Mientras el diálogo social que impulsa la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) concretó una serie de reuniones bilaterales con actores sociales, el presidente de la Confederación de Cámaras Empresariales (CCE), Diego O’Neill, dijo a CRÓNICAS que a priori coinciden plenamente en puntos como la protección económica de las infancias, pero rechazan posibles modificaciones a las jubilaciones. A su vez, existen preocupaciones sobre la forma de financiar las medidas y aún resta trabajar internamente en la propuesta para designar representación.
Tal como informó la OPP, el pasado martes concluyó la serie de reuniones bilaterales que el organismo impulsó desde fines de abril con distintas organizaciones para preparar el Diálogo Social en materia de Protección y Seguridad Social. El final lo marcó el hecho de que el Comité Ejecutivo de la Comisión Sectorial entregase una copia de la hoja de ruta a la Red Pro Cuidados, último actor social en participar de los encuentros.
Las jornadas estuvieron enmarcadas en lo que se denominó como la fase de actividades preparatorias del diálogo, que entraría en una etapa de “recopilación de insumos” desde julio a noviembre de este año, cuando iniciaría formalmente.
El comienzo de esta fase data del lunes 28 de abril y el PIT-CNT fue la primera organización social en recibir la convocatoria. La CCE la recibió al día siguiente, y le siguieron la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (Onajpu) y la Plataforma Infancias y Adolescencias (PIAS).
El papel de los empresarios en el diálogo social
En relación a la discusión a la interna de la CCE sobre el tema, el pasado martes la confederación tuvo una asamblea para hacer una puesta en común del documento con todos sus integrantes de manera simultánea a la última reunión del ciclo. O’Neill dijo a CRÓNICAS que coinciden plenamente con algunos de los puntos, en particular, el referente a la protección social de las infancias.
“Todos sabemos el problema que tiene Uruguay de pobreza infantil y la necesidad de hacer los mayores esfuerzos para atender esta realidad y revertirla, así que compartimos plenamente la iniciativa”, expresó.
Sin embargo, las dudas comienzan cuando se piensa en la financiación. De acuerdo al titular de la CCE, los empresarios tienen “la incertidumbre de que para atenderlos se necesitan recursos adicionales y el gasto público ya está en niveles muy elevados”. “¿Cómo se va a hacer para liberar recursos de otras áreas y poder volcarlos a estos temas prioritarios? ¿De dónde van a salir esos recursos?”, se preguntó.
A su vez, dejó en claro que rechazan los tres reclamos que el PIT-CNT anunció que mantendrá durante el diálogo social y que ya sometió a consulta popular en octubre del año pasado, sin éxito. “Hay una ley recientemente aprobada, hace menos de dos años, y un plebiscito rechazado para modificar todo el sistema de protección social”, un “pronunciamiento popular que rechazó esas iniciativas”, comentó. “No estamos dispuestos a ir contra la voluntad popular bajo ningún concepto”, advirtió.
En tanto, sentenció en radio Sarandí que “el capítulo jubilaciones y pensiones está laudado” para las cámaras empresariales que representa, por lo que entienden que “puede haber algún ajuste menor respecto de la ley 20130, pero los grandes lineamientos ya están y han sido fruto del pronunciamiento popular”.
Además de valorar el diálogo social como “una agenda muy ambiciosa”, tal como lo calificó Bárbara Mainzer, directora ejecutiva de la Asociación de Bancos Privados del Uruguay (ABPU) en la edición pasada de CRÓNICAS, el presidente de la CCE dijo que desde el sector empresarial tienen “expectativas de que haya temas en los que se puedan construir acuerdos”.
El futuro de la discusión
Según el entrevistado, aún restan instancias internas para definir un consenso general, pero los integrantes de la confederación se encuentran “todos más o menos alineados y en la misma situación” respecto al tema.
En este sentido, lo primero que tiene que hacer el sector empresarial es designar a su representante para la Comisión Ejecutiva. La CCE, en conjunto con algunas otras cámaras que no la integran, tendrá un representante común a todo el sector empresarial, lo que configura “una tarea muy difícil” y requiere de “una persona con mucha capacidad, preparada para enfrentar un trabajo intenso”.
Al margen del representante, puede haber otros técnicos que refuerzan el grupo asesor técnico, pero la Comisión Ejecutiva se compone de un titular y un suplente, exclusivamente. “Estos meses, hasta mediados de julio, comenzaría a trabajar la comisión en la preparación, el estudio de la propuesta y la presentación de eventuales planteamientos que puedan surgir desde la CCE”.
La intención de buscar acuerdos con el gobierno
Consultado por el vínculo entre el gobierno y el sector empresarial, O’Neill valoró que desde el principio se ha planteado “un diálogo amplio y una intención de buscar construir acuerdos y consensos que nosotros vemos positivos”, por lo que celebró la iniciativa de convocar a la CCE para intercambiar.
“Eso no quiere decir que todo sea en coincidencia, pero los canales de comunicación existen, el diálogo existe y es bueno, así que eso lo valoramos y lo rescatamos como necesario e importante. Las coincidencias o no dependen directamente de los temas en discusión, pero eso está dentro de las reglas del juego, no esperamos coincidir en todo”, concluyó el titular de la confederación.