La empresaria Lourdes Rapalin conversó con CRÓNICAS acerca de su incorporación a las filas de Juan Sartori tras su alejamiento del sector Todos de Lacalle Pou. La diputada suplente por el Partido Nacional defendió las propuestas del empresario a quien definió como “auténtico”. “Ningún político va a poder pensar o aceptar lo que él propone porque muchos no saben lo que es generar fuentes de trabajo, no saben lo que es emprender”, sentenció.
-Se incorporó a la lista de Juan Sartori, ¿cómo fue ese cambio?
-Yo había tomado la decisión de sumarme a las filas de la senadora Verónica Alonso hace un año y medio. Estuve un año para decidirlo, me fui del sector de Lacalle Pou y me sumé a ella y mi ingreso se dio naturalmente cuando ella se sumó a Juan Sartori. Entré como una más, sin privilegios, arranqué de abajo. Y ahora, para las elecciones, voy a estar en dos listas para Montevideo y cuatro para Canelones.
-¿Qué la motivó al cambio?
-Hace meses que vengo estudiando a Juan Sartori. Desde diciembre lo estudio y él me convence, en algunas cosas tenemos el mismo lenguaje, la misma forma y yo lo puedo entender cuando dice que ya hay tiempo de hacer algo por el país que lo vio nacer. Eso mismo sentí yo en 2013 cuando realicé mi carrera empresarial y pensé en dar algo más, ahí cuando pensé en ingresar a la política. En aquel momento se dio como consecuencia de una cuota de género.
-¿Qué fue lo que la convenció de Sartori?
-No es que me convenció, se fue dando naturalmente. Cuando él habló de crear 100.000 puestos de trabajo yo no lo vi como utópico; me pareció natural porque yo todo el tiempo estoy generando fuentes laborales y sé que eso se puede hacer.
Él transmite algo especial y es auténtico; a todos los seres humanos nos gusta sumarnos a personas auténticas, esas que te miran a los ojos y sabés que te están diciendo la verdad y a él lo veo así, totalmente sincero.
Lo más grande que tiene, además, es que no tiene compromisos políticos con nadie; yo entré como una más, me voy a tener que ganar el lugar en las internas y eso te da espacio y te da la posibilidad de crecer, eso no sucede en otros sectores en los que los cupos están completos y no se puede ingresar. Funciona como hizo Pablo Iturralde, se mete a los codazos y ocupa el lugar que él entiende que tiene que ocupar, eso fue una muestra de lo que somos los seres humanos a veces.
-¿Por qué decidió apartarse de las filas de Lacalle Pou?
-Yo entendía que para poder hacer más cosas necesitaba un espacio donde pudiera hacerlo. Respeto muchísimo a Lacalle Pou, tenemos una muy linda amistad de años, pero yo entré por una cuota y quizás pensaron que yo era solo una cuota pero yo no soy así. Si decido dejar horas de mi empresa y dedicarlas a los demás eso se tiene que notar y tiene que tener un buen resultado, no me sirve estar como un florerito para cumplir con la cuota.
No todos te dan ese espacio, yo me sentía con las manos atadas, no encontraba mi lugar dentro del sector. Cuando tomé la decisión final él lo aceptó y lo respetó.
Ahora me siento como en casa, apreciada, valorada, eso me genera hoy el sector de Juan Sartori.
-Es evidente que darle la vuelta a la cuota de género es algo importante para usted, ¿cómo vive este desafío?
-Se fue dando. Tengo muchas mujeres que me siguen y las que integran esa lista no son políticas, hay profesionales, amas de casa, empresarias, maestras; mujeres que, como yo, se sumaron a la idea de dar un paso más e involucrarse en este camino. Nosotros somos feministas en el sentido literal de la palabra, la mujer que lucha por la igualdad de oportunidades, sabemos que ese lugar se da siempre que nosotras mismas nos generemos los espacios. Hay que romper esa barrera en la que las primeras en cortarle el paso a las mujeres son las propias mujeres.
