Martín Lema: “La situación de adversidad ya estaba planteada el 1º de marzo de 2020, y la pandemia agravó esta realidad”

EN PANINI'S

Martín Lema, ministro de Desarrollo Social


El principal desafío que el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) tiene por delante es generar mecanismos para que las personas que se encuentran en una situación vulnerable puedan tener mayor autonomía, según afirmó el ministro en diálogo con CRÓNICAS. Fortalecer la evaluación y medir los resultados de los programas son algunos de los ejes de trabajo planteados para su gestión. Además, remarcó que existen diversas oportunidades de mejora para garantizar una atención más favorable y aseguró que «el gobierno trabaja intensamente para revertir las situaciones de pobreza».


El menú: El jerarca degustó bife madurado con ensalada de verdes, tomates cherry y parmesano, que acompañó con agua mineral.


Por María Noel Durán | @MNoelDuran

-¿Cómo encontró el Ministerio al asumir?

-Siempre insistimos en que esto es una nueva etapa dentro de un mismo proceso. A los pocos días de comenzado el gobierno, las autoridades se encontraron con una situación de emergencia sanitaria que hizo que muchos de los esfuerzos durante el año 2020 se centraran en la contención y atención de las consecuencias sociales que la pandemia fue arrojando.

Yo asumí el 3 de mayo de este año junto con la subsecretaria Andrea Brugman. Si bien la situación de pandemia sigue, nosotros tenemos más información al respecto y sabemos con mayor profundidad contra quién estamos peleando.

Los lunes tenemos una reunión con todas las direcciones del Mides para planificar y articular –además de que mantenemos el diálogo fluido a diario-. Es muy importante que los directores sepan qué está haciendo el de al lado y sumar esfuerzos a los efectos de fortalecer la atención y la articulación con otras instituciones.

Desde el primer día pedimos un diagnóstico para conocer en mayor profundidad el estado de situación del Ministerio. Allí tomamos conocimiento de las 64 líneas de acción que tiene el organismo, es decir, programas, actividades y servicios. Algunas son de carácter general, como las transferencias, y otras tienen un alcance más particular. En lo que tiene que ver con las transferencias, estamos trabajando en la focalización y hay una novedad: a partir de 2022, la persona que reciba las asignaciones familiares del Plan de Equidad e ingrese al trabajo formal no va a perder el beneficio superando los límites que rigen actualmente.

-En relación a esa “radiografía” que se hizo, ¿encontraron superposición de políticas? ¿Qué nuevo rumbo se tomó en ese sentido?

-Estamos trabajando para fortalecer la evaluación de las líneas de acción, empezando por diseños adecuados que justamente permitan una mejor medición. Hay oportunidades de mejora. Lo principal es poner el eje en la persona, porque el programa no es un fin en sí mismo, es un medio para alcanzar un fin, que es el bienestar de las personas.

Lo que hicimos fue fortalecer los indicadores para generar un mejor monitoreo de los resultados de los programas, porque algunos tenían objetivos tan amplios que era muy complejo medir los resultados. Por ejemplo, de las 58 líneas de acción activas –hay seis que están en diseño-, existían 27 programas y servicios con un monitoreo sistemático de parte de la Dintad (Dirección Nacional de Transferencias y Análisis de Datos). De estos, solo dos tienen monitoreo de metas. O sea, más de la mitad no tienen monitoreo sistemático. Esto está en proceso de mejora ya que queremos monitorear cada línea de acción.

También estamos implementando cambios de modelos territoriales. Dejamos atrás la figura de los Socat (Servicio de Orientación, Consulta y Articulación Territorial) y pasamos a un nuevo modelo territorial, con mayor presencialidad técnica y en más puntos. A su vez, el programa Uruguay Trabaja se va a sustituir por otro mucho más favorable llamado Accesos, que va a regir a partir de 2022; tendrá la misma cantidad de participantes, pero la retribución por cada uno será mayor. En cuanto a Trabajo Protegido, se agregará una nueva fase a través de la figura de empresas madrinas, de modo que los usuarios del programa puedan tener una oportunidad laboral que les dé una salida definitiva de la situación de vulnerabilidad.

-¿Cómo se trabaja en relación a la articulación que esto requiere?

