Julio Cesar Lestido: “La situación se ha ido agravando a niveles que son realmente alarmantes”

Situación cambiaria con Argentina tiene un “impacto enorme” para el sector comercio y servicios

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El presidente de la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay (CCSUy), Julio Cesar Lestido, explicó que no solo hay un corrimiento del consumo uruguayo hacia Argentina, sino también un fuerte ingreso de mercadería ilegal desde el país vecino, que “pone en riesgo los puestos de trabajo y la sustentabilidad de las empresas”. Destacó que se han reunido con autoridades del gobierno y que se han presentado medidas, aunque reconoció que se trata de “medidas paliativas”.

La CCSUy organizó esta semana un webinar de coyuntura económica que, por ser el último del año, contó con la presentación del presidente de la gremial Julio Cesar Lestido, quien destacó la importancia de esa actividad por la información que se brinda, pero también por el intercambio que se da con los actores empresariales de todo el país. Además de Lestido, también participaron la asesora económica de la Cámara, Ana Laura Fernández, y el director de la Consultoría Económica de Equipos Consultores, Alejandro Cavallo (ver recuadro).

El presidente de la CCSUy comentó que el año 2023 -pero amplió el concepto a todo el siglo XXI- ha estado caracterizado como un año -o un siglo- de incertidumbres. Argumentó que ello puede deberse a las transformaciones en la geopolítica internacional, que trajo muchos cambios respecto al siglo XX, donde el mundo estaba marcado por dos grandes bloques políticos y económicos. Por el contrario, en la actualidad –sostuvo Lestido- el liderazgo del mundo ha dejado de estar en manos de los países para pasar a manos de empresas privadas, lo cual dificulta la aplicación de un liderazgo a nivel internacional.

Lestido afirmó que desde el 2020, ha habido importantes shocks a nivel internacional: el impacto de la pandemia, el incremento del costo de los fletes, la guerra entre Rusia y Ucrania, a la que ahora se agrega el conflicto en medio oriente, y una región “bastante inestable desde el punto de vista económico”. “Desde el 2020 hasta ahora hemos estado viviendo situaciones que han ido impactando a toda la economía y en particular a las empresas”, sostuvo.

Sobre este punto, Lestido se refirió particularmente a la situación de Argentina, con un “impacto enorme” para el sector comercio y servicios, en particular en la zona de la frontera del país. “Durante el último año y medio la situación se ha ido agravando a niveles que son realmente alarmantes y eso está impactando en todos los sectores”, advirtió. Asimismo, explicó que no solo existe un corrimiento del consumo uruguayo hacia Argentina, sino también un fuerte ingreso de mercadería ilegal desde ese origen, lo cual “pone en riesgo los puestos de trabajo y la sustentabilidad de las empresas”. 

Destacó que se han concretado reuniones con autoridades de gobierno y que se han presentado medidas, pero reconoció que se trata de “medidas paliativas”, para tratar de mitigar una situación que es mucho más compleja.

Crisis estructural en frontera

La asesora económica de la CCSUy, Ana Laura Fernández, realizó su tradicional análisis de la coyuntura internacional, para la que se espera una economía creciendo de forma moderada, sin llegar a impulsar de forma relevante la demanda externa el año próximo, y con precios de los commodities en “fase de estabilidad”.

Para  la región, se espera un 2024 “complejo y desafiante”, aunque con “mejores perspectivas” para 2025, en particular por las correcciones que pueda lograr el nuevo gobierno de Javier Milei en Argentina.

En relación a la economía local, advirtió que en el promedio anual la economía casi no crecería este año.

En cuanto a la actividad del sector comercio y servicios, la última encuesta de la CCSUy mostró una nueva contracción en el tercer trimestre del año, aunque más pronunciada que en el segundo. Las ventas disminuyeron 2,8% interanual, con caídas en la mayoría de los rubros analizados.

En particular, Fernández destacó que la situación de la frontera ya reviste “un carácter estructural”, que supondrá mayores dificultades al menos hasta mediados del año próximo, aunque con un escenario más optimista pensando en 2025. En tanto, Uruguay comenzará el año electoral con una economía con bajo crecimiento, relativamente cara y con una situación fiscal delicada. Advirtió que el próximo gobierno tendrá escaso margen para aumentar el gasto y/o subir impuestos, por lo cual será necesario mejorar la eficacia del Estado, puesto que constituye “un gran cuello de botella para el desarrollo de Uruguay”.


Mayor consumo pero afectado por el turismo de compras a Argentina

Alejandro Cavallo, director de la Consultoría Económica de Equipos Consultores, se refirió a “la mirada del consumidor”, donde destacó la mejora de la confianza de los consumidores uruguayos, que llegó a su mayor nivel desde el año 2015. Eso -sostuvo- se puede atribuir a una mejora en la situación económica de las familias y al comienzo del ciclo electoral.

En la comparación regional, Uruguay venía siendo el país con mayor confianza de los consumidores, pero el repunte de la economía de Paraguay llevó a que los paraguayos superaran los niveles de confianza de nuestro país. Por su parte, Brasil tiene buenos niveles de confianza por un crecimiento de la economía, y en el caso de Argentina se aprecia que, pese a su situación macroeconómica muy delicada, tiene datos positivos que reflejan el efecto del ciclo electoral. En el caso de Chile, se advierte que el gobierno de Gabriel Boric no ha colmado las expectativas y ha debido enfrentarse a situaciones sociales y económicas que llevan a que el país trasandino tenga la menor confianza de la región.

Cavallo resaltó que el dato de confianza es sumamente relevante para medir la demanda doméstica, ya que es un indicador muy asociado a la evolución del consumo.

También fundamentó que los indicadores económicos de la familia se encuentran “en su mejor momento” desde el período prepandemia (2019), con mejoras de los salarios, el empleo y de la seguridad del empleo (el temor a perder un trabajo).
La contracara de este escenario que potenciaría el consumo es el impacto del turismo de compras, en especial con Argentina, que lejos de atenuarse se acentuó, con un diferencial de precios que casi se triplica.

No obstante, aseguró que las perspectivas de gastos de los hogares muestran una propensión al alza, asociada a la mejora esperada del poder de compra.