Voy a ser la primera que presente en la historia del Uruguay una lista que sea con dos mujeres y un hombre porque yo la cuota la entiendo al revés.
-Como diputada suplente por el Partido Nacional estuvo dedicada a proyectos relacionados a los niños y elaboró, específicamente un proyecto de ley acerca de la adopción, ¿de qué se tratan puntualmente? ¿Pudo presentarlos?
-Los proyectos están prontos para ingresar a Cámara. Desde el mes de marzo estoy pidiendo poder ingresar para entrar los proyectos de ley, puedo ingresar por dos titulares (Amin Nifuri y Sebastián Andújar) pero se me ha negado el ingreso. Quiero pensar que es porque cualquiera de los dos están presentando muchos proyectos de ley y están desbordados de trabajo y por eso no me están dejando ingresar.
Uno de ellos trata de acortar los plazos de adopción a nueve meses, otro trata sobre la adopción desde el vientre materno y otro es la figura del defensor del recién nacido, los estamos trabajando en conjunto con Verónica Alonso y son redactados por Paula Galimberti.
-¿Cree que el alejamiento del sector de Lacalle Pou puede haber tenido que ver en que no pueda ingresar a Cámara? ¿Puede haber cierta animosidad?
´-Todo es posible. Cuando se dan muchas condiciones juntas todos pensamos lo peor; debe tener mucho que ver, sería demasiada casualidad que desde marzo hasta ahora nunca haya habido un día para entrar a la Cámara. Estuve años trabajando en el tema y quiero tener la satisfacción de cerrar el círculo y presentarlo. Si lo pienso fríamente me parece que debe haber animosidad.
.Ha habido muchas críticas hacia la forma de hacer política de Sartori, ¿cómo lo ve desde la interna?
-Lo que le está pasando a él me pasó a mí, a diferente escala, en el año 2013. Es espantoso llegar a un lugar con la mayor energía, con las ganas y darse de lleno contra un muro. Aparte uno está convencido de qué se hace para hacer bien a la gente y ahí es cuando se nota que otras personas que toman el mismo camino no tienen el mismo sentimiento.
Él hace política como ha aprendido siempre, con leyes empresariales y marketing. Yo no las veo mal porque sé utilizar los mismos métodos que él. Cuando uno está acostumbrado a vender un producto de una forma se utiliza lo mismo pero en otra forma, eso es ser auténtico, se maneja de la misma forma en todos los planos.
-Varios dirigentes se refirieron a las propuestas de Sartori y las tildaron de demagógicas, ¿no las ve como metas muy lejanas?
-Yo soñé con mi empresa en el 2003 y decía que mi empresa iba a traspasar las fronteras del país y a desarrollar un producto que no se conocía en Uruguay hace 16 años. Me dijeron que estaba loca, que me iba a fundir porque acá nadie sabía lo que era un spa; 16 años después mi empresa es la única que tiene cadena de centro de estética y spa del Uruguay.
Yo entiendo lo que él piensa. Nadie puede dar lo que no tiene, ningún político va a poder pensar o aceptar lo que él propone porque muchos no saben lo que es generar fuentes de trabajo, no saben lo que es emprender. Los políticos no saben soñar como sueña un empresario; es una condición que está reservada para quienes aspiran a eso, por algo son políticos y por algo no se animan a arriesgar.
El sueño de las personas es ser empleadas públicas, yo me moriría siendo empleada pública, necesito estar creando y eso es una condición biológica, es natural. Por eso todo lo que diga no me parece loco y además él está muy bien asesorado, no es ningún improvisado. Él dice lo que va a generar al final pero tiene pensado cómo va a llegar a eso, no es como estamos acostumbrados aquí.
-¿Qué temas le gustaría tratar en el próximo período?
-Me voy a dedicar a la parte laboral porque es algo muy importante para mí. Yo integro la Organización de Mujeres Empresarias del Uruguay (OMEU) tenemos un proyecto en el cual trabajamos con mujeres vulnerables y yo apuesto a que se creen más empresas privadas, no necesitamos empleos públicos sino empresas privadas.