Arbeleche defendió el “cambio de modelo económico” y la mejora de la competitividad

Uruguay comienza a apuntar a una calificación crediticia de nivel ‘A’ que “es una liga mayor”

La ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, se refirió a los resultados de política económica de la actual administración, marcando sus diferencias respecto a las anteriores, y defendió que los logros obtenidos redundan en un “aumento de la competitividad del país”. Aseguró que ello “no implica ignorar la discusión” respecto al precio del dólar, pero valoró que “es un elemento más de esa competitividad”.

“Cambiamos el modelo económico, obtuvimos resultados concretos, y sentamos las bases para impulsar a Uruguay a un nuevo estadio de desarrollo”, concluía la última de las diapositivas de la presentación que realizó Arbeleche, en su disertación en el tradicional Foro Económico de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE).

De esta forma, la ministra resumía el núcleo de su exposición en la que subrayó que la actual administración llevó adelante “un modelo económico distinto” al anterior, haciendo referencia -pero sin nombrar- a los tres gobiernos del Frente Amplio.

No obstante, destacó que hubo “muchos activos” que ya traía el país que se mantuvieron, haciendo referencia a la fuerte institucionalidad y al mantenimiento de los fundamentos democráticos. Sin embargo, dijo que “en cuanto al manejo de la política económica, hoy podemos decir que esta administración ha llevado adelante un modelo económico distinto”.

En su opinión, “estos cambios nos llevan a un nuevo estadio de desarrollo y a tener un futuro más promisorio”.

Política fiscal

En su exposición, Arbeleche abordó diversos temas, el primero de ellos, el “quiebre en el manejo de la política fiscal”. Criticó que en las administraciones pasadas “estábamos acostumbrados a que los aumentos de gastos se financiaban con aumentos de impuestos”, pero ahora “el modelo es distinto y los resultados son distintos”.

Graficó que mientras que los ingresos entre 2014 y 2019 aumentaron 0,7 pp y el gasto creció 2,5 pp, en esta administración (2020-2023) los ingresos crecieron 0,9 pp, pero los gastos solo se incrementaron en 0,3 pp.

En cuanto al resultado fiscal, indicó que la administración anterior pasó de un déficit de 2,1% en 2014 a uno de 3,9% en 2019, mientras que se bajó a 3,3% en 2023. Pero si se ve el resultado estructural (descontados efectos extraordinarios), se observa que el déficit pasó de 4,5% en 2019 a 2,7% en 2023. “El resultado es contundente”, sostuvo la ministra, quien resaltó que esa mejora fue la que también permitió bajar impuestos. De acuerdo a los números presentados, hubo una resignación de US$ 150 millones por concepto de IRPF y de IASS.

Asimismo, destacó que se incrementaron los recursos a la inversión en infraestructura, lo cual “es importante porque ello nos va a afectar positivamente en términos de competitividad”. A su vez, indicó que se incrementaron los recursos para la inversión privada, mediante las exoneraciones fiscales, lo que será “un claro impulsor del crecimiento y el empleo”.

Política laboral

En cuanto a la política laboral, Arbeleche destacó el “gran cambio respecto al modelo anterior”, que implicó dejar de percibir de forma aislada el salario, el empleo y la actividad económica. Recordó que al inicio de la administración, la pandemia de covid-19 llevó a negociar con trabajadores y empresarios para priorizar el empleo por sobre el salario, acordando que habría una mejora salarial en la medida que la economía se recuperara. Esta fase de crecimiento del salario real es la que se está dando actualmente, en un contexto en el que se recuperaron 76.000 empleos respecto al inicio del gobierno, lo que compensó la pérdida de los 53.000 que se perdieron en la administración anterior y en la pandemia.

Tarifas, precios e inserción internacional

Arbeleche defendió que los precios de los combustibles no pueden ser un instrumento de recaudación, sino que deben reflejar el precio del mercado. Asimismo, destacó la reducción de tasas e impuestos del LATU (como el tributo a la exportación de productos no tradicionales y a la importación de alimentos) y la reducción generalizada de aranceles a la importación.

