Raúl Rodríguez, presidente del Casmu: “Las ventas de servicios subieron un 3.000%”

EN PANINI'S

En un mano a mano con CRÓNICAS, en la cava de Panini’s, Rodríguez reconoció que el brindarle ayuda a los tripulantes del Greg Mortimer y hacerse cargo de 94 casas de salud en el contexto pandémico generó un importante impulso a la interna de la mutualista, que se recuperaba en ese momento de una compleja situación. Ahora, con un fuerte incremento de las ventas de servicios, el Casmu se enfoca en posicionarse como líder en materia de investigación y tecnología médica, apostando a la medicina del futuro.


El menú En la cava de Panini´s, el entrevistado degustó corvina rubia sobre una base de arroz persa y porotos de manteca encebollados, plato que acompañó con agua sin gas. El almuerzo lo cerró con un café.  


Por Oscar Cestau | @OCestau

Usted asumió en octubre del 2019. ¿Con qué Casmu se encontró?

En ese momento la institución estaba en franco deterioro, sobre todo internamente, en el sentido de que se había perdido la creencia en la institución y en su historia dentro del propio grupo de trabajadores.

La contadora de ese momento nos dijo que para marzo la situación iba a ser difícil y era muy probable que no pudiéramos pagar los sueldos. Nos encontramos con un panorama administrativo de caos, una historia clínica que era solo para el sanatorio y una agenda con graves dificultades. Tomamos la decisión de dejarla de lado y comprar la historia clínica uruguaya Geocom, la llamada GEOSalud, y hoy es la que se está implementando en todo el nivel primario. En dos años se espera que esté en toda la institución y eso va a permitir, a su vez, la prescripción electrónica. Hicimos un esfuerzo y empezamos a desarrollar la telemedicina para brindarle cobertura a los pacientes que no iban a la consulta presencial por el covid. En principio desarrollamos la consulta telefónica, pero con eso no alcanzaba, y ahí contratamos a la empresa Doctary. 

Además, en lo que tiene que ver con la planificación, hemos contratado al sistema alemán SAP y estamos trabajando para ponerlo en marcha en octubre.

Por otra parte, para nosotros era muy importante la moral de los funcionarios médicos y no médicos, por lo que empezamos a trabajar dándole participación a la gente. Hicimos muchas reuniones mostrándoles la situación y las perspectivas que veíamos a futuro.

Hoy los números son otros. ¿A partir de cuándo empezó a modificarse la situación?

Por suerte, tuvimos un préstamo puente del Banco República, que nos permitió seguir e ir acomodando la situación, mejorando las ventas de servicios. Hoy las ventas de servicios subieron un 3.000% en la mutualista. Las inversiones las hicimos aprovechando la potencia de la institución, con médicos que querían invertir. También tenemos que agradecer al gobierno, ya que nos dio el fideicomiso de US$ 20 millones; hasta el momento hemos recibido 10 de estos, pero hay 10 más para ejecutar. 

Nosotros equilibramos en diciembre de 2020 y después en marzo ya empezamos a levantar los números. Pensamos terminar para fin de año ocho blocks quirúrgicos nuevos, dos de estos con tecnología robótica. Esto va a permitir que los pacientes sean operados por médicos de Philadelphia, Estados Unidos, y que nuestros médicos puedan participar en sus operaciones también, a través de un convenio. 

Hoy tenemos 50 camas de CTI distribuidas en diferentes pisos y lo que vamos a hacer es centralizarlas en un solo lugar, lo cual va a mejorar la calidad y eficiencia del servicio.

También tenemos un centro en Tres Cruces, hemos hecho acuerdos con clubes deportivos, estableciendo policlínicas dentro de sus establecimientos. Hicimos un convenio con la Asociación Cristiana de Jóvenes, y vamos a hacer varios servicios y policlínicas dentro de dicha organización, tanto en el Centro como en Carrasco.