-Ya se está trabajando, de hecho, ya rige el cupo Mides, donde tenemos una cantidad de convenios con empresas en las que, en cierto porcentaje, se da prioridad en el proceso de selección a participantes del Ministerio.

-¿Qué tan fácil es que, cuando una persona está en una condición de vulnerabilidad, acceda efectivamente a los apoyos que tiene el Mides para ofrecer? 

-Nosotros estamos trabajando en la captación y la detección del diagnóstico social a través del Plan Primera Infancia y en los sistemas de información, porque es injusto que una persona que no reviste los requisitos reciba prestaciones sociales, y mucho más injusto es que quien sí los cumple, no acceda.

-¿Existían ineficiencias en ese sentido o los cambios se plantearon porque siempre hay oportunidades de mejora en estas temáticas? 

-Nosotros notamos oportunidades de mejora; es necesario fortalecer la evaluación, tener una medición más precisa del impacto de programas y cambiar los modelos. Y a partir de informes de auditoría interna del Mides, tomamos en cuenta elementos que nos van a permitir generar mejores políticas.

-¿Algo de lo que encontraron en esta revisión es pasible de llevar a la Justicia?

-Lo que llevamos –porque corresponde como funcionarios públicos- fue una situación que se determinó en una auditoría interna relacionada al Sistema de Cuidados, que dispuso el entonces director general de Secretaría, Nicolás Martinelli, que abarcó el período 2017-2019. Ahí aparecieron numerosas denuncias de protagonistas del sistema, de asistentes personales hacia personas que reciben los cuidados o viceversa.

-¿Ha habido alguna novedad al respecto?

-Todavía no he tenido novedades.

-El presidente Lacalle Pou, al momento de designarlo como ministro, dijo que el motivo del cambio respondía, justamente, a darle una impronta política a la cartera. ¿Cree que esto se está logrando?

-Yo no puedo hacer valoraciones sobre eso porque no corresponde, porque soy implicado directo. Es una decisión del presidente de la República. Lo que estamos haciendo junto con un gran equipo del Mides es dejar una impronta que después será evaluada por la ciudadanía, cuando pase un tiempo y el proceso arroje los resultados pertinentes.

-Inmerso en lo que es la realidad actual del Ministerio, ¿cuáles ve como los principales desafíos a atacar?

-Lo principal es enfocarnos en herramientas y oportunidades que permitan a las personas tener mayor autonomía e independencia. Para eso trabajamos con un equipo que me genera mucho orgullo, que deja el alma en eso.

Tenemos, entre otros, el Sistema de Cuidados, Uruguay Crece Contigo, el Plan Primera Infancia, atención a personas en situación de calle, Inmujeres, Inmayores, el INJU, el INDA y, a partir del año próximo, la Dinali. El presidente de la República siempre dice: “No hay causa chica ni causa grande, hay causa justa”. Y en el Ministerio llevamos adelante una cantidad de causas justas.

La formación también tiene que ver con que las personas puedan salir adelante, y estamos generando muchos nexos para poder brindarla. Estamos haciendo convenios con UTU para la capacitación de personas en situación de calle; con el instituto BIOS –sin costo para el Mides-; con el Instituto de Desarrollo Profesional y Empresarial. Y aspiramos a ampliar esos niveles de formación.

En lo que respecta a las personas mayores, el Ministerio de Salud Pública se encarga de lo sanitario y nosotros de lo social. La oportunidad es intensificar los controles y las condiciones para una mayor dignidad en alojamientos Elepem (Establecimientos de Larga Estadía para Personas Mayores).

-Desde la oposición se ha hecho una fuerte crítica en relación al recorte de programas. ¿Qué tiene para responder a eso?

-Que nosotros seguimos trabajando para generar oportunidades. Puede haber diferentes puntos de vista, que son legítimos, pero los hechos están a la vista. Me parece lógico que desde la oposición se critiquen los cambios, porque tenemos visiones distintas, porque creemos que podemos llegar a un mayor bienestar social de otra manera.

