Kechichian: “Si el diálogo se dinamita es porque no hay voluntad de tenerlo, no por una interpelación”

ENTREVISTA

Liliam Kechichian, senadora por el Frente Amplio


 La actual senadora por el Frente Amplio (FA) y exministra de Turismo, conversó con CRÓNICAS acerca del impacto de la pandemia y se refirió a los cuestionamientos que surgen del oficialismo en torno a la interpelación que llevará adelante el senador socialista Daniel Olesker a la ministra de Economía, Azucena Arbeleche y al ministro de Salud Pública, Daniel Salinas. “Mientras fuimos gobierno recibimos convocatorias para interpelar a un ministro cada cuatro días, y jamás se nos ocurrió que eso fuera dinamitar el diálogo”, afirmó la legisladora, e hizo énfasis en que su fuerza política siempre tuvo como prioridad el intercambio como herramienta para cambiar el rumbo del manejo de la pandemia. En la misma línea, fue crítica con el aumento del combustible, que calificó como un “mazazo”: “Los mismos que hoy suben las tarifas por encima de la inflación, en ese momento hablaban de tarifazo cuando todos los ajustes eran por debajo de la inflación”, sentenció.

Por María Noel Durán | @MNoelDuran

– En las últimas horas se confirmó la interpelación a los ministros Arbeleche y Salinas. ¿Por qué considera que debe llevarse a cabo esta instancia?

– Nuestro camino había sido otro. En diciembre pedimos la Comisión de Seguimiento para poder tener un ámbito de diálogo más profundo ante una situación bien compleja como es la pandemia. Cuatro meses después, el gobierno resuelve que se instale. 

Es una comisión que prácticamente no tuvo resultados porque fue muy difícil el diálogo. El objetivo central es ver cómo cambiamos el rumbo del tratamiento de la pandemia, que está teniendo cifras alarmantes.

Se plantea la instancia de diálogo con el presidente y, para nuestro asombro, 24 horas antes de reunirse con los representantes de nuestra bancada, es decir, con los representantes de todos los partidos políticos, hace todos los anuncios en un reportaje televisivo con algunas cifras muy inexactas en cuanto a qué medidas había tomado. 

Después, el diálogo al otro día fue absolutamente insatisfactorio, muy desestimulante en el sentido de que sigue habiendo una tesitura de que lo que se está haciendo es lo que hay que hacer y que no va a haber ninguna posibilidad de cambiar el rumbo cuando la ciencia toda y la academia nos están diciendo que estamos ante un riesgo muy grande. 

Hay un buen nivel de vacunación… Uruguay tenía una tradición de vacunación y eso está funcionando muy bien, pero hay una altísima circulación del virus, de nivel 4; lo que nos pone en la puerta de una mutación del virus, además de los miles contagios y los más de 2.000 muertos solamente en estos últimos 15 días. 

Si seguimos haciendo lo mismo vamos camino a empeorar la situación. Alguna gente nos dice que no es momento de interpelar, nosotros creíamos que era momento de acuerdo, de diálogo; en la medida que eso no es posible, nadie nos puede impedir utilizar mecanismos democráticos para, por lo menos, plantear en un ámbito con cierta resonancia como es el Parlamento las ideas o propuestas que tenemos para aminorar este daño tan inmenso que está haciendo la pandemia en el Uruguay.

– Desde el oficialismo se ha dicho que esta interpelación voló los puentes de diálogo. ¿Qué piensa de esta interpretación?

– Lo rechazo absolutamente. Es realmente una frase soberbia. No puede ser que un partido de gobierno considere eso de una herramienta democrática que está en la Constitución y que se ha utilizado incluso por ellos cuando fueron oposición. Mientras fuimos gobierno recibimos convocatorias para interpelar a un ministro cada cuatro días, y jamás se nos ocurrió que eso fuera dinamitar el diálogo. Si el diálogo se dinamita es porque no hay voluntad de diálogo no por una interpelación, que es una herramienta de un país democrático y republicano como el Uruguay.

– Hay quienes analizan denunciar al gobierno ante organismos internacionales por entender que  hubo muertes evitables en la pandemia. ¿Qué piensa al respecto?

– El FA no tiene planteado eso. El mecanismo de nuestra fuerza política en el Parlamento y de nuestra fuerza política en general es este que acabamos de decidir, qué es la interpelación en la Cámara de Senadores. No hemos visto ni hemos decidido ningún otro mecanismo.

