La Fed dio “un giro” en su política monetaria al recortar sus tasas de interés y anticipa más bajas

Puente: “Futuros de tasas de interés ratificaron expectativas de al menos dos recortes adicionales”

Aunque hay mayor optimismo sobre la economía, la preocupación por un mercado laboral más frágil llevó a la Reserva Federal (Fed) estadounidense a recortar sus tasas de interés en un cuarto de punto, para ubicarlas en el rango de entre el 4% y el 4,25%. Asimismo, desde la entidad se anticipa que habrá más recortes antes de fin de año. Para el analista de mercados, Antonio Di Giacomo, la decisión implica “un giro” en la estrategia monetaria, porque busca “apoyar la economía en un momento de enfriamiento laboral”, pero manteniendo “un enfoque prudente”.

No hubo sorpresas en la última reunión del Comité de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed, celebrada el pasado miércoles. Coincidentemente con lo anticipado por los mercados, el banco central decidió realizar una rebaja del “precio del dinero” de un cuarto de punto porcentual, debido a un mercado laboral más débil. Es la primera vez que la Fed baja las tasas en este año. Su último recorte había sido en diciembre de 2024, previo a la llegada de Donald Trump a la presidencia.

Desde entonces, la incertidumbre desatada en torno a la política económica del polémico mandatario estadounidense, particularmente en su política arancelaria y el posible impacto que podría tener sobre la inflación, llevaron a la Fed a adoptar una posición de cautela, pese a las presiones que llegaban desde la Casa Blanca.

La reunión

Powell logró, contra todo pronóstico, forjar un consenso casi unánime en la reunión de política monetaria. Solo el nuevo gobernador de la Fed, Stephen Miran, asesor económico de Trump y cuyo nombramiento fue impulsado por el propio presidente estadounidense, votó en contra de esta decisión y buscó una reducción mayor de la tasa.

La Fed suele mantener las tasas de interés en un nivel alto para controlar la inflación de forma sostenible. Sin embargo, esta vez triunfaron las preocupaciones por el empleo, a pesar de que la inflación se mantiene por encima del 2%.

El banco central se mostró más optimista sobre el crecimiento de la economía estadounidense, que prevé en 1,6% este año frente al 1,4% que proyectaba en junio. No hizo cambios en cuanto a sus expectativas de desempleo e inflación. Según datos publicados la semana pasada, el índice de precios al consumo -indicador clave para la inflación- subió a 2,9% en agosto, el valor más alto desde inicios de año.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, subrayó que la entidad tenía “razón al esperar y observar cómo evolucionaban los aranceles, la inflación y el mercado laboral” antes de bajar las tasas por primera vez en nueve meses.

Búsqueda de equilibrio

Un análisis realizado por el equipo de Advisory de Puente, destacó que luego de la decisión de la Fed, “los mercados financieros reaccionaron de forma mixta”. “Los principales índices bursátiles mostraron avances moderados, mientras que el dólar se debilitó frente a otras divisas”, señalaron desde la firma. Por su parte, en el mercado de bonos del Tesoro, los movimientos fueron dispares: el rendimiento del bono a un año retrocedió hasta 3,6%, mientras que la parte media y larga de la curva mostró incrementos, con la referencia al título a 10 años ubicándose en torno a 4,1%.

En cuanto a las expectativas, el equipo de Puente destacó que “los futuros de tasas de interés implícitas ratificaron las expectativas de al menos dos recortes adicionales antes de fin de año, en sintonía con las proyecciones oficiales del FOMC”.

Por su parte,Antonio Di Giacomo, analista de Mercados Financieros para Latam en XS.com, valoró que el movimiento realizado por la Fed “refleja la preocupación creciente por la desaceleración del mercado laboral, que muestra menor creación de empleo y un aumento en la tasa de desempleo”. “La medida también busca equilibrar los riesgos de inflación aún elevada con la necesidad de sostener el crecimiento económico”, agregó.

Respecto a los impactos globales de la decisión de la Fed, Di Giacomo evaluó que “un dólar más débil tras los recortes podría favorecer a las economías emergentes, aliviando presiones en el costo de financiamiento externo y mejorando el apetito por riesgo”. Sin embargo, alertó que “los mercados globales seguirán atentos a la capacidad de la Fed para equilibrar su estrategia sin perder credibilidad frente a los desafíos inflacionarios”.

En tal sentido, concluyó que el recorte de tasas representa “un giro” en la estrategia monetaria de la Fed, porque busca “apoyar la economía en un momento de enfriamiento laboral”, pero manteniendo “un enfoque prudente, consciente de que la inflación aún está por encima de su objetivo”. “El reto será sostener el crecimiento sin poner en riesgo la estabilidad de precios, en un escenario en el que las expectativas del mercado y la credibilidad institucional juegan un papel decisivo”, concluyó.


Fed “firmemente comprometida” con mantener su independencia

La decisión de la Fed tuvo lugar tras meses de fuertes presiones de Trump para que baje las tasas y en un contexto de crecientes preocupaciones por la presión política sobre el banco central, una institución independiente. Una pequeña mayoría de los integrantes del FOMC favorecen al menos dos recortes adicionales este año.

No obstante, la presión política desde la Casa Blanca continúa. Si bien Trump dejó de amenazar con buscar la destitución de Powell, el mandatario ahora apunta a despedir a la gobernadora del comité Lisa Cook, a la que acusa de fraude hipotecario.

Powell subrayó en rueda de prensa que la entidad sigue “firmemente comprometida” con mantener su independencia de la política.