Tensiones en la interna del Mercosur ante la ambición aperturista de Uruguay

Distintas posturas dentro del bloque

Tras celebrarse la Cumbre de Presidentes del Mercosur en Montevideo el pasado 6 de diciembre, las tensiones entre las distintas partes del bloque se agravaron, luego de que el presidente Luis Lacalle Pou manifestara su voluntad de apertura, respecto de acuerdos comerciales y posibles tratados internacionales. Esta situación fue calificada por el periódico británico Financial Times como una ambición que sacude al bloque comercial.

Las ambiciones del gobernante uruguayo fueron claras. Luego de que en la Cumbre haya manifestado su intención de conseguir un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China y de ingresar al Acuerdo Amplio y Progresista de Asociación Transpacífico (Cptpp) de forma independiente, a la vez que invitó a sus socios a seguir el mismo camino, resulta evidente que Uruguay ha tomado la decisión de abrirse al mundo, lo que genera desacuerdo en el resto de países que integran el bloque (Brasil, Argentina y Paraguay).

Uruguay, desde la creación del Mercosur, se ha pronunciado en contra de las consecuencias que las restricciones arancelarias y no arancelarias de la organización, como la libre circulación de personas y el crecimiento de las asimetrías del mismo, tienen para los propios integrantes.

Por su parte, sus socios se manifestaron en contra de lo que Lacalle Pou propuso, y realizaron llamados a la unidad regional. En el mismo sentido, amenazaron con penalizar a Uruguay en caso de que siguiera con su camino de manera solitaria, lo que fue interpretado como una intimidación. Las sanciones serían jurídicas y comerciales, respecto de sus acuerdos bilaterales, lo que significaría una violación de la regla del consenso del Mercosur para la toma de decisiones.

El diario Financial Times (FT), en un artículo publicado por la corresponsal Lucinda Eliott, afirmó que la decisión de apertura de Uruguay ha disipado la tranquilidad habitual que caracteriza a las reuniones del Mercosur. “Algunos dicen que Brasil y Argentina simplemente utilizan al Mercosur como escudo comercial, para proteger sus industrias de la competencia mundial”, puntualizó Eliott en el artículo, respecto de las distintas posturas de los socios.

Tal como recapituló el medio británico, hubo “acusaciones de juego sucio y tácticas antideportivas” en el encuentro de mandatarios, en cuanto a la flexibilización comercial del bloque.

Los motivos del desencanto

Diversos especialistas han catalogado al Mercosur como una “alianza proteccionista”, siendo uno de los bloques económicos “menos eficaces” del mundo, lo que ha generado dificultades para negociar tratados con la Unión Europea.

Estas imposibilidades de cerrar acuerdos internacionales han impulsado a Uruguay a explorar en solitario las negociaciones con mercados exteriores, que puedan brindar nuevas posibilidades y facilitar su contacto con inversiones y mercados pujantes. Al respecto, el mandatario uruguayo ha manifestado su intención de cambiar “la mentalidad de principio de los años 90”.

En la reunión del 6 de diciembre, Lacalle Pou dijo que “somos una de las zonas más proteccionistas del mundo con una zona de libre comercio imperfecta”, lo que esclarece la posición del presidente ante la situación.

En el último Informe Técnico de Comercio del bloque se anunció que el Mercosur abarca aproximadamente 295 millones de personas y exporta, en su mayoría, materias primas agroalimentarias a China (29%) y Estados Unidos (11%). En el año pasado sus envíos alcanzaron los US$ 338.778 millones y las importaciones US$ 260.122 millones, lo que arroja un balance positivo.


Las consecuencias de las ambiciones de Uruguay

Asumir varios acuerdos al mismo tiempo es un error del gobierno uruguayo, tal como declaró para el FT Ignacio Bartesaghi, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Católica de Uruguay.

A su vez, la presión de los socios del bloque, tras la asunción de Lula da Silva como presidente de Brasil, podría aumentar, dado que Jair Bolsonaro, a lo largo de su mandato, se había manifestado a favor de una mayor integración latinoamericana, declarando que el multilateralismo era un factor decisivo en la política de su gobierno.