– Quien planteó esa posibilidad es el expresidente del Sindicato Médico del Uruguay, Julio Trotchansky. ¿Qué opinión le merece el episodio que protagonizó con el senador Da Silva?

– Me pareció muy triste. El Dr. Trotchansky, en su calidad de médico, tiene derecho a expresarse; lo hizo en un Zoom, que si bien no era público, obviamente tuvo acceso mucha gente y dijo lo que pensaba.

Me parece que la respuesta del senador Da Silva fue muy destemplada. Creo que trasunta eso de que ‘si no pensás como yo te convertís en un enemigo’; en este caso a derrotar de una manera un poco violenta por las expresiones del senador Da Silva. Me parece un episodio triste y lamentable que el pueblo uruguayo no merece y mucho menos en un momento de tanto dolor como el que estamos viviendo. Me parece que el debate merece otro nivel.

– La  coyuntura hizo que la gestión del turismo fuera particularmente difícil en el periodo actual. ¿Cómo lo vio?

– El turismo es una actividad devastada. Tenemos agencias de viaje con facturación cero hace 15 meses, y una hotelería en su mínima expresión. No hay ningún rubro de la cadena de valor del turismo que no esté seriamente afectado.

El turismo necesita de tres cosas fundamentales que hoy están ausentes en el Uruguay: las fronteras abiertas, la libre circulación de las personas y la presencialidad. Las tres cosas están afectadas por la pandemia, por lo tanto el golpe es enorme.

Si algo faltaba llegó el aumento del 12% de los combustibles, que es un mazazo muy grande para el comercio, para la industria y para los servicios además de para los ciudadanos; creo que es algo que va a impactar fuertemente en las actividades comerciales.

– Como ministra de Turismo fue defensora del Corredor de los Pájaros Pintados que la actual gestión decidió dejar en desuso. ¿Cómo le impresionó esta decisión?

– Me dio mucho dolor porque creo -y puse en práctica- que, cuando uno llega, no todo lo que recibe hay que cambiarlo; las cosas que funcionan bien tienen que seguir. 

El Uruguay Natural se creó en la presidencia de Jorge Batlle, nosotros vimos que tenía fortalezas y lo mantuvimos. Cuando llegamos a los tres millones de turistas invitamos al primer ministro de Turismo pos dictadura, (José) Villar, porque fue el primero que habló acerca de que Uruguay podía aspirar a recibir ese número de turistas y él nos acompañó.

Un proyecto exitoso como era el del corredor, con enorme participación de la gente, con más de 200 pequeños emprendedores que venían trabajando en red, con el apoyo de las juntas departamentales y las intendencias que eran de distinto signo político, se había convertido en un complemento muy importante del gran producto que tiene el Litoral -que son las termas-, pero toda la vida se pidió productos que complementaran esta propuesta. Había un corredor gastronómico, había pueblos con encanto, había turismo cultural, náutico… Me da mucha tristeza porque se desanda un camino de política de Estado. Capaz que en otras áreas las políticas de Estado son casi imposibles, pero en el turismo, si hay voluntad política, son posibles y eso lo puedo afirmar. Nos da mucha pena, especialmente por la gente tan comprometida que puso mucho esfuerzo en la construcción de este corredor que, además, en este momento es de un gran atractivo para el turismo interno.

– ¿Cómo ve al Frente Amplio como oposición? 

– Obviamente, después de 15 años de gobierno, asumir el rol de oposición no ha sido fácil. Creo que en estos últimos tiempos hemos logrado dentro de la fuerza política generar ese cronograma que nos habíamos propuesto de la creación, discusión y divulgación de dos documentos, uno que tiene que ver con la crítica y la autocrítica de lo que nos pasó- no solo porque perdimos sino de todo, en general-, y otro documento que hable de las grandes líneas estratégicas de aquí a la nueva elección; un Congreso que tendremos en setiembre y la elección de nuevas autoridades que se va a producir el 5 de diciembre. Estamos todos trabajando y aportando en torno a ese calendario con una definición muy clara de oposición responsable. El FA es una fuerza política responsable que sabe canalizar las inquietudes y hasta muchas veces el disgusto o la rabia de la gente, y eso me parece muy positivo para la democracia uruguaya y hay que mantenerlo, preservarlo y profundizarlo.

– Recientemente se han hecho públicas auditorías como la del Antel Arena o Gas Sayago que ponen en tela de juicio a los gobiernos anteriores. ¿Podría perjudicar al FA pensando en la futura elección?

