La energía renovable redujo 50% el costo eléctrico y mejora la competitividad industrial en Uruguay

Según un informe presentado por Exante

La transformación de la matriz energética permitió reducir a la mitad el costo de abastecer la demanda eléctrica y consolidó a Uruguay como exportador neto de energía limpia. En un evento organizado por la Asociación Uruguaya de Generadores Privados de Energía Eléctrica (Augpee) y la Asociación de Grandes Consumidores de Energía Industrial del Uruguay (Agcei), los informes de Exante y Clerk destacaron el impacto de esta transición sobre la competitividad industrial y el desempeño financiero de UTE.

Ayer jueves, el Club de los Industriales de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) fue sede del encuentro “Energía y competitividad: claves para el desarrollo productivo”, organizado por Augpee y Agcei. Durante la jornada se presentaron dos informes que analizaron el impacto de las energías renovables en el sistema eléctrico nacional y sus efectos sobre los costos de la industria. 

Tamara Schandy, directora de Exante, presentó el informe “Impacto de la incorporación de las renovables en los costos de abastecimiento del sistema eléctrico”, mientras que Alejandro Perroni, director de Clerk, expuso sobre “Costos de la electricidad en Uruguay: mejoras y oportunidades”.

El evento reunió a representantes del sector público y privado, que coincidieron en la necesidad de seguir ajustando el sistema energético para fortalecer la competitividad industrial. Con datos, proyecciones y propuestas sobre la mesa, el intercambio apuntó a identificar oportunidades y enfrentar los desafíos pendientes en materia de costos, eficiencia e innovación.

Más eficiencia y menos tarifas

Uno de los principales datos fue la caída del 50% en el costo unitario de abastecimiento de la demanda (CAD) eléctrica, de US$ 64 por MWh en el período 2007-2011 a US$ 44 por MWh en el período 2015-2024 en términos reales. Esta reducción significativa ocurrió a pesar de una mayor demanda interna y eventos extremos como la sequía de 2023.

En el informe de Exante, se detalló que el menor CAD tuvo efectos transversales, lo que permitió a UTE aumentar su margen operativo del 4% al 17% sobre ingresos, reducir deuda y transferir en promedio US$ 180 millones anuales a Rentas Generales, frente a los US$ 54 millones del quinquenio anterior. 

Además, las tarifas eléctricas también bajaron, aunque en menor proporción. Las tarifas residenciales simples cayeron 14%, mientras que para grandes y medianos consumidores la baja fue del 8% y 13% respectivamente. Medidas frente al salario promedio, las tarifas residenciales se abarataron en torno al 30%.

Menos tarifas, más gastos operativos

Por su parte, el director de Clerk presentó un estudio realizado para Agcei en el que se analizó el peso de la energía para los grandes consumidores. En 2024, estos representaron el 22% de la energía entregada al sistema y el 26% de la energía vendida por UTE, sin contar plantas de celulosa con cogeneración propia. En muchas industrias, el costo eléctrico representa entre el 30% y el 50% de sus costos variables.

El informe advierte que, si bien los costos energéticos bajaron más de 40% en la última década, los costos no energéticos —como los gastos operativos y administrativos— se mantuvieron elevados. Estos representan una carga importante sobre las tarifas y se señalan como el principal punto con potencial de mejora para aumentar la competitividad del sistema.

En cuanto a pérdidas en distribución, se registró una mejora de 18,4% en 2020 a 13,1% en 2023. Sin embargo, se estima que las pérdidas no técnicas —principalmente por robo o errores— equivalen al 6% de la energía entregada, lo que supone un perjuicio de aproximadamente US$ 30 millones anuales, casi el 10% de la facturación a los grandes consumidores.

La necesidad de precios competitivos

En rueda de prensa, Yamandú Rodríguez, de Agcei, destacó la mejora en el servicio eléctrico. “Si comparamos con años anteriores, ha mejorado de manera importante”. Aun así, subrayó la necesidad de precios más competitivos. “Lo que nosotros como asociación perseguimos es tratar de tener un precio competitivo de la energía, en especial para los grandes consumidores, que nos permita obtener productos que después resulten competitivos tanto en el mercado interno como en el exterior”, agregó.

Por su parte, Gustavo Mesorio, miembro de la institución, señaló que el peso del costo eléctrico varía según el sector. “Se dijo que en algunos casos puede llegar a ser el 50% como máximo, eso es así hoy”, sostuvo. Sin embargo, resaltó que este factor depende de cada empresa, porque “hay empresas que son muy intensivas en el uso de energía, como las que producen electrólisis, donde la energía eléctrica es casi una materia prima”.


Segunda transición energética: desafíos y tensiones

También se abordó el rol de la autogeneración industrial. Según el informe de Clerk, esta modalidad contribuyó a descentralizar la producción y reducir costos, pero recientes ajustes regulatorios habrían desincentivado su expansión. En particular, la tarifa para “suscriptores con generación” eleva los costos fijos de potencia, lo que podría desalentar futuras inversiones.

Martín Bocage, presidente de Augpee, sostuvo que se debe trabajar para construir políticas a largo plazo que permitan “seguir siendo un país líder en energías renovables y conviertan a la energía eléctrica en un pilar más protagónico de la agenda de captación de inversiones de Uruguay”.

A nivel fiscal, el informe de Exante demostró que el aporte de UTE al resultado primario del sector público consolidado fue, en promedio, del 0,3% del PBI entre 2015 y 2024. Este desempeño contrastó con los déficits sistemáticos del Gobierno Central y del BPS, y posicionó a la empresa como un actor clave para las finanzas públicas.

Consultado por CRÓNICAS sobre la importancia de este encuentro, Bocage señaló que el espíritu fue “poner a la energía eléctrica como una de las componentes importantes para atraer inversiones a Uruguay”.

Destacó que el país logró más del 90% de generación con renovables y que “desde el punto de vista tarifario, Uruguay tiene tarifa que puede competir en la región”. Según dijo, “la energía eléctrica tiene que tener más relevancia a la hora de salir a buscar inversiones”.

En cuanto a los costos del sistema, afirmó que “esta primera transición tuvo un impacto muy positivo en la reducción del costo”, con una caída del 50% en el costo unitario. Aun así, reconoció que se debe seguir trabajando en otros componentes del costo, “como son los costos de los peajes”, y que “probablemente ahí haya lugar para mejorar”.