Cuando se habla a nivel territorial de los Socat, por ejemplo, si nosotros buscamos tener un nuevo modelo de atención territorial, que va a llegar a más puntos y más horas, estamos aspirando al fortalecimiento. En el Sistema de Cuidados estamos trabajando para profesionalizarlo y humanizarlo, y que los asistentes personales tengan una mayor formación. Tenemos un Plan de Primera Infancia que en 2022 va a fortalecer el trabajo territorial y va a haber más acompañamiento. En lo relativo a Uruguay Trabaja, que decían que se eliminó, sí, porque va a pasar a ser un nuevo programa que va a ser mucho mejor. Las acciones que estamos proyectando ponen a la persona en el centro.

-En referencia a cómo afectó la pandemia a la población vulnerable que atiende el Mides, ¿cómo se encontraba antes y cómo se encuentra ahora a raíz de eso? ¿Qué opinión le merecen los niveles de pobreza actuales?

-Lo primero que hay que tener presente es que el 1º de marzo de 2020, el gobierno de coalición se encontró con que, a pesar de años de bonanza económica, después de 15 años de gobierno del Frente Amplio (FA), 837.000 uruguayos estaban en una situación vulnerable desde el punto de vista social y económico. A eso hay que agregarle que, en 2016, Naciones Unidas había advertido que, de no tomar ciertas medidas, podía haber un incremento de las personas bajo la línea de pobreza. Partiendo de esa base, donde la situación de adversidad ya estaba planteada, la pandemia agravó esta realidad.

Por tanto, estamos trabajando en todo lo que mencioné anteriormente, con un diálogo permanente con diversas instituciones, entre ellas, el Ministerio de Economía (MEF), porque sabemos que los recursos son finitos. En ese aspecto, reconocemos el manejo que se hizo desde el MEF, que permitió que en los momentos más críticos se pudiera dar una mayor contención desde el punto de vista social. Nosotros estamos pensando en el futuro y trabajando en los planes que comentaba, que tienden a lograr esa contención y recuperación. El gobierno trabaja intensamente para revertir las situaciones de pobreza.

-¿Ahora en qué nivel está el país en cuanto a esto?

-Una de las cosas que estamos esperando para el año que viene es que el Instituto Nacional de Estadística brinde los datos con respecto a 2021. Con los planes piloto que se están haciendo en las oficinas territoriales y el fortalecimiento del trabajo de campo –que debió interrumpirse por la pandemia-, proyectamos que vamos a tener una mayor precisión en cuanto a las situaciones de vulnerabilidad.

Entre junio y octubre se llevó a cabo un plan piloto que tiene que ver con la declaración jurada y el seguimiento presencial, buscando fortalecer el contacto con personas que solicitan las prestaciones. Ahora lo estamos evaluando, para poder tener un panorama más amplio.


“Estamos tan convencidos de que la LUC es una herramienta de mejora, que no necesitamos distorsionar el contenido”

-¿Cómo ha visto el inicio de la campaña por la Ley de Urgente Consideración (LUC)?

-Los intercambios y las diferentes posiciones son absolutamente legítimos, pero hay que hacerlo siempre sobre la verdad. Hay aspectos que no favorecen al clima de debate. Para poner un ejemplo, se promovió un spot publicitario que decía que se privatizaba la educación, cuando eso no es así y no hay una sola coma en el contenido de estos artículos que así lo exprese. Ahí no se está siendo justo.

En el caso de la coalición de gobierno, estamos tan convencidos de que la LUC es una herramienta de mejora, que no necesitamos distorsionar el contenido, por la sencilla razón de que cuanto más se conoce el impacto de estos artículos, eso es un factor de fortaleza.

Cuando se avalan esos spots o se recurre a decir “desalojo exprés” –aunque en realidad lo que se proporciona es un mecanismo alternativo, dejando vigente el sistema actual-, ahí me parece que tenemos que elevar el intercambio, porque el eje debe ser la verdad.

-Su nombre y el de Álvaro Delgado son los que se perfilan, desde el PN, como opciones para una candidatura a la Presidencia en la próxima administración. ¿Está en sus planes asumir un desafío de este tipo?

-Mis planes son dar todo lo que esté a mi alcance por las causas que tienen que ver con el Mides. Tengo el honor de poder servir a mi país en causas tan nobles junto a un gran equipo y a un gran presidente, quien ha confiado en mí para enfocarme en el Ministerio. Por tanto, mis esfuerzos y las acciones que proyecto están focalizados en esa dirección.