El gerente general de la Bolsa de Valores de Montevideo (BVM), Marcelo Oten, dijo a CRÓNICAS que las exigencias que tienen las empresas a la hora de salir al mercado y la transparencia necesaria para operar hace que en Uruguay la emisión de parte de empresarios sea baja. Desde Conaprole, una de las pocas empresas que ha colocado deuda en el mercado, aseguran que se trata de una decisión estratégica y que por su carácter de cooperativa la transparencia es parte de la operación diaria.
Por Adolfo Umpiérrez | @AdolfoUmpierrez
El informe de endeudamiento industrial que publicó la Cámara de Industrias del Uruguay la semana pasada, mostró que solo el 3% de la deuda que posee el sector se encuentra en el Mercado de Valores, mientras que el 97% restante se trata de deuda contraída con el sistema bancario. En total el sector industrial está endeudado por 2.343 millones de dólares, de los cuales 70,3 se encuentran en el Mercado de Valores.
“Ese es un tema que lo venimos analizando, lo tenemos bien claro y lo analizamos permanentemente”, dijo el presidente de la BVM, Marcelo Oten. Según expresó, los estudios que llevó adelante la Bolsa, demostraron que la facilidad y la agilidad con la cual pueden contar con el crédito bancario, donde la mayoría de los empresarios tienen líneas abiertas, contrasta con la dificultad natural para acceder al Mercado de Valores.
Para que una empresa pueda acceder al Mercado de Valores es necesaria una inscripción ante el Banco Central del Uruguay (BCU), en la que se debe incluir la inscripción del valor que se va a emitir. “Eso tiene cierta demora en el trámite y costos, que los empresarios consideran que son elevados”, detalló Oten y agregó que aquellas que han logrado empezar a operar, en las segundas y terceras oportunidades lo han hecho con mayor facilidad.
La información es nuestra
Otro punto en el que las empresas ponen atención a la hora de colocar deuda en el mercado es la transparencia en la información de la organización. Cuando una empresa sale al Mercado de Valores entre las obligaciones que asume está la de informar sus balances anuales, de manera pública. A su vez, se les exige que informen cualquier hecho significativo, como los cambios de Directorio. “Muchas empresas, no sé si porque no están acostumbradas, o porque no lo desean -porque este es un país en el que no hay mucha costumbre de abrir al mercado la situación de las empresas- deciden no hacerlo”, expresó Oten.
“En cambio en la relación con su banco no hay problema, porque la información no es publicada, sino que queda en el banco, en cambio entrar en la Bolsa significa abrirse y esto requiere presentarse a la Bolsa para que se publique en la web y se informe a los corredores, y así estos puedan informar a sus inversionistas”, detalló Oten.
“Estar en la Bolsa es bueno”
Más allá de los requerimientos que una empresa debe cumplir para ingresar al mercado, Oten aseguró que desde la Bolsa se “se trata agilizar los trámites, y por esto hemos planteado al BCU un proyecto normativo sobre emisiones simplificadas”, aseguró. Este proyecto se encuentra en estudio desde principios de este año y se espera que sea aprobado “en poco tiempo”. Con él se busca, desde la BVM, que para empresas medianas y pequeñas los trámites sean menores a los de una empresa más grande. En este sentido Oten adelantó que la BVM tiene en miras generar una ventanilla de solicitudes de empresas que busquen entrar al Mercado de Valores para asistir a las empresas a gestionar ese valor.
“De nuestra parte queremos promover que haya más emisiones. Con las empresas grandes no hay nada que hacer, solo convencerse de que estar en el Mercado de Valores es conveniente”, agregó.
Desde la Bolsa, a su vez sostienen que las empresas deberían tener una parte de su financiamiento en el Mercado de Valores, “eso es sano”, aseguró Oten “porque en el sistema bancario el financiamiento es a corto plazo, y ante una buena planificación financiera sería bueno que las empresas tengan un componente a largo plazo ya solucionado. De otra manera muchas empresas se están financiando a largo plazo, pero con soluciones a corto plazo que se renuevan, y ante una situación de crisis se reducen las líneas de crédito de los bancos, y las empresas sufren las consecuencias”, explicó.
La estrategia Conaprole
Consultado por CRÓNICAS, el presidente de Conaprole, Álvaro Ambrois sostuvo que el método de endeudamiento de la cooperativa se basa en una decisión estratégica que le permite “tener otras opciones claras frente a los agentes financieros. Nos da otro poder de negociación. Nosotros no quedamos tan dependientes del sistema financiero, es claramente la herramienta fundamental”.
Ambrois concuerda con que el hecho de tener que extremar la transparencia limite a los empresarios a tomar este camino. En este sentido, al tratarse Conaprole de una cooperativa la transparencia es parte del accionar diario. “A nosotros nos permite decirle al sector financiero que si no es competitivo, tenemos otro camino, creo que es el mensaje y nos da cierta autonomía”, agregó.
“Nosotros creemos que aquel ahorrista uruguayo que compra los bonos de Conahorro también siente algún sentido de pertenencia hacia la cooperativa, y cuando vaya a consumir sus productos, va a elegir Conaprole, eso es un adicional”, sostuvo Ambrois. Según dijo el titular de la cooperativa lechera, lo central es tener una fuente de financiamiento que lo puedan manejar desde adentro, sin depender del sistema financiero. “Obviamente que esto está atado a lo que se paga de intereses en el mundo. Es una muy buena fuente de financiamiento”, concluyó. En este momento, el programa Conahorro tiene colocados entre 30 y 35 millones de dólares en el mercado.