Por otra parte, hemos trabajado lo social y lo medioambiental. Queremos ser un hospital verde y estamos poniendo énfasis en eso. Los hospitales son el mayor centro de polución del planeta. Por esto hemos cambiado toda la parte de energía en lo que tiene que ver con los aires acondicionados y lo referido alpapel. Además, apoyamos a una organización que se llama Ambá, que está cuidando el monte indígena de la zona de Rocha. Estamos trabajando con la ANEP en el barrio Casavalle en lo que tiene que ver con el apoyo a las escuelas, liceos y UTU, para que los niños y adolescentes puedan mejorar su capacidad de estudio a través de la atención médica. A su vez, llevamos adelante un proyecto para proporcionar lentes a los niños de este barrio tras la detección de problemas oculares, en un convenio con la UTU.

Apoyamos las ollas populares y hemos trabajado con la intendencia el invierno pasado en lo que fue la recolección de ropa para llevar a los barrios carenciados.

Somos los auspiciantes de la Selección Uruguaya de Básquetbol, y la cobertura del Antel Arena también la hace el Casmu. 

En definitiva, hemos logrado una inserción social, tratando de colocar a la institución en diferentes ámbitos.

Si bien estamos mejorando la calidad, la humanización, la capacidad de tratar a los pacientes, de rehabilitarlos, de prevenir, tenemos un fuerte compromiso en lo social y en lo medioambiental, porque el medioambiente es la salud.

¿Cómo se preparó el Casmu para enfrentar la pandemia?

Nosotros habíamos preparado un plan de gobierno, habíamos trabajado en el sindicato médico, reuniéndonos con los profesionales, escuchando cuáles eran las necesidades en los diferentes servicios y además habíamos traído gente del exterior, como un economista argentino, del Banco Interamericano de Desarrollo que ya había trabajado en Uruguay. Además, el doctor Álvaro Vázquez nos asesoró en el tema de la calidad, consultamos a abogados en los temas jurídicos de cómo debíamos mover la institución, y contratamos gente para trabajar en el tema de coaching de los funcionarios. 

Pero de pronto empezamos a ver lo que estaba pasando en el mundo con el tema del covid.

En enero, cuando el gobierno anterior decía que era más importante el dengue, nos empezamos a preparar para la llegada de este virus. Comenzamos a separar las puertas de emergencia, a preparar las salas para internar a los pacientes, los equipos médicos y la parte de atención domiciliaria. Esto nos significó, en una situación deficitaria que teníamos, una inversión económica muy importante, porque hubo que comprar determinado tipo de aparatos y hacer inversión en medicamentos. Nosotros compramos el doble de medicamentos de los que necesitábamos, para tener reservas porque no sabíamos lo que podía pasar. 

Cuando el 13 de marzo se desencadenó la crisis   estábamos preparados. En la primera sesión que tuvimos lo que manifesté fue que el covid lo teníamos que atender, que le íbamos a poner toda la fuerza y las ganas pero que de ninguna manera íbamos a dejar de llevar adelante nuestro programa porque si no el Casmu se caía, esa era la realidad. Nuestro objetivo era la calidad, y para llegar a eso teníamos que hacer investigación, educación, mejoramiento de la calidad e inserción social.

Enfrentamos el covid, y lo primero que nos ayudó a levantar el tema de la moral de los funcionarios y de los socios fue lo que ocurrió en torno al Greg Mortimer. Esto demostró la potencialidad de la institución para enfrentar una situación de crisis en la que en realidad no se sabía lo que pasaba. Nosotros fuimos quienes dimos el primer paso, y después se sumó el Hospital Británico.

La adhesión a esta causa por parte del personal fue fenomenal, incluso tuvimos que decirle a algunos que no podían ir. Nos hicimos cargo de la situación y realizamos el seguimiento hasta que esta gente se fue de alta. Eso, para nosotros, fue lo que hizo el clic para levantar a la institución.

Más adelante se venía la segunda ola del covid, y uno miraba el mundo y veía que la gente moría en las casas de salud. En ese contexto, llegó el momento inédito de que las instituciones demostraran estar en conjunto. En conversación con Álvaro Delgado, le planteé distribuir las casas de salud entre los prestadores. Le dije que nos teníamos que hacer cargo de todas las personas que estaban en las casas de salud, fueran socios o no de las instituciones, unificar cada casa con un prestador de salud, y finalmente se hizo; fue lo que evitó la ola. 

El Casmu, en particular, se hizo cargo de 94 casas de salud.

