El Índice de Precios al Consumo (IPC) mostró estabilidad en marzo y volvió a bajar en términos anualizados ubicándose en 3,8%, su menor registro desde agosto de 2005. Los bajos niveles de inflación tienen parte de su explicación en la tendencia a la baja que ha mostrado el dólar, y que ha llevado a corregir a la baja las expectativas de aumentos de precios para este año.
El nivel de precios en la economía uruguaya prácticamente no tuvo variación en el mes de marzo, lo que implicó un nuevo descenso del dato anualizado, que llega a un nuevo mínimo desde el año 2005, según la información difundida por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El IPC aumentó apenas 0,02% en marzo, muy por debajo de las expectativas del mercado, que esperaban una suba de 0,5%, según la mediana de la encuesta de expectativas del BCU. De esta forma, al cierre del primer trimestre del año, la inflación registra un aumento de 2,2%.
Por su parte, la inflación anualizada bajó de 4,71% en febrero a 3,8% en marzo, ubicándose así en su menor valor desde agosto de 2005, cuando la inflación acumulaba una suba de 3,42%.
Parte importante de los bajos niveles de inflación tienen su explicación en la tendencia a la baja que ha mostrado el dólar en Uruguay, lo que ha despertado críticas desde las gremiales empresariales (ver nota página 11). En relación a la evolución del tipo de cambio, el cambio en las proyecciones para el valor de la divisa estadounidense llevó al Centro de Investigaciones Económicas (Cinve) a recortar sus pronósticos de inflación para el año en curso. Si bien en informes anteriores se advertía que la inflación tendería a aumentar en la segunda mitad del año, cerrando 2024 por encima del techo del rango objetivo, ahora se espera que el IPC se ubique dentro del objetivo al cierre del año.
En su informe mensual de inflación (publicado antes de conocerse los datos de marzo), el Cinve pronosticó que la inflación tendrá en 2024 variaciones mensuales superiores a las observadas en el 2023, pero “ha aumentado significativamente la probabilidad de que durante todo el año 2024 pueda cumplirse con el objetivo del BCU”.
Se interpreta que el BCU continuará manteniendo una política de tasas altas (en comparación con las correspondientes en dólares), lo que mantendría una preferencia de los agentes por activos en moneda nacional (tanto en pesos corrientes, como en UI o UP) en detrimento de activos en moneda extranjera, presionando así el dólar a la baja en el mercado de cambios.
“Este cambio en la proyección del tipo de cambio tendrá un efecto levemente a la baja sobre la inflación en 2024, incrementando la probabilidad de que ésta se sitúe dentro del rango meta durante todo el año (aunque próximo al techo)”, señala el Cinve.
En línea con el pronóstico del Cinve, la mediana de la encuesta de expectativas del BCU estima que la inflación cerrará el año en 5,98%.
Divisiones
Al analizar el comportamiento de las principales divisiones que componen el IPC se destacó, en particular, la incidencia a la baja de Alimentos y bebidas no alcohólicas, que mostró un descenso de 0,56% en marzo que incidió a la baja del IPC en 0,15 puntos porcentuales (pp). A su interior, se observaron descensos en los precios de la carne y otros productos derivados (-1,7%) y en frutas y frutos secos (-3,18%), que compensaron holgadamente los aumentos en hortalizas, tubérculos y legumbres (+0,65%).
Otras divisiones que mostraron caídas de precio en el mes fueron “Recreación, deporte y cultura” (-0,43%), “Mobiliario, enseres domésticos y demás artículos regulares de los hogares” (-0,34%), “Ropa y calzado” (-0,26%) y “Bebidas alcohólicas, tabaco y narcóticos” (-0,28%).
Por el contrario, entre las divisiones que mostraron aumentos de precios en marzo, se destacaron las subas de 1,99% en los servicios de educación, que se explican por los aumentos en enseñanza preescolar (+2,29%), primaria (+2,15%), secundaria (+2,08%), Cursos de música, canto, baile, artes plásticas (+3,64%) y Enseñanza de idiomas (+2,25%).
