Remo Monzeglio: “Uruguay tiene muy claro que el turismo debe ser una actividad sin restricciones”

Remo Monzeglio, subsecretario de Turismo


La primera quincena de enero dejó un saldo positivo para el sector turístico. A pesar del aumento de casos de covid-19 de los últimos días, las reservas en hoteles que se cancelaron fueron sustituidas por otras, comentó el viceministro entrevistado por CRÓNICAS. Por otro lado, destacó la importancia de que no haya medidas restrictivas en el turismo y lamentó que las limitaciones dispuestas por los países vecinos hayan afectado a Uruguay.

Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

-¿Impacta en el turismo el gran aumento de casos de covid-19 de los últimos días?

-En realidad, la variante ómicron es universal e impacta en todo el mundo. ¿En qué afecta al Uruguay? En pocos casos de líneas aéreas, sobre todo de Estados Unidos y de Europa, que hicieron que cayeran algunas reservas. Obviamente, el público que viene del hemisferio norte no es tan significativo.

Dentro de la región, la evaluación de la primera quincena, en función de las expectativas previas, es positiva. Se esperaba que vinieran muy pocos argentinos. Además, y yo venía pronosticando que iba a venir un público de nivel económico medio-alto y alto, y fue lo que se dio. Los hoteles que tienen más ocupación son los de mayor categoría y el lugar que tiene más gente es Punta del Este. Desde nuestra cartera tenemos un moderado optimismo, pero el examen más duro, que fue del 26 de diciembre al 15 de enero, lo pasamos bien.

-Las expectativas del sector estaban puestas en esta temporada, con la vacunación como aliada. Sin embargo, algunos operadores han alertado por cancelaciones de reservas debido a la cantidad de contagios. ¿Se debieron tomar medidas preventivas para que esto no sucediera?

-Es algo que nos ha tocado a todos los países. A nosotros, dentro de todo, esta ola nos tocó en la segunda parte, cuando ya había pasado por el Reino Unido, por Italia, por Europa en general, y nos dejó transcurrir esa primera semana con números más que satisfactorios. La ocupación en Punta del Este estuvo arriba del 90%; en muchos casos, fue del 100%. En Piriápolis, con un público más que nada de turismo interno, están teniendo una temporada realmente muy buena. Entonces, estas cantidades de reservas que fueron cayendo, en muchos casos fueron sustituidas por otras.

-Por lo que decía, en la primera quincena de enero las expectativas se cumplieron.

-Estamos contentos y conformes con la primera quincena. Además, se dio una situación que hubiéramos querido que no sucediera: Punta del Este tiene más de 900 embarcaciones, mayormente argentinas, porque hubo mucha avidez de sus dueños en venir, pero también porque el gobierno argentino no les permite retornar a su país de origen. Hay más de 200 embarcaciones que no pueden volver. ¿Esto es positivo o negativo? Es muy positivo, pero no puedo desconocer que se debe a una coyuntura muy especial.

Nosotros propiciamos que no haya medidas restrictivas en el turismo y que sea una actividad de ida y vuelta, con las puertas abiertas. El turismo tiene que ser facilitado, para eso tenemos al Mercosur. En ese aspecto, hay temas, entre ellos este, que el ministro Tabaré Viera va a tocar con sus pares (de la región) en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) en Madrid, que es de las más importantes del mundo.

-¿En qué medida Uruguay se vio afectado por las disposiciones restrictivas de los países vecinos?

-Uruguay fue el primer país que abrió las fronteras, que estipuló los protocolos, y a la semana, Argentina hizo lo mismo. Pero ¿qué pasó 15 días después? Brasil determinó que no iba a recibir cruceros que fueran a otros países, y fue una medida que afectó, porque la temporada de cruceros no se pudo desarrollar normalmente. Antes de eso, Argentina había tomado la medida de que no iba a dejar financiar en cuotas los viajes y que les iba a poner ciertas restricciones.

Por lo tanto, Uruguay siempre está en el medio. Nos toca vivir de rebote determinadas situaciones por medidas que nosotros no tomaríamos nunca, porque este es un país que tiene muy claro que el turismo debe ser una actividad abierta, sin restricciones, cuando nos conviene y cuando no.

-¿Afectó al país la diferencia cambiaria con la región?

-Visto el resultado, hasta ahora, poco. El público que sabíamos que no iba a venir fue la franja que faltó, la de clase media, pero el nivel socioeconómico medio-alto y alto fue el que llenó las playas de Maldonado, fundamentalmente, y también de otros lugares.

-En una entrevista con CRÓNICAS en mayo, usted dijo: Si Uruguay hoy abriera las fronteras, habría miles y miles de personas de alto poder adquisitivo que vendrían a hacer turismo”. ¿Cómo se ha comportado ese público en lo que va de la temporada?

-Eso fue lo que se dio. Al día 15 habían entrado 116.000 argentinos. Excluimos ese turismo de uno o dos días, o que venía solo por el día a Colonia, porque esas personas no pueden venir por tan poco tiempo. Esa previsión fue ratificada en los hechos: la gente que vino es importante cuantitativamente, pero, sobre todo, cualitativamente, porque muchos se quedan durante extensiones mayores que en años anteriores, o toda la temporada, o incluso a residir acá. Además, los colegios de élite en Punta del Este tienen una demanda impresionante de matrículas, de jóvenes que se vienen a inscribir porque su familia se viene a vivir acá.

