Presidente del PIT-CNT llamó a los sindicatos a preocuparse más por los sectores marginados

Políticas sociales > existen, pero sin las respuestas adecuadas a los problemas de hoy

Fernando Pereira, presidente del Pit-Cnt, declaró en un evento organizado por la comisión de Género, Equidad y Diversidad de AEBU (Asociación de Bancarios del Uruguay), que hay prácticas cotidianas que se deben cambiar para hacer de Uruguay un país justo socialmente, y que esto es responsabilidad de toda la población. Dijo, además, que la central sindical debe preocuparse por los trabajadores, pero sin perder de vista a los más desposeídos. “Si eso pasara, los integrantes de los sindicatos ya no serían militantes sociales, sino corporativos”, sentenció.

Por Jessica Vázquez | @jessvazquezl

En el evento a  cargo de AEBU, llamado “Violencia y Propiedad”, se realizó una mesa de reflexión donde diferentes figuras uruguayas expusieron sus perspectivas acerca de esas temáticas. Entre los disertantes se encontraba el padre Mateo Méndez, acompañado por John Díaz (ambos trabajadores en Proyecto Minga); Graciela Sapriza (historiadora y escritora); y Patricia Lanzani (directora de la unidad de género de la Fiscalía General de la Nación).

Fernando Pereira fue otro de los integrantes de la mesa, y realizó varios planteos acerca de cómo maneja la sociedad el tema de la violencia juvenil, principalmente. Se cuestionó: “¿Por qué la sociedad espera que una persona violentada física y sexualmente, que vivía hacinada y que cuando llovía no podía ir a la escuela, sea un académico y no que esté presa?”.

Frente a esta pregunta, indicó que la razón fundamental es que las personas, a veces, esperan algo para lo cual no se está ejerciendo ningún trabajo concreto. “Sí existen algunas políticas sociales, pero no estamos encontrando las respuestas adecuadas a los problemas que hoy tenemos”, aseguró el dirigente.

 Los invisibles

El sindicalista aseguró que hay una gran porción de las personas vulnerables económica y socialmente de Uruguay, que son invisibles. Indicó que hay cientos que por vivir en situaciones de precariedad mueren incendiadas, pero de eso nadie habla. A estos los denominó “muertos invisibles”.  A esto, añadió: “Si matan a un gurí del Borro, no hay ni medio minuto de prensa”.

Dijo, además, que es necesario preocuparse por los trabajadores sindicalizados pero sin perder de vista a “los débiles”, y si eso pasara, los integrantes de los sindicatos ya no serían militantes sociales, sino corporativos.

En este sentido, hizo referencia a la ayuda que se debe brindar desde las gremiales a los sectores marginados. “Nosotros no estamos en la debilidad, tenemos un sindicato, una mutualista, posibilidad de hablar y un dirigente que nos defiende. Pero los débiles no tienen voz. Los sindicatos están dispuestos a cooperar con ellos, pero no a tenerlos al lado”, reflexionó.

Además, resaltó la importancia de que desde los sindicatos se incluya a trabajadores que hayan estado privados de libertad. Subrayó que si bien hay leyes que los amparan, estas se cumplen por mera obligación y no por verdadera preocupación. Sostuvo que debe estar en la base gremial el querer un trabajador que estuvo en la cárcel.

Pereira enfatizó en que es posible hacer algo más, pero el problema está en hacerle entender a los afiliados que eso es parte de su propia tarea. “Hay prácticas cotidianas que tenemos que cambiar, y cambiar supone modificar el sindicalismo también”, sostuvo.

Infancia desprotegida

En este sentido, el dirigente explicó que la violencia vinculada al delito parecería estar vinculada a hogares y territorios pobres, y fundamentalmente a niños y jóvenes. Y que si se miden los ingresos generacionales de que lo que invierte Uruguay en niños, en comparación a los adultos mayores, es extremadamente menor. “Esto no significa que haya que dejar de invertir en viejos, sino que, si queremos apostar  al futuro, hay que invertir en niños”, manifestó.

“La pobreza en Uruguay tiene cara de niño, mientras que el desempleo, cara de mujer joven y jefa de hogar”, remarcó Fernando Pereira.

Durante su exposición, explicó que si queremos vivir en una sociedad integrada, los más desposeídos tienen que vivir al lado nuestro, trabajar en el futuro, ser amigos de nuestros hijos. “No cuidemos a nuestros niños de otros niños, hagamos que compartan espacios, y es este el gran debate, lo demás, serán problemas políticos que ya los resolverán”, dijo Pereira.

Al mismo tiempo, aseguró que hay una gran diferencia entre las personas pobres de la década de los 60 y los actuales, y esto genera que aún se torne más difícil llegar a una completa inclusión. “Los pobres de hace 60 años creían que podían dejar de serlo. Los de hoy no, y tampoco creen en el ascenso social. Ven como único ascenso posible que un hijo sea jugador de fútbol y que después le compre una casa a su madre”.

 En otras palabras

El resto de los disertantes coincidieron en muchos pasajes con las manifestaciones de Pereira. Sapriza realizó un análisis del legado que dejó la dictadura cívico-militar, y expuso que el sentido trascendente de la tortura -que se utilizaba para hacer hablar al detenido-, en realidad lo que lograron fue silenciar al resto, y aún hoy hay secuelas de ese silencio e invisibilización.

Por otro lado, el padre Méndez y su compañero Díaz, destacaron la importancia de apoyar a los jóvenes desde la dignidad a través de sus proyectos. Y aseguraron que estamos viviendo en una sociedad violentada, que no es lo mismo que una violenta. “Nosotros no estamos vendiéndole religión y ni estampitas, lo que estamos tratando de hacer es recuperar su dignidad de ser humano que se ha ido deteriorando con el tiempo”.


Falta de personal

Patricia Lanzani, representante de la Fiscalía General de la Nación, indicó que la falta de autonomía y trabajo es una de las razones por las que las mujeres soportan los malos tratos. “Antes de que el adulto llegue a una Fiscalía, hay que tener otras políticas públicas para poder alcanzarlo. Y si bien tenemos un proceso nuevo más ágil y transparente, es inabarcable poder atenderlos debidamente, ya que hace falta personal capacitado”.