En cuanto a la política exterior, sostuvo que el gobierno asumió con “la convicción de que era imprescindible abrirse al mundo”, pero reconoció que los avances no fueron los pretendidos debido al resto de los socios del Mercosur. De todas formas, reconoció avances que también tienen un alto impacto, como -por ejemplo- la posibilidad de que las exportaciones desde zonas francas de Uruguay a Brasil, sean tratadas como de origen Mercosur. “En este partido hemos sudado la camiseta, los resultados hubiésemos deseado que fueran más positivos, pero hemos avanzado lo que se ha podido”, destacó.

Innovación y política ambiental

La ministra también destacó el foco en la innovación, ya que entiende que “a partir de ahí es que Uruguay puede dar un salto de crecimiento”. Explicó que el país tiene una gran oportunidad al contar con capital humano capacitado, que actualmente se enfoca en brindar servicios al exterior, pero que se podrían aprovechar internamente para exportar al mundo. “Se trata de agregar valor en aquellos sectores donde ya tenemos ventajas comparativas, pero también en áreas donde no tenemos esas ventajas”, sostuvo.

Aseguró que este es “un tema del sector privado”, que es quien debe “dar los saltos en sus empresas para llevar al país a otro estadio de desarrollo”, pero dijo que desde el gobierno se entiende que hay que “dar un empujón”.

Por otra parte, defendió la incorporación de la política ambiental en la política económica, lo que implicó un cambio de paradigma, ya que se hace por “la preocupación por la responsabilidad del planeta, pero también por mirar lo que nos va a agregar valor”. Asimismo, destacó que los instrumentos como el bono verde, o los préstamos con organismos multilaterales, son replicables para los privados.

Competitividad

Para concluir, Arbeleche sostuvo que cada uno de los puntos abordados durante su presentación, están enfocados en mejorar la competitividad del país. “Cuando hablamos que la política de gasto público está dentro de una nueva institucionalidad fiscal, cuando hablamos que tenemos una mejor infraestructura (…), cuando sacamos las distorsiones de las empresas públicas, cuando ajustamos los precios a los precios del mercado, cuando se disminuyen tasas de comercio exterior, estamos hablando de aumento de la competitividad del país”, indicó la ministra, agregando que ello “no implica ignorar la discusión de estos días, que es el valor de nuestra moneda (….), o del dólar, (pero) es un elemento más de esa competitividad”.

Explicó que el nivel del dólar está condicionado por un exceso en la oferta de dólares producto de una fuerte entrada de capitales, debido a inversión extranjera y exportaciones. “El precio del dólar está determinado por el mercado donde hay una abundancia de dólares, producto de los resultados que estamos presentando”, señaló.

Al entender de la ministra, los resultados obtenidos por el actual gobierno han repercutido en una mayor confianza doméstica (reflejada en la mejora de la confianza del consumidor y el clima de negocios) y también externa (lo que se observa en los niveles de calificación crediticia y en el ratio de riesgo país). En cuanto a la calificación crediticia, evaluó que “tenemos la nota más alta de la historia, y estamos empezando a mirar el nuevo estadio de llegar a un nivel de calificación ‘A’ que es una liga mayor”.


Reforma de la seguridad social: “ir en contra implica ir en contra de las reglas claras”

Durante su exposición, y tras referirse a las mejoras de las cuentas públicas, Arbeleche defendió la reforma de la seguridad social, asegurando que contó con una “fuerte convicción de parte del gobierno”, y que “había que hacerla”.

En ese sentido, criticó que el Frente Amplio actualmente esté cuestionando esa reforma: “no está claro cuál es su postura y vemos una confusión grande”. “Ir en contra implica ir en contra de las reglas claras, sería apropiarse de los ahorros de los uruguayos en los fondos de pensión, sería romper con la reforma del 96… Si estamos hablando de incorporar la edad de jubilación a 60 años y establecer una jubilación mínima: ¿cómo se va a financiar eso? Eso debería terminar con suba de impuestos. Porque magia no existe”, sostuvo la ministra.