Tras apertura de fronteras, centros comerciales de la zona reclaman más medidas para el sector

Empresarios uruguayos > NECESITAN BRINDAR “MEJORES SERVICIOS Y CON PRECIOS COMPETITIVOS”

En el contexto de pandemia y con los puentes cerrados, los comercios fronterizos vieron favorecida su actividad incluso en el peor momento de contagios de covid-19. Sin embargo, los centros comerciales de la zona aducen que, en la actualidad, luego de la apertura de fronteras, se hace aún más necesaria la generación de políticas que les permitan trabajar y competir con los países vecinos en igualdad de condiciones.

Las ciudades fronterizas con Argentina y con Brasil viven diferentes realidades. A causa de la pandemia se cerraron totalmente las fronteras con Argentina, que están conectadas por puentes. Distinta es la situación de la frontera con Brasil, donde, en algunos casos, como sucede con Rivera, hay ciudades binacionales –por lo que un “cierre” no sería posible-.

A pesar de estar conectados por un puente, el resto de los pasos fronterizos con Brasil nunca se limitó más allá de controles sanitarios o alguna restricción esporádica por parte del gobierno brasileño.

En este sentido, representantes de centros comerciales del litoral en el límite con Argentina, manifestaron que su actividad se vio muy favorecida durante la pandemia. Esto fue así porque lograron recuperar clientes que, en otro momento, cruzaban la frontera para adquirir algunos productos y servicios.

Entre los más buscados del otro lado, se encuentran los supermercados, farmacias, ópticas, talleres mecánicos, masajistas, peluquerías, entre otros.

En este contexto, CRÓNICAS dialogó con Juan Della Corte, socio y directivo del Centro Comercial e Industrial de Paysandú; Alfredo Freitas, presidente del Centro Comercial e Industrial de Bella Unión; y Enzo Giovio, coordinador de la Asociación Comercial e Industrial de Río Negro.

Además de crecer las ventas por productos, también aumentó la oferta y, a pesar de la situación que se atravesaba, se generó más empleo.

Según el Observatorio Económico de Salto de la Universidad Católica del Uruguay, la diferencia de los precios al día de hoy alcanza el 55%.

“Cuando todo el comercio había disminuido su actividad, las ciudades de frontera terminaron emparejando las pérdidas de la pandemia con el beneficio de que el puente estaba cerrado”, comentó Giovio.

Sin embargo, algunos sectores relacionados al turismo y la vida nocturna, además de verse golpeados por las restricciones de movilidad, aforos y demás medidas sanitarias, tuvieron un impacto directo con el cierre fronterizo por el corte del flujo de personas que alimentaban su actividad.

Otro rubro que fue muy nombrado por los entrevistados fue el de las ópticas, que históricamente han salido damnificadas por la diferencia de precios con Argentina. Esta realidad también puede verse, en algunos casos, en la frontera con Brasil.

A nivel global, este fue uno de los sectores que sufrió una gran depresión cuando avanzó la pandemia, ya que su público prescindió de este servicio, buscando cuidarse del covid-19. No obstante, las restricciones en Uruguay no fueron tan severas, lo que hizo crecer a este rubro luego, principalmente en estas zonas, que estaban acostumbradas a un público mucho menor.

Crecimiento de ventas

Aunque no existan mediciones oficiales, los centros comerciales lograron hacer estimaciones que denotan un crecimiento del 20% del comercio en Río Negro. En Paysandú fue un poco más elevado, llegando al 37% de aumento en determinados comercios.

“Los centros comerciales, si bien conocemos nuestro mercado y tenemos capacidad de análisis, hay aspectos técnicos que dejamos en manos del gobierno. En 2020 el incremento fue de entre el 24% y el 37%, aunque después se enlenteció”, estimó Della Corte.

Políticas de frontera

Por otro lado, la realidad de las fronteras con Brasil no ha variado demasiado, ya que estas nunca se cerraron.

“Siempre estuvo legalizado que en la frontera con Brasil se comprara del otro lado. Por eso es que los comerciantes pedimos políticas de fronteras que nos permitan trabajar adecuadamente y competir”, remarcó Freitas.

En esta zona, el sector más popular por excelencia para el “paseo de compras” son los supermercados. Ni siquiera en la peor fase de contagio que atravesó el país se cortó esta tendencia.


Beneficios otorgados por el gobierno no han sido suficientes

Las medidas para el comercio de frontera anunciadas por el gobierno hace poco más de un mes, han sido muy bien recibidas por los comerciantes, aunque consideran que no han sido suficientes.

“Nos pareció una muy buena señal en el sentido de que se estaba pensando en la región”, subrayó Della Corte, aunque lamentó que los beneficios no han tenido gran impacto.

En la misma línea, el sanducero explicó que el tamaño de las empresas beneficiarias es muy pequeño, de uno o dos empleados como máximo, y no estarían amenazadas por la frontera. Por lo tanto, es muy difícil que ese ahorro en tarifas pueda llegar a trasladarse a los precios, apuntó.

Por su parte, Giovio explicó que es necesario “convencer al cliente” de que compre allí, brindando “mejores servicios y con precios competitivos”.

Los tres directivos resaltaron la buena predisposición que han tenido desde el gobierno para lograr, en conjunto, algo que beneficie a todas las partes. Y, aunque esto no se haya reflejado en las medidas, entienden la complejidad técnica que comprende el asunto.

“Hace 8 o 9 años estamos presentando medidas y son más o menos las mismas siempre. Una es una tarjeta que permita descontar el IVA a los residentes. La segunda es el descuento del Imesi en algunos productos. Y la tercera es el permiso de microimportación a pequeños comerciantes”, resumió Freitas.