– Yo no las vi, hay opiniones muy contradictorias sobre esas auditorías: cómo las hicieron, quiénes las hicieron, qué elementos tuvieron en cuenta. Antes de mirarlas no voy a opinar y no hemos podido todavía acceder a ellas.

Nuestra representante en UTE se sintió muy disconforme con el producto que habían encargado y con cómo había sido hecha esa auditoría. Incluso votó en contra de que se pagara ese trabajo porque vio que no era algo que estuviera completo, pero hasta no verlo en profundidad no voy a opinar.

El saldo de lo que dejó el FA como gobierno es altamente positivo”.

Yo creo que por el FA y sus 15 años de gobierno hablan muchísimas otras obras, como por ejemplo una profunda transformación que, entre otras cosas, le ha permitido a Uruguay enfrentar esta crisis del coronavirus con un Sistema Integrado de Salud. Realmente es impensable lo que hubiera pasado en el Uruguay si hubiéramos enfrentado el covid-19 con los hospitales que teníamos en 2004. Además, un nivel de conectividad de los mejores de América Latina que ha permitido seguir estudiando y trabajando, un conjunto de políticas sociales, no solo las del BPS- que trascienden al FA-, sino un conjunto de políticas sociales que permitieron tener mapeada la pobreza y saber dónde actuar y dónde asistir. Inmediatamente después que se desató el covid muchos países del mundo no podían creer que nosotros supiéramos exactamente dónde estaba la gente más vulnerable; eso es impensable en otras partes del mundo. Creo que nosotros fuimos construyendo un país con muchas fortalezas, y como todas las gestiones seguramente tendrá cosas que mejorar, pero el saldo es ampliamente positivo.

Ni que hablar de los ajustes de tarifas por debajo de la inflación. Los mismos que hoy suben las tarifas por encima de la inflación, en ese momento hablaban de tarifazo cuando todos los ajustes estaban por debajo de la inflación. Además, la mejora del salario de los trabajadores, derribando el mito de que la inflación se iba a disparar si los mejorábamos; los consejos de salarios que se volvieron a instalar y que lograron un mejoramiento en la sociedad que, en verdad, no es solo para los trabajadores porque cuando estos tienen mayores ingresos, el comercio y el pequeño empresario también mejora, hay más dinamismo en la actividad comercial y eso se ha visto en los últimos años. Eso, sumado al crecimiento de los países a los que le vendemos. Le vendíamos a 60 países y ahora exportamos a casi 150 naciones en el mundo. El saldo de lo que dejó el FA como gobierno es altamente positivo.

Es impensable lo que hubiera pasado en el Uruguay si hubiéramos enfrentado el covid-19 con los hospitales que teníamos en 2004”

– ¿A quiénes ve como  líderes pensando en el futuro del Frente Amplio?

– Es indudable que estamos en un momento de transición. Algunas de las figuras que marcaron la vida del FA como Seregni, Vázquez, Mujica, Astori  ya no nos acompañan y otros empiezan a tener que jugar un rol diferente siempre como un enorme capital del FA porque nada nuevo se hace sin lo mejor de nuestra historia, y estos compañeros son parte de la mejor historia del FA.

Sin ninguna duda aparecerá otra generación, surgirán más mujeres, más jóvenes; esto es parte de la historia de nuestra fuerza política y no va a ser diferente esta vez.

Yo puedo tener nombres, pero soy una firme defensora de los consensos, del debate en la interna de la fuerza política. Tenemos ahora dos plenarios importantes y un congreso en setiembre, así que aspiro a que luego podamos ir a una elección interna donde, más allá de que haya competencia, todos los candidatos sean propuestos por el consenso de la fuerza política y dirima después el pueblo frenteamplista -que es en las manos de quien vamos a estar el 5 de diciembre cuando vayan a emitir su voto- para definir quién quiere que conduzca la fuerza política en un momento realmente importante, delicado y desafiante como son estos años que nos quedan hasta la próxima elección.


Con fuerza renovadora

La senadora integra la agrupación Fuerza Renovadora a la que define como un esfuerzo de síntesis al interior del FA ya que se compone de 11 organizaciones políticas de distinta envergadura. Cabe recordar que Kechichian la integra tras militar en Alianza Progresista (lista 738) una organización con más de dos décadas de vida. «Estoy convencida de que Fuerza Renovadora está llamada a jugar un papel muy importante en la definición de las nuevas autoridades del 5 de diciembre y también en el rumbo político, en los equilibrios necesarios, en la renovación de las ideas, de la agenda y de las personas al interior del Frente Amplio», aseveró la senadora.