¿Qué está en agenda mirando al futuro y qué se está haciendo en materia de gestión?

Tenemos varias líneas de desarrollo. Acabamos de imprimir y vamos a mandar el manual de investigación de Casmu. Somos la empresa que más investiga, más que el Clemente Estable, que el Instituto Pasteur, que la Facultad de Medicina, pero investigamos con ellos y tenemos acuerdos. Fuimos parte del estudio que dio un resultado importante, relacionado con la determinación del covid en las diferentes superficies, además de cientos de investigaciones que están publicadas a nivel internacional.

Por otra parte, fortalecimos todo el proceso de investigación de la institución y el área de educación en los diferentes niveles.

Particularmente, en lo que es la atención, lo que hicimos fue trabajar, entre otras cosas, en la descentralización y la humanización. Así abrimos diferentes locales en diversas zonas de Montevideo, como en Sayago, en el km 16 de Camino Maldonado y en Santiago Vázquez. También vamos a abrir en Pajas Blancas y en el Hipódromo de Maroñas, con la idea de llevar los médicos al barrio y trabajar con un sistema proactivo, generando un seguimiento personalizado.

Tampoco podemos olvidarnos de la tecnología. En esa área vamos a tener el centro de imagenología más importante de América del Sur, con un angiógrafo del que solo existen cuatro equipos. Estamos esperando la aprobación para implementar una sala híbrida. Esta es una sala donde se hacen los estudios, pero que si en el momento se demuestra que la persona tiene algo ya se conforma ahí mismo un block quirúrgico.

También compramos un microscopio alemán de primera línea para América, con el cual vamos a poder determinar exactamente los bordes de las extracciones cerebrales que hay que hacer para pacientes con problemas neurológicos.

Tenemos a su vez un proyecto referido al sistema de cuidados. El 25% de la población de Casmu es mayor de 65 años y en diez años estos van a ser el 50%. Nosotros trabajamos con la embajada inglesa y con un grupo de hospitales de Inglaterra para pensar cuál va a ser la salud en los próximos años. Ahí concluimos que la atención va a darse en los domicilios; va a ser robotizada y a través de la telemedicina. El camino va hacia ahí. 

Este sistema de cuidados lo empezamos a desarrollar en lo que son los pacientes con fractura de cadera, disminuyendo el tiempo entre el que paciente ingresa y la intervención quirúrgica, lo que es muy importante para la calidad de vida del paciente y rápidamente les pudimos dar el alta.

En el área de la tecnología también participamos de un programa de ciberseguridad  a nivel mundial. Fuimos elegidos por Microsoft y el gobierno francés para participar de ese programa de ciberseguridad en la salud. Hemos trabajado con la gente de la Unión Europea y del Banco Interamericano y de la embajada americana porque la salud es un tema delicado y relevante.

Además, hicimos al más alto nivel el cuarto y quinto piso e invertimos comprando camas y mobiliario estadounidense. También realizamos un acuerdo con un inversor y formamos Medis Group, que es una atención diferencial para pacientes Casmu.


Punta del Este en la mira

Desde la institución de servicios de salud privada se maneja la idea de establecerse en la ciudad de Punta del Este. Esta aspiración implica consolidar un centro especializado en esta zona, con una atención enfocada tanto en los clientes locales como los extranjeros.

A su vez, este establecimiento contaría con diferentes áreas y un centro de atención permanente para la gente. “Queremos hacer algo grande”, afirmó el directivo.

En este sentido, Rodríguez aseguró que desde Casmu se cuenta con la autorización pertinente para realizar esto, pero se está a la espera de un inversionista. Para el proyecto se necesitaría un aproximado de US$10 millones de inversión.


Humanizar la atención

Con el objetivo de dar una atención más personalizada, Casmu prevé desarrollar un sistema que implica la participación de un nuevo actor: los agentes de familia.

Estos tendrán cierta cantidad de socios a cargo y su papel será apoyar a los médicos de familia, teniendo un trato cercano con los pacientes y siendo mediadores entre la institución y los socios. 

Por otra parte, la empresa proyecta implementar a futuro un sistema con personas especializadas en la tercera edad, que se encargará de ir a la casa de las personas mayores y ayudarles en las tareas básicas.