que ya ha sucedido en otros casos, por ejemplo, con el proyecto de ley de eutanasia, donde hay sectores del PN que no acompañarán su aprobación. En esa línea, subrayó que “no siempre es en bloque y en unanimidad” que se vota, pero que a veces llama más la atención, no por el hecho en sí, sino por las declaraciones que se realizan después.

La carta de Cabildo

El analista recordó que el único partido que declaró su unanimidad de voto en lo que respecta a la eutanasia fue el FA, por lo que no hay forma de saber lo que realmente van a hacer los demás partidos.

Sin embargo, dejó en claro que en los casos en los que CA se declare unánime junto al FA, esa suma de votantes se transforma en mayoría, “y esa es la carta que juega Cabildo”.

De todas maneras, declaró que no considera que haya un peligro de separación por los sucesos ocurridos últimamente: “Yo no creo que la coalición se vaya a romper. Para que la coalición se rompa tiene que haber un elemento mucho más decisivo, tenemos que estar mucho más cerca de un período electoral”.


La eutanasia y el posible veto

Guido Manini Ríos, senador y líder de CA, le solicitó al presidente Luis Lacalle Pou que tuviera en cuenta la posibilidad de vetar la iniciativa referente a la eutanasia en caso de ser aprobada. Sobre esto, Irazabal afirmó que es imposible saber lo que va a hacer, pero, teniendo en cuenta su comportamiento previo, vinculado a lo que es la “agenda de derechos”, se inclinó a pensar que está más orientado a vetarla que a favorecerla.

“El presidente es mucho más progresista en cuestiones que tienen que ver con el consumo de drogas, como pasó con la ley de la marihuana, que fue uno de los impulsores”, señaló el entrevistado. No obstante, rememoró que no votó la ley de matrimonio igualitario ni la de ocho horas de los trabajadores rurales, por lo que “no tiene una orientación vinculada a favorecer ese tipo de iniciativas”.

Por otro lado, remarcó la relevancia de un veto presidencial, ya que “el vetar una ley tiene una exposición pública importante; necesita tener un respaldo muy fuerte para que después no le den vuelta el veto en el Parlamento”.