Foto: Pixabay

-La semana pasada, Javier Sena, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Punta del Este y Maldonado, dijo a CRÓNICAS que se incrementó la cantidad de extranjeros que tramitan la residencia en Maldonado. ¿El turismo es una oportunidad para que los visitantes miren al Uruguay como un país de residencia?

-Ya lo están haciendo. Se ha duplicado la cantidad de extranjeros que piden su documentación. Este año se va a seguir incrementando porque mucha gente que entró ahora quiere tener su cédula uruguaya y algunos la residencia. Hay personas que de repente ya tienen una propiedad y pueden manejar su negocio a distancia, entonces deciden vivir acá con su familia y quizás se trasladan cada tanto tiempo a Buenos Aires o a otros lugares de Argentina. Eso va a ir creciendo. En Punta del Este, inclusive durante la pandemia, se veía muchísima más gente de lo normal.

-¿Está cuantificado ese incremento?

-Todavía no, pero la tendencia es que ya aumentó mucho y va a seguir en esa línea, porque hay una realidad económica y política, pero sobre todo de calidad de vida, que hace que Uruguay sea un lugar bien visto para radicarse, incluso teniendo negocios en el exterior.

Nuestra tarea es que vengan turistas al Uruguay. Después, si además de hacer turismo alguno se quiere quedar o invertir, es altamente bienvenido. Una cantidad de inversiones de turismo son hechas por extranjeros, más que nada en el este. En hotelería, se inauguraron las dos torres del Fendi Château, un complejo impresionante, y se inauguró el primer edificio de los seis que va a construir Solanas en la Crystal Beach, entre otras obras.

-¿Cuál es la importancia de que haya vacunas disponibles para los turistas?

-Es muy importante para el turismo, porque mucha gente decidió venir por tener la posibilidad de darse la tercera dosis. Nosotros tenemos provisión para poder vacunar a extranjeros que vienen a hacer turismo, ellos se vacunan, nos dejan divisas que sirven para seguir comprando vacunas, y para que Uruguay siga siendo uno de los países que mejor manejo hizo de la pandemia.

-La gestión anterior, liderada por la exministra Liliam Kechichian, hizo un importante énfasis en generar productos turísticos para todo el año, más allá del sol y playa. ¿Es una impronta que se continúa en este período?

-Desde que nació el Ministerio de Turismo, en el año 87, se ha venido incrementando eso. Se fue aumentando el destino termas y se consolidó la marca Uruguay Natural, que fue creada durante la gestión de Pedro Bordaberry, quien descolló por lo innovador de su propuesta en la cartera.

Los principales emprendimientos turísticos que tuvo el país se hicieron durante ese período y la oposición de aquel momento se oponía, como el ex Hotel Conrad, el aeropuerto y la doble vía en Punta del Este, el Aeropuerto de Carrasco. Nuestra tarea es seguir con todo eso, que por suerte lleva más de tres décadas y siempre tuvo el apoyo de los que integramos el gobierno, inclusive cuando éramos oposición. Nunca nos opusimos a ningún proyecto de turismo, ni privado ni público. Recuerdo una frase del exministro (Héctor) Lescano, a quien respeto mucho, que cuando recién asumió, dijo: “Yo reconozco que desde la izquierda se tiene una visión hemipléjica del turismo”, porque él se daba cuenta de que antes se oponían a todo.


Operadores turísticos demostraron “madurez”

Desde la asunción de este gobierno, las autoridades de Turismo han tenido un diálogo constante con la Cámara Uruguaya de Turismo (Camtur), de acuerdo con Monzeglio. En ese sentido, el jerarca reconoció la “madurez” con la que se han manejado los operadores turísticos, pues hubo restaurantes y negocios que cerraron por siete días por “responsabilidad empresarial”, porque tenían empleados que estaban cursando el covid-19.

“No hay reclamos, lo que hay es un diálogo para ver qué se puede hacer. En ese aspecto, la Camtur y el ministro han tenido reuniones permanentes, luego de las cuales él ha trasladado las inquietudes a los distintos ministerios correspondientes, como Economía y Trabajo. Son pocas las medidas que nosotros podemos implementar desde la cartera”, comentó.


La conexión aérea se renueva

La conectividad aérea, que sufrió algunos parates durante la pandemia, se ha restablecido muy paulatinamente. “Por supuesto, no es igual a la prepandemia y no va a serlo hasta dentro de un año y medio o dos, por lo menos, según previsiones a nivel mundial”, apuntó el viceministro.

De todas maneras, aclaró que Uruguay pudo mantener una conectividad “aceptable”, sumado a que, dada la situación económica de los países vecinos, los números son “más que satisfactorios” teniendo en cuenta lo que se preveía.

Por otra parte, el martes pasado empezó a volar la línea aérea low cost JetSMART, que cuenta con aviones muy modernos. “Hay una equivocación en pensar que las líneas low cost son aquellas que no gastan en seguridad, al contrario. Segundo, viene de un mercado que siempre hemos buscado, que es el chileno, y también es una posibilidad para que muchos uruguayos vayan a Chile, porque el hecho de propiciar el turismo de ida y vuelta propende al mantenimiento de las líneas y las frecuencias”, explicó.

A su vez, puso énfasis en la necesidad de incentivar el turismo de uruguayos en el exterior, puesto que muchas agencias de viaje viven de eso. “Nosotros recomendamos que la gente que vaya a viajar lo haga asesorada por un agente de viaje profesional, porque en estos momentos no se puede improvisar”, señaló.